El problema del cansancio durante el embarazo es que nos hace perder mucha esfuerza. No es extraño ver mujeres embarazadas con la necesidad de dormir muchas horas en el día o cansadas por las náuseas y vómitos que sufren periódicamente.
Por eso, debemos intentar, en la medida de lo posible, paliar los efectos de la fatiga y cansancio durante el embarazo. ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Debemos hacer algún cambio en la alimentación? No es tan complicado como parece y nos puede ayudar mucho durante el embarazo.
Por qué aparece el cansancio durante el embarazo
Como hemos dicho, las causas de la fatiga y el cansancio son muy variadas. No todas las mujeres lo sufren de la misma manera, pero el cuerpo está haciendo un sobresfuerzo y de alguna manera u otra se nota. La principal causa de este cansancio son las hormonas. El aumento de la producción de progresterona (la hormona que regula el ciclo reproductor) hace que tengamos dificultades para conciliar el sueño o incluso nos hace ir muchas veces al baño durante la noche.
Además, sobre todo durante los primeros meses, pasamos mucho tiempo pensando si todo irá bien. Estos simples pensamientos nos pueden llegar a generar una ansiedad que nos resta energías y repercute en la fatiga o cansancio que podamos tener. Por último, las náuseas o vómitos que podamos experimentar suelen hacernos sentir más cansadas.
Cuándo aparece la fatiga
El cansacio depende mucho de la persona, pero lo normal es que aparezca a partir de las primeras semanas del primer trimestre, por todas las causas anteriormente descritas. Sin embargo, lo normal es que durante el segundo trimestre vuelvas a sentirte bien y disfrutes de la mejor etapa de la gestación.
Sin embargo, a partir del sexto mes la fatiga vuelve con más fuerza. El peso del cuerpo comienza a hacer mella. El feto ya tiene un tamaño considerable y nuestro cuerpo se va ensanchando para aguantar bien el desarrollo durante las semanas restantes. Además, durante los tres últimos meses comenzarás a sentir otros síntomas, como el dolor de espalda, acidez estomacal y calambres en las piernas. El agotamiento es físico pero también puede llegar a ser mental. En la recta final, probablemente estés deseando que llegue el momento del parto. No desesperes, el mejor truco es recurrir a la relajación.
Si durante el segundo trimestre sientes cansancio, debes recurrir al médico. Probablemente, esté relacionado con alguna otra circunstancia como pueda ser la anemia. También puede estar relacionado con problemas de depresión, pero no debemos atajarlo por nosotras mismas, debemos consultar siempre con un profesional.
Cómo podemos sobrellevarlo
El mejor remedio contra la fatiga es hacer caso a nuestro cuerpo. Él mismo nos debe indicar cómo actuar. Si estas cansada, resígnate a perder el tiempo de ocio que utilizaras por las noches y descansa. Tómate un rato de la tarde para echarte una pequeña siesta, aunque sea de quince minutos, te ayudará mucho a lo largo del día.
De la misma manera que el cuerpo pide dormir, también debemos adaptar nuestros horarios alimenticios. Debemos establecer una rutina saludable para no saltarnos comida, ni comer deprisa y corriendo, ya que una buena alimentación puede eliminar muchos ratos de fatiga. Se necesitan alrededor de 300 calorías diarias y sanas. Las verduras, frutas y comidas sin grasas te proporcionarán las energías que tu organismo está pidiendo.
El ejercicio también es buen aliado contra el cansancio. Aunque pienses que haciendo deporte pierdes energía, ocurre precisamente lo contrario, si se trata de algo que no requiera un gran esfuerzo te sentirás más activa. Sobretodo, debemos recurrir a la paciencia. ¡Anímate! Antes de que te des cuenta habrás pasado al segundo trimestre o directamente serás mamá y el cansancio repercutirá de otra manera, una forma mucho más apasionante.
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