El amor de pareja es una ilusión, y como tal, tiende a esfumarse si no hay otros pilares más importantes que lo sostengan y lo retroalimenten. El amor hacia los hijos para mí resulta innegable, es un amor que va más allá de condiciones, es un amor asertivo, basado en la aceptación, protección y lealtad en la mayoría de los casos, un amor puro, limpio y vástago, heredado naturalmente por nuestra condición humana como parte del inmenso amor que existe en la naturaleza, el universo y todo lo que lo conforma.
Pero, el amor por la pareja no tiene la misma naturaleza, como base del mismo, generalmente encontramos nuestra personal idealización sobre la otra persona, lo que creemos que es y que no es, lo que nos gusta y lo que no, lo feliz o infeliz que nos sentimos a su lado…El amor de pareja llega a modo de huracán, nos hace sentir mejores y llena nuestros propios vacíos, convirtiendo el fango en prado y haciendo parecer que el mundo, es un lugar más bello, pero si no se cuida, todas nuestras expectativas se derrumban, y el huracán que vino, se marcha llevándose a su paso todo consigo.
Cuando el tiempo y el ahora nos enseñan que el amor de pareja se acabó, debemos entender que nuestro Amor sigue con nosotros, nuestro verdadero Amor nadie podrá arrebatárnoslo, y al mismo tiempo, hay que entender, que si el amor de pareja de ha ido, nosotros debemos marcharnos también.
El amor de pareja que acaba, huele a desdicha, se presenta a modo de discusiones constantes, faltas de respeto, soplidos y resoplidos ante los actos de la pareja, desgana afectiva, juicio constante, queja constante, dolor, desapego, vacío emocional. Tarde o temprano, si el amor de pareja se fue, va intentar llevarse todo con él si seguimos al lado de quien verdaderamente no nos ama, de a quien verdaderamente no amamos. Se lleva nuestra alegría, nuestra autoestima, nuestro valor, nuestras ganas, nuestros sueños…
Hay que saber pasar página, reconocer cuando el amor de pareja nos ha abandonado, debemos ser lo suficientemente justos como para abandonar la escena. Todos, merecemos un amor de pareja auténtico, en caso de elegir tener pareja, un amor basado en el respeto incondicional, en el cariño, un amor que siempre tenga presente la importancia que supone mimar y demostrar afecto y compromiso a aquella persona con la que elegimos compartir nuestra vida, nuestras penas y nuestras Glorias.
Sí, el amor de pareja puede irse para no volver, y una vez se marcha, cansado y desdichado, ya nada volverá jamás a ser como antes.
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