Si tu hijo habla sin parar todo el tiempo, como si pareciese que no hubiera mañana para contarte todo lo que tiene en su cabeza y te estás preguntando si esto es o no normal, este post puede ayudarte a responder algunas de tus inquietudes. Pensando en otros padres o madres que, como yo, convivís con hijos parlanchines os he preparado este post para que entendáis por qué nuestros hijos hablan sin parar y qué podemos hacer para que vayan aprendiendo a poner límites a su locuacidad o verborrea.
Sí, es cierto, mi hijo también habla sin parar y lo hace todos los días hasta el punto que debemos pedirle por favor que se frene un poco y deje espacio para los demás. Es decir, que escuche y atienda, respetando los turnos de palabra de los que tiene a su lado. Porque esta forma de hablar sin parar puede acabar acarreándole problemas, en casa, en el cole o en el trabajo cuando llegue el momento.
Si a ti también te ocurre esto y no sabes qué hacer con ese niño parlanchín con el que vives, hoy tratamos este tema: hijos que hablan sin parar.
Un tema que mucho tiene que ver con la necesidad de atención, las habilidades sociales y la impulsividad. Rasgos por los cuales en algunos casos se relaciona a este tipo de niños con un trastorno del que mucho hemos oído hablar: el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad). Pero no te alarmes, que si tu hijo habla sin parar no es por que sufra necesariamente TDAH, existen otros motivos como muy bien verás en este post.
Mi hijo habla sin parar y me agota
Los niños charlatanes, aquellos que hablan sin parar, los que no dejan de preguntar y repreguntar sin dejar espacio a los demás para responder, que siempre tienen algo que decir o contar son niños que nos agotan y acabamos dejando de prestarles atención. Justo lo que ellos más necesitan y que expresan de este modo: hablando.
Seguro que te has encontrado en esta situación más de una vez. Tu hijo sigue hablando y hablando pero tu ya has desconectado por puro agotamiento. Y cuando tu cerebro ya no puede más le dices que se calle de una vez por todas. Tras esto … te sientes mal.
Es normal que luego te sientas así, porque en realidad tu hijo no se está comportando mal ¿o sí? Dependerá de la situación, lo explico más adelante.
¿Por qué habla tanto mi hijo? ¿Hablar sin parar o mucho es un mal comportamiento?
Por lo general los niños que hablan sin parar lo suelen hacer más bien porque:
necesitan acaparar la atención, de un adulto (por lo general) o de un amigo;
están muy contentos, nerviosos o excitados;
tienen una idea en la cabeza y tienen que explicarla de inmediato por temor a olvidarla;
están tan absortos en sus temas que no se dan cuenta que los demás también quieren hablar
…
Por lo general, hablar mucho no es un problema. Los niños habladores y que nos cuentan todo aquello que les ocurre son niños que desarrollan una serie de habilidades verbales, lingüísticas y comunicativas muy positivas. Habilidades que, bien gestionadas, les permitirán mantener unas interacciones sociales mucho más enriquecedoras que aquellos que tienen una conversación pobre y restringida. Por lo tanto, hablar mucho no tiene porque ser algo negativo.
Sin embargo, hablar sin parar o en exceso será un mal comportamiento o un comportamiento inadecuado cuando:
Hable en contextos que no debe, por ejemplo en horario de clase, cuando el profesor pida silencio, en el cine o teatro, …
Interrumpa otras conversaciones.
No respete los turno de palabra.
Diga lo primero que se le pase por la mente faltando el respeto a otras personas.
En situaciones como estas, obviamente, hablar mucho es un problema de conducta al que debemos poner remedio cuanto antes. Generalmente, en estas situaciones estamos delante de una falta de límites y normas o en algunos casos podemos verlos como rasgos que encontramos en los perfiles de los niños con TDAH. Pero no solo por estos rasgos se puede realizar un diagnóstico. Para realizar un diagnóstico de TDAH es precisa la evaluación del niño por parte de un profesional acreditado quien tendrá en cuenta muchos otros factores.
Consejos para padres con niños que hablan sin parar
Cuando tienes un niño parlanchín, de estos de los que hemos estado hablando hoy, lo mejor que podemos hacer es armarnos de paciencia y entender por qué necesitan hablar tanto.
Cada niño, como es natural, tendrá su particularidades, sus necesidades concretas, por eso antes de cualquier tipo de intervención lo mejor que podemos hacer como padres es observar atentamente y descubrir cual es la motivación o la carencia que está expresando nuestro hijo.
¿Necesita atención? Escúchale atentamente, en esta ocasión y en otras, sobre todo cuando no esté hablándote. Hazle saber que es importante para ti, que estás atento a su vida aun cuando él no te reclama.
¿Está nervioso, tiene miedo, está contento, … sus emociones le desbordan? Enséñale a identificar y gestionar sus emociones, permítele que se exprese y suelte todo aquello que le angustie, atemorice o le haga feliz. Hablar sobre nuestras emociones es el primer paso para que empecemos a educarlas.
¿No se percata de la necesidad de hablar de los demás? Entrena sus habilidades sociales, en concreto la empatía, la asertividad y la escucha activa. Lo hablaremos en otro post con más detalle porque si bien es cierto que la habilidad para conversar y comunicarnos con los demás es un antídoto contra el aislamiento social también es igualmente cierto que mantener actitudes “agresivas” al hacerlo provoca rechazo. Dentro de estas actitudes “agresivas” encontramos: no respetar las normas, hablar demasiado, interrumpir a los demás, querer ser siempre el centro de atención, tratar de imponer nuestros intereses y opiniones, …
…
Como vemos, el hecho de tener un hijo que habla sin parar es un tema amplio y mucho más complejo del que en un inicio podríamos pensar. Lo trataremos en muchos otros posts del blog para poder ir ampliando nuestra información y dar más consejos sobre cómo actuar.
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