1. Las de toda la vida, un clásico.
Este tipo de trona, es el que ha funcionado durante muchos años. Tiene la silla lo suficientemente grande para que al niño le valga sus primeros años, y además con un cojín para que le sea muy cómoda. Dispone también, tal y como se muestra en la imagen, de una bandeja propia.
Lo que más me gusta de esta trona, es que suele ser muy cómoda para los niños, y la bandeja es bastante práctica. Por otra parte, es bastante aparatosa, ya que necesita de un mínimo de espacio. Y según donde se coloque, ocupa demasiado espacio.
2. La típica trona de Ikea
Este modelo de trona se vende en Ikea, seguramente lo hayáis visto en algún restaurante. Yo por lo menos, me la he encontrado en algunos restaurantes. La idea es bastante parecida a la clásica trona, pero bastante más simple, sin acolchar, y sin la estructura mínimamente reforzada que haría falta para que fuera una trona más completa. La parte buena es que es muy asequible, creo que vale unos 20 euros, lo malo es que yo creo que lo barato sale caro... no le veo una estructura fuerte, ni cómoda para un niño.
3. Sujeta a la mesa
Este tipo de tronas, se sujetan a la mesa y quedan suspendidas en el aire. Son muy recomendables para gente que no dispone de mucho espacio para una trona clásica, ya que, al ir sujeta a la mesa, no ocupa tanto espacio. Esta trona la tuvimos con el enano, y la verdad es que quedé muy contenta. Lo mejor es que ocupa poco, y a él le encantaba. La parte negativa, es que no se puede poner en cualquier tipo de mesa, y que sólo dura algún tiempo, ya que tiene un límite de peso soportado. Nosotros la tuvimos como 1 año y medio aproximadamente.
4. Trona portátil o de viaje
Estas tronas están dedicadas a ser fácilmente transportadas. Se sujetan directamente a una silla, y tienen acolchados el asiento y el respaldo. Nosotros ahora tenemos una de estas, porque así, cuando vamos a comer a algun sitio que no disponga de tronas, nos llevamos la nuestra :) O por ejemplo, cuando vamos a comer a casa de los abuelos. Son prácticas de llevar, y en casa no te ocupan más que una silla. La parte negativa es que para poder utilizar una trona de este tipo, el bebé debe saber mantenerse sentado con bastante firmeza, ya que no sujetan igual que otras tronas.
Bueno, y hasta aquí. Ya no me enrollo más, porque esto de las tronas da mucho juego. Como os decía al principio, es una pasada todo lo que ha evolucionado estos años. Espero que os haya servido para decidiros por alguna, en caso de que necesitéis comprar una trona.
Un saludo!