El tiempo que un bebé pase dormido varía de acuerdo a la edad del mismo, aunque cada bebé es diferente y mientras que unos pueden dormir toda la noche desde el primer mes hay otros que solo concilian el sueño por momentos. El organizar el sueño de un bebé es algo que toma tiempo y dedicación, sin embargo, no puedes obligar a dormir a un bebé pues solo conseguirás que se irrite y créeme; ¡No irá a dormir!
Debes de tomar en cuenta que conforme el paso de los meses las horas de sueño de tu bebé van a ir disminuyendo, pero de igual forma esto es relativo dependiendo de cada bebé. En promedio tu bebé debe de dormir el siguiente número de horas de acuerdo a su edad:
Recién nacido: 18-20 horas.
1-3 Meses: 18-19 horas.
4-5 Meses: 16-17 horas.
6-8 Meses: 15-16 horas.
9-12 Meses: 14-15 horas
Tips para lograr un sueño tranquilo
- Establecer una diferencia entre el día y la noche. Esto lo puedes lograr creando sonidos y luces que le ayuden a tu bebé el identificar cuando debe de dormir siestas y cuando va a ser un sueño más largo.
- Panza llena corazón contento. Si tu pequeño se queda con hambre ten por seguro que no dormirá muy plácidamente, por lo que probablemente tendrás que despertarte a darle de comer.
- Pañal limpio y ropa cómoda. Gran parte de un buen sueño de bebé involucra estos dos factores debido a la incomodidad que genera el sentirse sucios o con ropa molesta. Procura cambiar el pañal de tu bebé antes de dormir y que su pijama sea fresca en el verano y abrigadora en el invierno.
¿Dónde dormirá el bebé?
En la actualidad existen métodos de aprendizaje en los que se inician a los bebés desde su nacimiento, tal como el Montessori que plantea el concepto de que el pequeño duerma en un colchón pegado al suelo. Esto con la finalidad de brindar al niño la posibilidad de subir y bajar de su cama cuando lo necesite, para evitar caídas y sobre todo para permitir que tu pequeño se familiarice con el ambiente que lo rodea y pueda interactuar de manera libre con este.
Las cunas siguen siendo la cama número uno de los bebés, y es que, aunque muchos las consideren “cárceles para bebés” por los barrotes que tienen, hoy en día hay una extensa variedad de diseños que facilitan el sueño de tu bebé. Y lo más interesante es que se transforman de acuerdo a las necesidades de tu bebé y de su crecimiento, pueden convertirse en camas normales y hasta en escritorios. Sin lugar a dudas, es una muy buena opción para ahorrar.
Las etapas del sueño
Durante el sueño un bebé tiene 5 etapas de comportamiento en las cuales puedes descubrir si tu bebé no durmió lo suficiente:
Etapa 1. Durante esta etapa vamos a encontrar un sueño tranquilo, libre de alteraciones en el que el bebé tiene los ojos cerrados, una respiración regular y se encuentra inmóvil.
Etapa 2. Esta etapa corresponde al sueño agitado, dentro de la cual el pequeño comienza a moverse, estirarse, gesticular, etc. El sueño de un bebé abarca esta etapa en un 50%.
Etapa 3. Durante esta etapa tu bebé se encuentra despierto y analizando su entorno.
Etapa 4. Si tu bebé tiene alguna molestia te la hará saber en esta etapa, por lo que lo podrás notar algo agitado.
Etapa 5. Si no logras identificar que tu bebé tiene sueño ten por seguro que comenzará a llorar y deberás de arrullarlo para calmarlo.
Cuidados durante el sueño
En muchas ocasiones nos encontramos con situaciones en las que por cuestiones médicas o de desarrollo nuestros bebés necesitan atención especial para la hora de dormir, por lo que te aconsejo lo siguiente:
1. Si tu hijo presenta regurgitaciones frecuentemente debes de consultar con tu pediatra cuál es la posición adecuada para dormirlo, ya que en muchos casos esto evita el regreso de leche.
2. De igual forma para evitar las regurgitaciones puedes comprar un colchón antireflujo, el cual es de gran ayuda ya que está elaborado para que en caso de presentarse una regurgitación esta sea expulsada sin poner en riesgo a tu pequeño.
3. En cuanto a la posición recomendada para dormir a tu hijo los expertos coinciden que deben dormir de lado, tomando en cuenta que una semana debe ser del lado derecho y a la siguiente del izquierdo para que su cabecita se centre y no vaya a quedar inclinada hacia un lado en particular.
4. Para evitar que tu bebé se ruede durante el sueño existen una especie de almohadones con forma de cilindros rellenos que puedes colocar alrededor de tu hijo y de esta forma no solo conseguirás que no se mueva, sino que también se sentirá protegido por lo que su sueño será más placentero.
5. En algunos modelos de cunas traen cajones al pie de esta que quedan al alcance del bebé, debes de evitar colocar cosas pequeñas que tu hijo pueda tragar, medicamentos y/o pomadas que pueda tomar, entre otras.
6. Evita colocar peluches dentro de la cuna de tu hijo, ya que con el movimiento de tu bebé estos podrían tapar los orificios de su nariz evitando que se lleve a cabo la respiración.
No me deja dormir en la noche
La mayoría de los bebés logran conciliar el sueño nocturno en su totalidad a partir de los 4 meses, sin embargo, hay momentos en los que se despiertan llorando de una manera inconsolable, lo que probablemente signifique que algo está molestándolo. Lo primero que debes de hacer es identificar la causa que lo tiene de esta forma, ya sea: hambre, sed, malestar estomacal, frío, calor, etc.
Una vez identificada la causa puedes seguir alguno de los siguientes consejos para prevenir que esto suceda:
-Darle su biberón antes de dormir.
-Bañarlo por la noche.
-Tomarte un tiempo previo para crear un ambiente de tranquilidad.
-Puedes darle un poco de té para que su sueño sea tranquilo y no tenga sed.
El ritual del sueño
No hay mejor forma de enseñar a un bebé a dormir que creando un ritual de sueño que involucre una serie de pasos que permitan al pequeño identificar que se está preparando para ir a la cama. Es importante que tomes en cuenta que este ritual es algo que permanecerá en la vida de tus hijos para siempre, por lo que debes de implementar acciones que puedes continuar haciendo durante un largo período de tiempo. El ritual de sueño puede abarcar varios factores, tales como: un baño previo, el uso de un objeto transicional (chupón, peluche, sabanita, etc.), biberón de leche, canciones de cuna, aromas, luces, entre otros.
Ahora ya lo sabes, el proceso de sueño de un bebé es diferente al de un humano y muy complejo ya que implica emociones, experiencias y aprendizajes del día a día de tu bebé. No te frustres porque lo que hagas un día te funcione a la maravilla y al día siguiente no, todo es cuestión de tiempo, paciencia y de mucho pero mucho amor hacia tu hijo.
Te aseguro que durante este tiempo tendrás más de una desvelada y veinte días de ojeras, pero al final rendirá frutos y tendrás un hijo que dormirá las 8 horas diarias recomendadas y que desarrollará al máximo su capacidad intelectual y motriz.
Espero que te haya sido de gran utilidad este post y te invito a que me sigas leyendo, seguiré escribiendo acerca de este mundo tan maravilloso de los bebés, la maternidad y la paternidad. ¡Hasta la próxima!