¿Qué necesitas?
Un huevo
Un vaso
Vinagre
Es muy fácil.
1. Pon el huevo dentro del vaso. Asegúrate que sea un poco más grande que el huevo, ya que éste aumenta su tamaño.
2. Añade vinagre hasta tapar el huevo
3. Déjalo unas 48 horas en remojo. Vas a ver una burbujas oscuras que van saliendo a la superficie, ahora te cuento más abajo.
4. Pasado ese tiempo, lávalo con agua y ya estará listo. Aviso, no lo tires desde muy arriba… créeme… no te gustará limpiar restos de huevo por todos sitios (ayyyy). La textura del huevo cambiará y será blanda y gelatinosa. Está genial, ver los saltitos que da.
¿Mami, qué le ha pasado al huevo?
El vinagre tiene un compuesto que se llama ácido acético. Este ácido reacciona con la cáscara del huevo (Con el carbonato cálcito, pero ésto ya es demasiado para los niños), lo que hace que desaparezca la cáscara casi por completo. Quedará una película muy fina y muy flexible, es la membrana que recubre el huevo. Esta membrana es semipermeable, por lo que deja pasar parte del vinagre, lo que hace que “engorde”. Las burbujas oscuras es el CO2 (Dióxido de carbono) que se va produciendo al disolverse la cáscara.
Para los peques:
El vinagre es muy fuerte y hace que la cáscara del huevo casi desaparezca. Y lo que queda en una capa muy finita que rebota.
Ya sabéis que me encanta ver vuestros experimentos. Hacedle fotos o vídeos y colgarlos en Twitter o Instagram con el hastag #cienciaconjulia. Y si me quieres etiquetar, pues mejor!!
La entrada El huevo saltarín que bota y rebota. Experimento para niños. aparece primero en Aprendiendo con Julia.