Para algunas madres lograr que sus hijos coman en casa, sobre todo si se trata de comidas balanceadas pero no “sabrosas”, es todo un logro. Sin embargo, por increíble que parezca, a veces, esos niños que comen tan mal en casa nos sorprende realizando una comida bastante adecuada en el comedor del colegio y sin apenas protestar. ¿Por qué ocurre esto? ¿No les gusta nuestra comida y prefieren la del comedor? ¿O simplemente son niños rebeldes?
En realidad, no tiene mucho que ver con todo esto. Hay varios factores que afectan el comportamiento que tienen los niños en casa, diferente al que tienen en la escuela. Por ejemplo, a los peques les encanta imitar las conductas que ven a su alrededor. El hecho de ver que sus compañeros comen correctamente y disfrutan con la comida les anima a hacer lo mismo también, sin darse cuenta de que están comiendo lo mismo que en casa rechazan.
Además, mucho tiene que ver la persona encargada del comedor, la cual no se deja chantajear emocionalmente y el niño prefiere evitarse problemas. En el cole, el momento de la comida se vive como una actividad lectiva más, por lo que muchos se quieren esforzar en hacerlo bien.
Comer siempre a la misma hora y en el mismo entorno crea una rutina a la que los niños se acostumbran rápidamente, por lo que éste es el mejor truco para conseguir que coman bien también en casa. Las broncas en la mesa, las prisas o servir una ración demasiado grande puede quitarles el apetito. Focaliza la comida como un momento divertido del día, todo será mucho más sencillo.
¿Comen tus hijos bien en el cole?