Por fin se acerca el cumpleaños de mi hija y como todos los años pienso que parece mentira que haya pasado tan rápido el tiempo. Va a cumplir 6 años y parece que fue ayer cuando la trajimos del hospital, ese bebe chiquitín amarillenta y ojerosa que no llegaba al mínimo de peso. Como pasa el tiempo que ahora que ha convertido en una señorita que a próximo año empezará primaria.
Y como todos los años cuando se acerca el cumpleaños, los familiares me preguntan que la pueden regalar. Este año como consideramos que no se ha portado tan bien como deseáramos en principio no iba a tener fiesta de cumpleaños, pero finalmente ha mejorado bastante, no se si por la amenaza de no tener fiesta o porque ya empieza a sentarse un poco, así que finalmente habrá fiesta de cumpleaños con sus amigos.
Pero todo esto me ha llevado a pensar en las motivaciones que tienen los niños para hacer las cosas, porque antes siempre que queríamos conseguir algo la hacíamos las tipicas tablas de consecución de objetivos para mejorar conductas tipo Super Nani (refuerzo positivo), pero el problema es que funcionaban unas semanas, después volvíamos a las andadas, ya os contaré en otro artículo como lo hacía, lo que si os diré es que los refuerzos positivos con premio por consecución de objetivos me funciona las primeras semanas, después se cansaba y dejaba de interesarla y volviamos a las andadas.
Lo que si he comprobado es que me funciona mucho mejor el refuerzo negativo, es decir, quitarle algo que consideraba suyo.
Así en lugar de darle un premio cada vez que cumple un objetivo como refuerzo positivo, lo que nos funciona mucho más es quitarle algo que consideraba suyo, por ejemplo, los fines de semana dejo a mis hijos comer chuches y lo consideran como algo suyo, pero el fin de semana que no trae medalla del cole por no haberse portado bien durante la semana no tiene chuches, le quito algo que consideraba suyo y no recupera este privilegio de comer chuches hasta la semana siguiente que traiga la medalla, me resulta mucho más efectivo que ofrecerle un regalo porque tienen tantas cosas materiales que no valoran nada.
De ahí lo que comentaba de que este año se iba a quedar sin fiesta de cumpleaños, ella considera su celebración del cumpleaños como algo que es suyo propio y que tenemos obligación de celebrar, pero como hemos tenido una temporada que da bastante guerra en clase y no deja estudiar a los demás hemos decidido quitarle ese privilegio, es decir, no es que no tuviera regalos de cumpleaños que en un principio no iba a tener, sino que no iba a tener ni fiesta. Esto se lo avisamos con un mes de antelación y nos ha servido para que durante este mes su conducta se haya ido corrigiendo. No digo que hayan surgido milagros, pero está mas centrada y es menos desobediente. Eso sí, hay que hacer estos avisos con tiempo, en nuestro caso se lo hemos avisado con un mes de antelación para que tenga tiempo de corregir su conducta. No sirve de nada castigarla cuando ya no puede corregir lo que hace mal, porque esto no sería un refuerzo ya que no da posibilidad de corregir la conducta, sino un castigo.
En resumen, cuando queremos corregir conductas con nuestros hijos hemos probado las dos opciones:
Tablas de refuerzo positivo para conseguir que mejore en determinadas areas, ofreciéndola un premio si consigue un determinado numero de caras sonrientes. No nos funciona durante mucho tiempo porque enseguida se cansa y en un par de semanas deja de hacerlo caso.
Refuerzo negativo. Le quitamos cosas que considera propias, pero no como castigo sino con posibilidad de recuperarlas si mejora la conducta. Esto nos ha dado muchos mejores resultados que cuando la ofrecemos un regalo, porque cuando le ofreces un regalo acaban teniendo tantos que no lo valoran y no se esfuerzan para conseguirlo, sin embargo si le quitas algo que tiene y quiere le duele mas en el orgullo y se esfuerza mucho mas para recuperarlo. Por lo menos en nuestro caso, cada niño es diferente.
Por eso he empezado hablando de que se acerca el día del cumpleaños y los regalos. La mayoría de los niños de hoy en día, tienen tantos juguetes que ya no valoran nada. No digo que no haya que darles algún juguete, pero deberíamos moderarnos un poco y enseñarles a valorar que el que les regalen ropa, calzado, cuentos y material escolar también es un regalo, que todo lo que se les regala cuesta un dinero y que el dinero no mana de los árboles. Ya se que son niños y que se les intenta mantener en un mundo de color de rosa (ya hablé de esto en otro artículo ¿Deben vivir nuestros hijos en un mundo color de rosa?), pero cuanto antes empiecen a valorar las cosas, y saber que todo tiene un precio, mas importancia le darán a cuidar sus cosas. A ver si lo consigo porque por ahora no se me ha resultado demasiado bien. Siempre les estamos dando todo lo que quieren y ha llegado el momento de cortar el grifo.
Espero que os sirvan de utilidad mis experiencias, si tenéis que corregir conductas en vuestros hijos.
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