Hola amigos...! hoy les traigo unos increíbles consejos para que tus hijos te escuchen de manera activa.Lo primero que decir, que he aprendido como madre y que me han enseñado mis propios hijos es que ya nos escuchan, otra cosa es que no hagan caso a lo que les decimos inmediatamente por algún motivo, que tengo comprobado que siempre lo hay. Saber que hay un motivo te sirve de ayuda para llevar mejor esos momentos en los que parece que estás hablando a una pared. Seguro que sabes a lo que me refiero y te ha pasado en algún momento.
Si tenemos claro que ellos nos escuchan no hace falta que se lo repitamos 30 veces, ni que les gritemos para que nos presten atención. Empiezas levantando la voz y acabas dando gritos y amenazando o dando algún azote. Se acostumbran a esos gritos, amenazas y azotes y al final además de no sólo no resolver la situación, la relación se convierte en algo tóxico para ambas partes. Por eso hoy te traigo unos consejos para que tus hijos te escuchen de manera activa y tengas una relación mas cercana y asertiva con ellos.
Tampoco nos interesa volvernos locos pensando cuál será el motivo por el cual el niño no nos hace caso. Se lo digo, se lo digo y nada nunca hace caso, ¿te suena?. Algo falla y no es el niño.
Antes de darles algunos consejos para que tus hijos te escuchen me gustaría hablarles de los motivos por los que probablemente no lo hacen:
Pueden ser muchos los motivos que les llevan a no tener una escucha activa. Por ejemplo si ignoran nuestras peticiones nos mantienen más pendientes de ellos aunque sea estando enfadados.
Puede ser que nos imiten porque a lo mejor cuando ellos necesitan nuestra atención estamos mirando una factura de la luz y no les hacemos caso. Al igual que para nosotros es importante esa factura para ellos lo es el capítulo de Bob Esponja que están viendo.
Ellos siempre tienen un motivo, pero no lo hacen por amargarnos la existencia y para que nos volvamos locos hasta que explotemos, a veces pueden hacerlo para sentirse más queridos. Puedes leer el relato de una niña que no se sentía querida del blog Criar sentir vivir.
Otro de los motivos por los que muchas veces nos “ignoran” es porque siempre repetimos las mismas cosas y nos empeñamos en decirles a todo que no y a cada momento. No hagas esto, no hagas lo otro. Cómo te sentirías tu si siempre te están repitiendo no hagas esto así, no, no y no. Posiblemente no harías ni caso.
Cuando llegamos a casa después de un día de cole y de actividades extraescolares, que es de esos días en los que vas ya con el tiempo justito para prepararles cena, ducharles y acostarles, lo que solemos hacer nada más entrar por la puerta es empezar con las órdenes. Quítate el abrigo, las zapatillas, corre ponte a hacer los deberes, venga vamos a bañarnos que es tarde, venga la cena, date prisa y bla bla bla. ¿Qué pasa?, que no nos hacen ni caso. Normal, por otra parte, todo el día obedeciendo, yo estaría harta de recibir tantas órdenes. Esto no quiere decir que no se tengan que hacer estas cosas. Hay que quitarse el abrigo y colgarlo en su sitio, quitarse las zapatillas, los deberes …. Pero es mucho más fácil que todo fluya sin entrar en una discusión con ellos si les damos opciones, les hacemos sentirse importantes y les damos la posibilidad de elegir.
Algo que suele funcionar muy bien es explicarles con anterioridad las cosas. Si nosotros sabemos que esto nos ocurre a diario podemos hacer un “plan de acción” con ellos para que no se convierta en un conflicto cada día.
Con plan de acción me refiero a explicarles la situación y ponerles en conocimiento. Prever la situación. Decirles: por la tarde cuando se llega a casa tenemos que hacer estas cosas. Darles la opción de cómo podemos organizarnos para que tengamos tiempo para todo. Involucrarles en esa decisión y aceptar alguna de sus ideas como válidas. Con esto lo que estamos haciendo es hacerles sentir importantes porque ellos tienen la oportunidad de decidir algo, no sólo de obedecer, estamos evitando que tengan que buscarse artimañas para que les hagamos caso de otra manera. Les estamos dando responsabilidades acorde a su edad y a los límites que creamos que se pueden establecer y se lo van a tomar con humor. Para ellos va a ser parte de un juego a seguir en el que no tienen que pelearse con mamá o papa y en el que ninguno está enfadado. El humor es algo fundamental en el núcleo familiar.
En cuanto a los límites que queremos establecer a veces no sabemos muy bien cómo hacerlo. Te explico en este artículo "Los límites y los niños" como he resuelto ese problema en casa.
Por lo tanto los niños sí nos hacen caso, pero al igual que ellos llaman nuestra atención a su manera nosotros podemos hacerlo a la nuestra siendo muy respetuosos con ellos y haciéndoles sentir importantes e integrados en la familia.
No se trata de obligarles, ni de que obedezcan, se trata de que aprendan y que ellos mismos puedan tomar pequeñas decisiones que en un futuro sembrarán la base de una estabilidad emocional con una buena autoestima.
Antes de enfadarte y gritar párate a pensar que siempre puedes hacerlo de otra manera. Practica, dales opciones siempre que puedas, escúchales cuando te hablen, préstales atención no sólo cuando no hagan algo bien, intégrales en las rutinas, enséñales que la vida no sólo consiste en obedecer órdenes.
Enséñales a vivir y a ser felices.
Si quieres educar a tus hijos de forma respetuosa puedes ver como es mi día a día en mi diario como madre con ejemplos reales donde voy aplicando lo que aprendo de la disciplina positiva.