Como hemos mencionado con la llegada del otoño se van notando cada vez más los cambios de temperatura y la diferencia nocturna y diurna. Los días se acortan y el frío, junto al comienzo de la escuela o la guardería aumenta las probabilidades de coger nuevos resfriados y virus.
Durante el curso pasado hemos visto que las mascarillas han sido muy efectivas para detener la transmisión de la mayoría de los virus entre ellos el del COVID.
¿Qué es un virus?
Los virus son pequeños seres microscópicos, básicamente sólo material genético y que no se pueden replicar por sí mismos y necesita un huésped donde poder hacerlo, en este caso nosotros o nuestros hijos.Máximo cuidado con la dieta y la higiene
El contagio de estas enfermedades es muy complicado de prevenir completamente, ya que depende de muchos factores. Los principales son la higiene personal, los lugares y personas con las que se está en contacto y también el estado de salud. Debemos hacer hincapié en seguir una dieta equilibrada en proteínas, carbohidratos y grasas, y por supuesto añadir cítricos que ahora los hay todo el año, para que el sistema inmune de nuestros pequeños y el nuestro esté en plena forma.Como siempre comentamos sobre la higiene, fundamental, siempre debemos lavarles las manos y lavarnos nosotros también. Lavarse las manos es de vital importancia ya que suelen ser principalmente el gran foco de contagio. De esta forma, lavándonos las manos a menudo y la de los peques al menos 8 veces al día, podemos reducir las probabilidades de contagio hasta un 50%. Además está medida es válida y aplicable tanto para las enfermedades contagiosas de las vías respiratorias como para las del tracto digestivo, ya que en estas fechas sigue haciendo calor y por tanto persisten los focos de infección de las gastritis.
Estas medidas nos llevan a tener cautela de los lugares donde están los pequeños, si son cerrados, están sucios, concurridos, si se producen tos o estornudos. Por normal general en los lugares públicos, al ser más concurridos, como el transporte público es más fácil el contagio. La norma del lavado de manos sigue siendo muy importante y siempre que se pueda se debe aplicar.
Si nos percatamos de la aparición de signos como cansancio y pesadez, molestias en garganta, tos, fiebre, respiración profunda y agitada, lo más probable es que sean signo de que nos hayamos contagiado. Si es así, y es de forma severa, lo mejor y más aconsejable será descansar, tomar buenos alimentos y sobretodo mucho líquido. Normalmente los principales y más molestos sintamos suelen durar entre cinco y siete días, es cuando más mucosidad y tos tendremos.
¿Cómo evitarlos?
Aquí os dejamos unos consejos para evitar los tediosos virus del invierno incluidos el COVID:1.- Mantener las manos limpias, siempre usando agua y jabón.
2.- Evitar los cambios bruscos de temperatura y permanecer mucho tiempo con sudor después de practicar deporte.
3.- Cuidar la ventilación de la casa y hogar, por lo menos una vez al día. Eso sí tenemos que evitar las corrientes son muy peligrosas para resfriarnos.
4.- Evitar lugares cerrados y en los que se aglutinen muchas personas.
5.- Cuidado con la calefacción, no nos pasemos con la temperatura no es bueno, siempre entre 22- 24º es lo mejor, si notamos fresco primero utilizar más ropa.
6.- Evitar fumar en lugares cerrados con los pequeños como en casa y en el coche.
7.- Usar mascarillas homologadas y mantener distancia de seguridad.
8.- Reducir todo lo posible el contacto social, sino es necesario, más en el caso de tener hijos pequeños o patologías.
Con seguir estos prácticos consejos que todos tenemos en mente, pero que muchas veces por cuestiones obvias nos cuesta seguir, conseguiremos evitar o al menos reducir en lo máximo posible la aparición de los resfriados.
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Fuente: este post proviene de La Cestita del bebé, donde puedes consultar el contenido original.
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