El otro día leí en Qué.es una carta de una profesora a unos padres tocapelotas. Si queréis leerla lo podéis hacer aquí. Y no puedo estar más de acuerdo con esa profesora. Si es que no queréis leerla, os resumo que es un disculpa y una explicación de por qué esa profesora tuvo que castigar al hijo de los destinatarios. Y aprovecha la profesora para recrimina a los padres que si ellos hubieran hecho bien su trabajo como padres, ella no hubiera tenido que hacer mal su trabajo, que es el de enseñar y no el de educar en valores.
Y no puedo estar más de acuerdo porque, efectivamente, soy de la opinión de que los modales, el respeto y las buenas formas se enseñan desde el minuto 1 de vida. Y cuando ese angelito llega al colegio con 3 años, tiene que saber comportase, no como un adulto pero si con la educación de un niño con 3 años. Si, porque los niños con 3 años ya tienen que ser educados.
Efectivamente los profesores deben enseñar a leer, escribir, a sumar y reforzar, y recalco lo de reforzar, los modales adquiridos en casa y el respeto por los demás y la conciencia social. Con esa buena base adquirida en casa, lo demás viene solo.
Tan buena es la carta, como los comentarios posteriores. Los hay de todas las clases. Desde los que no quitan una coma (como yo), como los que recriminan a la profesora por una frase que dice "que un azote a tiempo nunca viene mal" cuando se refiere a que a lo niños hay que ponerles límites para su adecuado desarrollo. Los detractores de esa frase se quedan en lo llamativo del azote pero no leen lo de los límites. ¡¡Señores, no se queden en la forma sino en el fondo!!
La carta la firma la profesora pesada. No sé si es una carta real y si se llegó a enviar a esos padres. En cualquier caso estoy convencida de que recoge el pensamiento y el deseo de muchos profesores cansados de aguantar a padres tocapelotas cuya afición es cuestionar diariamente la labor del profesional que está encargado de enseñar y educar (sin tener que hacerlo) a sus hijos.
Bien por esa profesora pesada y por la iniciativa de Qué.es de publicar la carta. A ver si así los padres nos removemos un poquito y nos paramos a pensar si lo estamos haciendo bien.
Y una vez más, quiero mostrar mi admiración a esos profesores, profesionales como la copa de un pino, que se esfuerzan cada día por conseguir una mejor sociedad para el día de mañana y aguantar la mala del día de hoy.
¡¡FELIZ JUEVES!!!