Mi hijo habla gritando es un post dedicado a tratar este tema que preocupa y estresa a muchos padres y madres, entre las que yo misma podría encontrarme. Aunque a decir verdad, más que preocuparme me molesta ese tono de voz tan elevado. Y digo que no me preocupa demasiado porque sé que cuando mi hijo habla gritando es algo normal en la infancia.
Te explico por qué a continuación, sigue conmigo para averiguar más sobre por qué los niños pequeños hablan normalmente a gritos.
Consideraciones prévias
Empecemos con la premisa principal:
Los niños NO SON adultos en miniatura. Su modo de pensar, sentir y actuar es muy diferente a la nuestra. Lo sabemos bien. Partiendo de esta primera afirmación lo que no podemos pretender es que actúen, piensen y sientan como lo hacemos nosotros.
Por tanto debemos aceptarles tal y como son. Aunque sé bien que en ocasiones cuesta lo suyo. Pero aquí no entraré porque habría materia para unos cuantos post más. Así que me voy a centrar en el objetivo de este artículo.
Aceptando a nuestros hijos como son, su temperamento y su personalidad en construcción, también digo que entre las muchas funciones de los padres está la de ir modelando y moderando la expresión emocional de nuestros pequeños. Por lo que es necesario que analicemos por qué hablan gritando.
Quiero destacar que en este primer post voy a hablar de niños sin ningún trastorno ni dificultad. Es decir, no hablamos en ningún caso de niños con TDAH, ni dificultades en la comunicación, ni déficits auditivos. Hablamos de niños que su tono de voz es normalmente alto.
Por qué mi hijo habla gritando
En la mayoría de los casos el niño que habla gritando lo hace porque se ha acostumbrado a tener este tono de voz, más elevado de lo normal. Y se ha acostumbrado por diferentes factores, entre los que se encuentran: la edad, el ambiente o la necesidad de llamar constantemente la atención, pero también puede ser debido a un problema temporal de oído como tener un tapón de cera.
Mi hijo habla gritando, al igual que lo hace el tuyo y el de la vecina del cuarto, por alguno de los siguientes motivos que te veremos a continuación.
Edad.
Es normal que durante la primera infancia (0-6 años) los niños no controlen el tono de voz con el que se expresan. Así es común que griten ante cualquier cosa que les llame la atención, les asuste o les emocione. Más adelante, durante la segunda infancia o niñez (6-12 años) van empezando a modular sus expresiones aunque siguen dominadas por la impulsividad del momento. Recuerda: los niños son espontáneos, explosivos, alegres, intensos, suelen hablar mucho y en tono alto.
Vive en un ambiente ruidoso.
Por ejemplo pasa muchas horas en un centro escolar con muchos niños en los que es habitual hablar en un tono de voz por encima de lo normal para hacerse oír
Amigos y compañeros de clase hablan de igual modo.
En la familia se utiliza un tono de voz elevado. No es que se grite para reñir pero sí se habla con un tono fuerte. Si éste es nuestro caso intentemos ir bajando de tono paulatinamente.
Llamar la atención. En numerosas ocasiones los niños tienen la imperiosa necesidad de llamar la atención de los adultos. Los motivos son múltiples pero pueden reducirse a la necesidad de sentirse querido. Para hacerse notar y que los atendamos han adoptado este tono de voz por encima de lo normal ni que sea para que les digamos que “no griten”. Al pedirles que bajen la voz reforzamos aún más esta conducta, por lo que se instaura con mayor fuerza. Intentemos adoptar otro tipo de estrategias, como por ejemplo:
Centrar toda nuestra atención en lo que nos dice cuando nos habla. Dejar lo que estemos haciendo para poder escucharle de forma activa y no solo oírle.
Respetar los turnos de palabra. Cuando él hable nosotros escuchamos. De este modo también le estamos educando en una habilidad social imprescindible.
Si él no puede esperar a hablar porque siente una imperiosa necesidad de hacerlo podemos optar por mirarlo a los ojos, sujetarle los hombros y pedirle que espere unos segundos. De este modo también estamos reduciendo su impulsividad para llevarlo a un estado de mayor calma.
Problema de audición pasajeros
Más allá de este tipo de factores en algunos casos quizás deberíamos considerar un problema de audición pasajero para el que debemos solicitar una revisión que aclare este punto.
Consideraciones finales
Tras evaluar algunos de los factores que impulsan a nuestros hijos a hablar gritando podemos afirmar que este modo de hablar es parte del desarrollo normal de cualquier niño. Poco a poco y con nuestra ayuda nuestros hijos irán aprendiendo a controlar el volumen de su voz al hablar. Sin embargo, recuerda que los niños son niños y que la infancia es un periodo para aprender. No les exijas que se comporten como adultos en miniatura porque no lo son.