Este lugar ya te lo presenté por Instagram hace días, pero he querido recopilar todas las fotos en un solo post, pues es un bonito lugar para ir a un paseo familiar por el día. Las carreteras son de fácil acceso, la ruta es bonita, en el camino puedes parar a comer, y aprovechas a salir de la ciudad, que ya va bien.
Embalse del Yeso
Llevo casi 11 años aquí, y nunca había ido a conocer este rincón escondido tras el Cajón del Maipo. Me habían enseñado fotos, y aunque me pareciera bonito, tampoco terminaba de llamarme la atención, hasta que me lo enseñaron con nieve.
Ahí sí me entraron ganas de ir. A las niñas les gusta ir a la nieve, pero el camino de infinitas curvas por el que subes a la nieve en Santiago, las marea siempre, y pasamos un mal rato. Aquí, podrían ir a la nieve sin curvas! Teníamos que probar.
El Embalse del Yeso está a unos 100km del centro de Santiago, 70 desde que sales propiamente de la ciudad. Salimos lo más temprano que pudimos, porque nos habían advertido que se llena, y porque sabemos que un domingo, la vuelta del Cajón del Maipo después de comer tiene mucho tráfico. Hasta San José de Maipo, la nieve la veíamos solo a lo lejos, y no daba la sensación que nos fuéramos a encontrar paisajes nevados cómo nos habían prometido.
Pero poco después de dejar San José atrás, nos fuimos abriendo camino entre los cerros, y el paisaje cambió:
A los lados de la carretera, la nieve empezaba a ganar espacio a la tierra. Y ahí empezamos uno de los paisajes más bonitos que he visto, especialmente en la zona central. Los paisajes que nos aocmpañaron el resto del camino fueron, absolutamente, alucinantes:
Había nevado a finales de semana anterior y aunque la carretera estaba en perfectas condiciones, la nieve se mantenía también perfecta a los lados. Si me enseñan este paisajes sin saber en qué país estoy, no hubiera dicho que era Santiago de Chile. En este punto del camino a las niñas ya se les estaba haciendo largo el viaje, pero el cambio de color en los paisajes ayudó que aguantaran un poquito más. Y llegamos por fin…no al embalse mismo, pero hasta donde nuestro coche sin cadenas podía avanzar:
Desde ahí, nos prometieron que era tan solo 1km caminando hasta el embalse propiamente dicho. Se nos hizo más largo, quizá porque el camino tenía sus pequeñas dificultades:
Pero aunque subimos despacio, patinamos un poco, nos paramos mucho a descansar, también descubrimos rincones como esta cascada de hielo:
y estuvimos jugando con la nieve de los lados del camino, porque daban ganas de estirarse encima de lo perfecta que se veía:
Y cuando ya la pequeña de las terremoto estaba agotada de caminar y quería dar media vuelta…por fin llegamos al Embalse:
El embalse podía recorrerse por un largo tramo más a pie, dando toda la vuelta, pero las niñas ya estaban cansadas e impacientes por probar el trineo que habíamos alquilado, así que apenas a la entrada del embalse, buscamos una buena bajada con nieve…y a jugar!!
Nos lanzamos los 4 en el trineo, que estas cosas no son solo cosas de niños! Había muchas familias haciendo lo mismo. La suerte es que al final de la bajada había tierra que frenaba los trineos. A las pequeñas terremoto, no había quien las sacara del trineo!!
Se nos nubló un poco y empezó a hacer mucho frío, pero nada la quitaba la belleza al paisaje! Es una excursión muy recomendada para pasar el día, sobretodo en esta época del año…y con un trineo a mano!
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