Al nombrar la palabra "uniforme" las reacciones que se dan al respecto son de muy diversa índole, por un lado, están los que consideran la medida en contra de las libertades individuales, que los niños no pueden desarrollar su personalidad, etc y por el otro, los que ven aspectos positivos de esta medida.
Guste o no guste, lo idóneo para que haya un buen clima sin desigualdades entre los más pequeños (y no tan pequeños, porque podría aplicarse a los adolescentes) es la existencia de unas normas en la vestimenta para que nadie lleve prendas distintas al resto.
Posiblemente, sea difícil de comprender que sea beneficioso una medida de este tipo, pero si vemos ejemplos prácticos de países en los que la desigualdad social es más amplia, como es el caso de Brasil, un país en el que el uniforme escolar es obligatorio para todos, teniendo en cuenta que hay niños en la más absoluta pobreza y otros en su extremo. En este país suramericano los jóvenes tendrán poblemas de integración por otras razones, pero a simple vista, la discriminación que se pueda dar por llevar tres días seguidos el mismo pantalón, no tener una camiseta de marca, etc está ausente.
Recordemos que esa famosa frase de "los niños son muy crueles" no sirve para argumentar el fracaso que muchos padres tienen como personas, es decir, por qué animar desde niños a que "si te portas bien TE COMPRARÉ...", es decir, todo gira en torno al consumo, las relaciones sociales llevan a volverse meros productos al ir con los compañeros que "materialmente" poseen lo mismo que uno. Volviendo a la frase de los niños crueles, recordar, que un niño no discrimina a otro que no tiene su misma ropa de marca por un hecho natural, que el niño nació con esa idea en la cabeza, sino que es algo que muchos padres hacen interiorizar al pequeño.
Y esos padres, en su afán de que sus hijos destaquen por la ropa que llevan, no hacen sino que minar la baja autoestima de algunos niños que no tienen sus posibilidades. Porque recordemos que el término "pobreza" es muy amplio, no se necesita pasar hambre o estar pidiendo limosna en la calle para pertenecer a esa categoría.
Un hecho es que todos nos llevamos una impresión u otra de la persona que tenemos delante previo "escaneo" de todo lo externo: pelo, dentadura, ropa, gestos, forma de hablar,... Así que, abogar por un uniforme común para todos los estudiantes, logrará que ése escaneado al que me refiero sea reducido, al menos en el ámbito escolar, y hablemos de un espacio escolar (en el que prácticamente pasan un tercio del día los niños) libre de desigualdades creadas por meras banalidades, y niñas y niños jugando al balón con independencia del estatus económico de los padres.
Para que veáis un caso más práctico, os envío el vídeo de un experimento realizado en una megalópoli como es Sâo Paulo, en el que un mismo niño es vestido de dos formas diferentes y se le hace esperar sentado en una calle de la ciudad, vemos que las reacciones de los transeúntes serán muy diferentes.
M.Ángel Sevilla. Sociólogo y periodista.
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