Es un alimento elaborado con harina, agua y sal, amasada y fermentada al que se le da formas diversas y se cuece en el horno. Todos conocemos muy bien este alimento y es rara la persona a la que no le guste.
Suele estar presente en la mesa de principio a fin de la comida y por su sinfin de posibilidades gastronómicas, es un alimento muy versatil. Es el acompañamiento tradicional de muchisimos platos, combina bien con multitud de alimentos y se utiliza también como ingrediente de muchos platos de cocina y repostería.
Podemos encontrar multitud de variedades elaborados con trigo, arroz, maiz, centeno... Al que se le añaden además otros ingredientes, a parte del cereal, como leche, aceite, huevo, mantequilla, olivas... Y también se utilizan técnicas de cocción variadas, con calor seco, al vapor, utilizando molde o sin el...
Sobre el pan se podría hablar muchísimo, además cada región y cada país elabora unos panes característicos de la zona.
Los tipos de pan que más conocemos y consumimos en nuestro entorno son: el pan blanco, pan integral, pan con cereales, pan de molde, pan de leche, pan tostado o biscotes...
Pese a todo, el consumo de pan ha disminuido considerablemente, incluso en la alimentación infantil por la falsa relación que se hace con el sobrepeso. Cosa paradójica cuando el consumo del pan disminuye y la obesidad sigue aumentando.
El pan es un alimento básico que forma parte de nuestra alimentación tradicional. Nos aporta hidratos de carbono de absorción lenta y no contiene prácticamente grasas. Y aunque nos aporta calorías, su consumo dentro de una alimentación equilibrada no produce un aumento de peso.
En realidad lo que hace que aumenten las calorías de la dieta son los alimentos con los que acompañamos el pan. Muchas veces son embutidos, mantequillas, cremas de cacao, para acompañar salsas, mermeladas... todos ellos ricos en grasas y azúcares simples o de absorción rápida.
Por ejemplo:
100g de pan nos aportan unas 240kcal
30g de mantequilla nos aporta unas 230kcal
50g de chorizo nos aportan unas 200kcal
100g de croissant nos aporta unas 400kcal
100g de pasta, como macarrones o espaguetis en crudo, nos aportan unas 350kcal
Si os dais cuenta el pan no aporta muchas más calorías que otros alimentos, y si además estos otros aportan grasas, esta se acumulará más fácilmente en nuestro cuerpo por ser ya una grasa. Cosa que no pasa con los hidratos de carbono del pan o la pasta, que por ser de absorción lenta, no pasan directamente a la sangre y se van utilizando como energía a medida que el cuerpo lo necesita. Si hay un exceso, entonces estos se acumularan en forma de grasa.
Los hidratos de carbono tienen que representar como mínimo un 50% de la energía total que necesitamos para un día, y es a partir de alimentos como el pan, pasta, arroz, legumbres o tubérculos que los aportaremos.
Por otra parte, el pan también nos aporta proteína vegetal (unos 9g cada 100g de alimento) que si las unimos con las proteínas de las legumbres, un plato de lentejas estofadas con verduritas y un trozo de pan, nos aportarán una proteína de alta calidad y no tendremos que consumir carne o pescado.
Como diferencia entre distintos panes desde el punto de vista nutricional, el pan integral nos aportará más cantidad de nutrientes como vitaminas del grupo B y minerales, y más cantidad de fibra que el pan blanco, pero nos seguirá aportando las mismas calorías.
Pero entonces la cuestión es ¿Cuánto pan tenemos que comer?
En una alimentación equilibrada unas 2 o 3 raciones de pan al día sería muy correcto teniendo en cuenta que una ración son unos 40-60g de pan. Y si ofrecemos pan a nuestros hijos evitamos que coman otros alimentos que les aportarán más calorías como la bollería industrial.
Ya puestos a hablar de pan, me decidí a prepararlo en casa y quería compartirlo por aquí. Se trata de un pan casero súper fácil y rápido de hacer y que está buenísimo (eso lo confirmó mi hijo que se comió un buen trozo de pan).
Si queréis prepararlo necesitamos:
175ml de agua
7g de levadura de panadería seca (no vale levadura química)
20g de aceite
310g de harina de fuerza
7g de sal
También necesitamos un bol de pyrex con tapa (como el de la imagen)
Proceso de elaboración:
En el bol de una amasadora echamos todos los ingredientes: primero el agua, luego el aceite, la levadura, la harina y la sal. Amasamos a velocidad media unos 8 minutos. También se puede hacer a mano pero amasaremos unos 12 minutos.
Sacamos la masa del bol y en la mesa de trabajo espolvoreada con harina le daremos unos últimos golpes y bolearemos la masa (haremos una bola arremetiendo para dentro)
Preparamos el bol untando con aceite la tapa y el bol y espolvoreando con harina. Ponemos la bola de masa en la tapa, le echamos un poco de harina para que le dé un toque más rústico y le hacemos unos cortes, como más nos guste (por ejemplo en forma de cuadrado), y lo tapamos con el bol (sí, ponemos el bol al revés).
Con el horno desde frío, horneamos a 200ºC unos 45 minutos. Cuando le falten 10 minutos para que esté listo, quitaremos el bol dejando el pan en la tapa, para que se dore bien.
Para saber si está bien hecho le daremos la vuelta y le daremos unos golpecitos, tendrá que sonar a hueco.
¡¡Y ya tenemos nuestro pan casero hecho!!
Fuente de la receta: canal de youtube recetasdecocina