Mientras duraba este proceso interno (que no quiero que se acabe nunca) y me descubría de nuevo, lo pasé mal. Muy mal. Fue duro. Muy duro aunque positivo porque, a nivel hormonal, descubrí otra parte de mi que desconocía: Fuerza, Poder, Capacidad de decisión, Confianza…
Tuvimos a Igor en 2008. Y si nuestra vida ya había dado algunos giros, sumamos otro giro de más de 360º. En 2012 nacía Asier.
Descubrí nuevas prioridades, necesidades diferentes, otro orden en la vida y muchas carencias que nos bloquean y perjudican como mujeres, madres y trabajadoras. Pasé de pensar a llevar a cabo los nuevos cambios, a asumir esas nuevas necesidades, a escribir, a formarme, a transmitir toda esa esencia femenina y natural a las demás mujeres (madres o no).
Empecé a aplicar en mi la otra parte de mi formación que tenía aparcada (Formación y Gestión de Personas, Coaching, Reiki…) y a descubrir en primera persona, que todas tenemos nuestra esencia personal aunque no seamos conscientes de ella. Y es esencial mejorarla o redescubrirla para poder lograr nuestro equilibrio personal, familiar y laboral. Conseguirlo lleva trabajo y esfuerzo. Es la suma de muchas circunstancias. Y no se consigue leyendo sino aplicando lo que se lee, experimentando lo que te cuenta, haciendo tuyas las palabras que te alientan.
Sentada no cambias nada. En movimiento, lo cambias todo!
Pero… ¿cómo hacerlo?
1.- Cambia el modo en que te hablas. Las palabras curan y los límites de ellas son los límites de tu vida.
2.- Cambia tu modo de ver tus emociones. Exprésate para aliviarte y no para criticarte ni juzgarte.
3.- Disfruta de tu vida y deja de buscar en lo material el alivio emocional.
4.- Analiza tus posibilidades. Las tuyas de verdad y no las del mundo.
5.- Conecta contigo misma, con tus sentimientos, con tu mente, con tus deseos.
Para despertar de la sociedad que te duerme, de las circunstancias que te bloquean:
1.- Habla contigo misma, pregúntate qué quieres, qué te pasa, qué necesitas.
2.- Analiza qué está bloqueado en tu vida, cómo puedes serte más fiel y cómo lograr sentirte más libre.
3.- Conecta contigo misma, con tu esencia, con tu vida, con tu energía.
4.- Observa desde dentro sin miedo, sin vergüenza, sin pudor.
5.- Reconoce tu fuerza, tu poder, tu sensualidad…
Todo esto es parte de nuestra naturaleza!
Necesitamos un cambio de conciencia para creer MÁS en nosotras mismas y para recuperar ese VÍNCULO que hemos perdido.
[Tweet “Si no confías en ti, ¿cómo puedes vivir en armonía con tu vida?”]