Y es que desde mi punto de vista, saber pensar es una de las cositas que flojean en muchos chicos/as hoy en día. Pero…¿los enseñamos a pensar y razonar?
Por un lado (con la visión de la escuela) creo que los libros de texto no ayudan nada a desarrollar este aspecto, a menos que se utilicen como guía, al tiempo que se trabajan otras metodologías más activas. Pero aún sigue siendo uno de los recursos más usados en las escuelas y cuando te paras a pensar en lo que plantean, te das cuenta de que se basan en la repetición de respuestas, como mucho en recordar lo trabajado, pero siempre quedándose en el plano más básico del pensamiento. En ningún momento favorecen la creatividad, que está totalmente relacionada con el pensamienro crítico.
Por otro lado, a menudo caemos en el error de querer tener alumnos (hijos) críticos y capaces de razonar pero sin embargo los callamos, anteponemos nuestras opiniones y decisiones a las suyas y pocas veces se les hace partícipes de la resolución de muchos de los problemas de la vida cotidiana. ¿Queremos conseguir niños críticos y con una gran habilidad para la expresión oral a través del silencio y la repetición de respuestas?
En casa ocurre a veces lo mismo, la prisa con la que vivimos muchos adultos (horarios, trabajo, compras, etc) no nos deja disfrutar de grandes tiempos con nuestros hijos y esto conlleva que nos adelantemos a ellos en muchas ocasiones, no dejándolos hacer, pensar ni decidir. No quiero decir con esto que no se haga en muchas casas y a diario, pero que quizás en algunas otras casas no sea así o al menos que no se fomente este pensamiento critico todo lo que deberíamos.
Hace un tiempo hablaba de la resiliencia en el blog Todo Talavera, y creo que guarda especial relación con este aspecto. En mi opinión, preparar a los niños/as para la vida, para la frustración, para encontrarse con situaciones no siempre agradables, hace que al mismo tiempo los estemos preparando para buscar soluciones, alternativas, o maneras diferentes de resolver un mismo problema o afrontarlos.
¿Y por qué creo que es fundamental desarrollar el pensamiento crítico? pues porque los niños, de manera innata, intentan buscar solución a los problemas, pero a veces (cuando son muy pequeños) no damos validez ni importancia a sus soluciones y quizás les hacemos pensar que las únicas válidas son las nuestras. Aquí, creo que deberíamos dar un paso atrás y en la medida de lo posible, hacerlos partícipes de la resolución de los problemas e incluso plantear alguno para ver de qué maneras diferentes lo resolverían.
Podríamos y deberíamos aprovechar la plasticidad del cerebro infantil y tirar de ese hilo infinito que los caracteriza cuando son pequeños. ¿De qué manera? a través de la motivación. Crear interés y motivar a nuestros niños y niñas siempre será un paso esencial para el aprendizaje y no sólo para ello, sino para que se interesen por buscar maneras de resolver situaciones. Y a través de las preguntas. Hace tiempo también os hablaba en otro post sobre la importancia de hacer preguntas a nuestros hijos, evitando darle tantas respuestas. La pregunta incita, provoca y busca despertar al niño, mientras que la respuesta lo calma y para. Y no es que no debamos responder a nuestros hijos, sino que antes podríamos ofrecerles una serie de herramientas para que aprendan a ser ellos mismos los que respondan a sus dudas y preguntas mediante la investigación y búsqueda de respuestas.
¿CUÁLES SERÍAN ENTONCES LAS CLAVES PARA DESARROLLARLO?
Creo que hablar de dos o tres cosas sería quedarme corta, pero también tengo claro cuáles son mis esenciales para fomentar este aspecto y son estos:
1-PREGUNTAR
Como he dicho antes, hacer preguntas a nuestros hijos, en cualquier momento del día, incitar a pensar, a descubrir, a investigar… siempre es enriquecedor. ¿Qué pasaría si en vez de decirle a nuestros hijos….? “¡no puedes utilizar el cuchillo!” les dijéramos… “¿Qué ocurrirá si utilizas el cuchillo mal?” “¿como podría usarse bien?” “¿de qué otras maneras podrías cortar…?”
Quizás es un ejemplo muy básico (y sé que hay cuchillos para niños, etc) pero simplemente es una idea para provocar al pensamiento, en vez de pararlo y no solo eso, sino evitar reacciones más negativas en nuestros hijos. Ya que a veces, cuando entienden por ellos mismos el peligro o la consecuencia que tendrá utilizar o hacer determinadas cosas, es mucho más útil que echarle una regañina de la que no aprenderá nada.
2.DEBATIR
Tan importante como el anterior. Debatir a diario con nuestros hijos es crear vínculos, comunicarnos, trabajar la expresión oral, ampliar vocabulario, conocer y aceptar distintos puntos de vista y opiniones, plantear problemas o hipótesis, buscar soluciones a problemas o alternativas a determinados comportamientos, etc
Deberíamos buscar un tiempo para debatir cada día o al menos varias veces en semana. Debatir es crecer, aprender, y cuando digo aprender me refiero a aprender todos de todos. El debate fomenta conocer el mundo en el que vivimos, problemáticas actuales, temas sociales de importancia… y tratar de hallar maneras de atender esos problemas.
Con niños muy pequeños puede usarse a diario con muchísimos temas pero su relación con el cole puede ser un tema muy recurrente. A menudo nos cuentan las cosas
3-LEER
La lectura se convierte una vez más en una herramienta fundamental para trabajar el pensamiento crítico. Especialmente los libros de Educación emocional plantean a menudo muchas situaciones en las que surge un problema y se debe resolver de alguna manera respetuosa y equilibrada. Pero no solo eso, nos puede permitir que busquemos otras posibles soluciones o finales para el cuento, ponernos en el punto de vista de los personajes, entender como se sienten, qué dicen y pensar en las causas por las que se sienten o hablan así, etc
La verdad es que en el día a día son muchas las cositas que podemos hacer con nuestros peques para fomentar el pensamiento crítico, pero lo esencial… SI QUEREMOS QUE NUESTROS HIJOS HABLEN RAZONANDO, PRIMERO DEJÉMOSLOS QUE HABLEN…SI QUEREMOS QUE SEAN CAPACES DE DECIDIR POR SÍ MISMOS, CREEMOS MOMENTOS PARA QUE DECIDAN…