La portada tiene un brillo y un encanto especial. Y las ilustraciones son preciosas a todo color, que acompañan una historia muy bonita y con un mensaje enriquecedor que gusta a peques y mayores.
El pingüino Marcelino de color azul marino es un proyecto muy especial en el que se nota que han puesto mucho cariño. Un cuento cargado de ternura y a la vez sensaciones un tanto amargas.
Os cuento un poquito de la historia. Su protagonista es el pingüino Marcelino, que es de color azul marino y que ha llegado al polo desde muy lejos buscando amigos, pero la diferencia de color con los demás pingüinos, que son negros, hace que en un principio se sienta excluido, sin entender porque todos lo rechazan por ser diferente.
Pero la historia no se queda ahí, pronto el pingüino Marcelino aprende que lo que le hace diferente, le hace especial. Y demuestra a todos los demás pingüinos que ser diferente es algo extraordinario.
Lo que tiene de diferente, le hace único y, por tanto, especial.
Este precioso cuento ilustrado, es ideal si tenéis peques en casa en edad de empezar a leer. Es un cuento infantil con una gran sensibilidad y que trasmite dos mensajes:
Un mensaje bonito y esperanzador: no hay que tener miedo por ser diferente, ni excluir a los que son distintos a nosotros.
Y un mensaje necesario: lo importante que es pedir disculpas cuando nos equivocamos.
En cuanto al formato, está editado en tapa dura, con páginas a todo color y letra redondita, para que a los peques que están empezando a leer les resulte más sencillo. Y para que los mayores que leamos el cuento con ellos lo disfrutemos incluso más. ¡Es una auténtica MARAVILLA!
Esta historia está dedicada a todas aquellas personas que son, o se sienten diferentes y que aún no son conscientes de que en muchas ocasiones, una pequeña diferencia acaba convirtiéndose en una gran ventaja. El pingüino Marcelino y sus peripecias son un claro ejemplo de ello.
A través de su lectura podemos trasmitir a los peques varios mensajes que son muy importantes:
Todos tenemos diferencias, aunque no todos sabemos respetarlas. Las diferencias nos enriquecen porque aprendemos de otros. Las diferencias son lo que nos hacen ser únicos. Por lo tanto no es bueno ni malo ser diferente, dado que todos lo somos. Todos tenemos diferentes sentimientos, pensamientos, deseos, etc. Eso es lo maravilloso del mundo, que cada uno, de forma particular, tiene la ventaja de ser único, de pensar diferente y ser diferente, dado que las diferencias no solo erradican en ser diferente físicamente, sino en ser, pensar y actuar diferente. Cada quien es libre ser como quiera sin tener que ser juzgado por ello, y si dejamos de preocuparnos por juzgar a otros, comenzamos a aprender de ellos.
¿Qué sería de este mundo si todos fuéramos clones unos de otros? Unos mismos pensamientos, unas mismas actitudes y unos mismos cuerpos definirían en realidad una sociedad vacía y falta de espontaneidad, de magia y creatividad.
Porque ser diferente no debe ser sinónimo de exclusión. Y con los niños debemos reflexionar sobre ello. Ser diferente y saberse diferente es la mayoría de las veces una oportunidad.
¿Quién puede resistirse a esta joyita?
Puedes comprarlo aquí.
Os dejo un vídeo del cuento, narrado por Pepe Mediavilla.
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