Hoy os traigo un material estupendo para trabajar las emociones. ¡Qué importante es enseñar a descubrir las propias y las de los demás!, para mí es primordial y considero que desde pequeños debería haber una asignatura de educación emocional en colegios. Ya que las emociones poseen una función adaptativa hacia lo que nos rodea que resulta fundamental para hacernos encajar en nuestro contexto social. Acompañar a los niños en la expresión emocional es muy importante para una inteligencia emocional sana.
Tener Inteligencia Emocional significa saber dirigir y equilibrar las emociones.
Reconocer las emociones, identificarlas y aprender a canalizarlas es un proceso de aprendizaje que dura años y que comienza en la primera etapa de sus vidas. Los estados de ánimos son múltiples y tienen matices. Algunos de ellos son muy complejos. ¡Incluso a los adultos nos cuesta lidiar con algunas de las emociones más intensas!
Por eso Emoying es a la vez un juguete y una herramienta de aprendizaje. Con ellos, los peques pueden jugar a expresar los diferentes estados de ánimo y, mientras juegan, los van interiorizando y aprenden a reconocerlos e identificarlos.
Un recurso fantástico para que el niño identifique emociones propias y de otros a través de las expresiones faciales.
Hace días que tenemos este recurso tan estupendísimo y lo estamos utilizando muchísimo. Se llama Emoying y es de la marca Wodibow. Está compuesto por 20 medias caras imantadas, de madera maciza, que se pueden combinar entre ellas para formar la expresión de una emoción. Hasta 100 combinaciones diferentes.
Las caritas expresivas son un vehículo de expresión emocional estupendo en una etapa de su infancia en la que les cuesta expresarlas verbalmente. De igual forma, son una herramienta estupenda de reconocimiento. A los peques les cuesta reconocer correctamente sus emociones.
¡Y es que esto no siempre es tarea fácil, ni siquiera para los adultos!
En ocasiones, los peques son los peques no saben expresar sus emociones y reaccionan ante ellas de la única manera que saben: gritan, lloran, patalean…
Una de las maneras más recomendables de evitar estas reacciones, además de adelantarse a ellas, es enseñarles a reconocer sus emociones y a expresarlas.
Y en esto, EMOYING, nos puede ayudar. Es una poderosa herramienta lúdica y educativa que, bien empleada, ayudará en el crecimiento y la adaptación social de los peques. Ya que, cuando los peques son conscientes de sus emociones, mejora su capacidad de procesarlas y tomar decisiones sobre su comportamiento.
¿QUE ES EMOYING?
Los EMOYING son piezas de madera imantadas que muestran diferentes expresiones faciales. Tienen forma circular y cada pieza es la mitad de un círculo.Y como los peques son unos grandes aprendices visuales, son geniales para trabajar las emociones con ellos.
Es un juguete muy divertido, ¡a los peques les encanta! Y al mismo tiempo ayuda a su educación y desarrollo.
Hay medias caras con ojos y medias caras con bocas, que los peques pueden combinar a su antojo. Unidas, forman una carita que expresa una emoción. ¡Y hay tantas combinaciones posibles que la gama de expresiones es tan extensa como variada!
Sus expresiones faciales están pintadas con pintura al agua ecológica.
¿CÓMO SE JUEGA CON EMOYING?
NUESTRAS PROPUESTAS DIDÁCTICAS
Admite diferentes variantes de juego, atendiendo a su carácter educativo:
JUEGO 1. JUEGO LIBRE: podemos dejar que los peques solos con su imaginación y su creatividad, jueguen a combinar las piezas y a identificar las emociones que con ellas expresan.
JUEGO 2. ¿CÓMO TE SIENTES HOY?: los peques deben formar, juntando ojos y boca, la expresión facial que representa cómo se sienten ese día. Seguro que entre todas las posibilidades que ofrecen las 20 piezas de este Emoying, los peques son capaces de formar la cara que más se adecua a su estado de ánimo. Los Emoying se enfadan, se mofan, se ríen o lloran. Los peques deciden intercambiando sus mitades el estado de ánimo que quieren expresar.
JUEGO 3. FORMA LA MISMA EXPRESIÓN: los peques disponen de caritas pequeñas de cartón, deben formar con las piezas de madera cada una de ellas.
JUEGO 4. COOPERACIÓN: los peques dispondrán de cuatro caritas de cartón. Todos juntos deben crearlas con las piezas de madera . Formando un único equipo, todos los miembros colaboran para alcanzar un objetivo común (formar e identificar emociones). Este otro tipo de juego incentiva el trabajo en equipo, la socialización y la comunicación.
JUEGO 5. LEEMOS Y FORMAMOS: los peques disponen de diferentes cartones en los que aparece una emoción escrita: enfadado, contento, triste,enamorado o sorprendido. Deben formar debajo de cada uno, la expresión correspondiente.
JUEGO 6. LEEMOS, ELEGIMOS Y FORMAMOS: los peques disponen de diferentes cartones en los que aparece una emoción escrita: enfadado, contento, triste,enamorado o sorprendido. Deben colocar debajo de cada una, la expresión de cartón correspondiente y después crearla con las piezas de madera.
JUEGO 7. ¡MEZCLA DE EMOCIONES! La actividad es como la explicada anteriormente, pero esta vez, dejamos intacto el texto, pero mezclamos las caritas de cartón y las piezas de madera. Los peques deben prestar mucha atención y colocar debajo de cada texto las expresiones faciales correctas.
JUEGO 8. FÍJATE EN EL MODELO Y CREA. Los peques deben formar con las piezas de madera la emoción que les señale de la caja en la que vienen guardadas todas las piezas.
JUEGO 9. ¿QUÉ EMOCIÓN HA DESAPARECIDO? Los peques tendrán cuatro caritas de cartón y cuatro caritas formadas con las piezas de madera encima de la mesa. Se deben fijar muy bien, porque dos de las de cartón desaparecerán cuando se tapen los ojos. Los peques deberán prestar atención, fijarse en las caritas y coger aquellas de madera que corresponden con las caritas de cartón desaparecidas.
JUEGO 10. ¡JUGAMOS EN EL FRIGORÍFICO! Como las piezas tienen imán por atrás, podemos jugar libremente en el frigorífico. Y... ¡EN LA PIZARRA MAGNÉTICA! Podemos aprovechar también el inicio y el final del día para decir cómo nos sentimos. Colocando en la superficie metálica las piezas, a la altura de los peques y estos deben hacer su combinación y ponerle nombre.
JUEGO 11. ARRASTRA LOS OJOS A SU CORRESPONDIENTE BOCA. Colocamos en la parte izquierda de la nevera todos las partes de ojos y en la derecha las partes de las bocas. Los peques deben arrastrar cada ojo a la boca correspondiente, bien que le digamos, bien siguiendo un modelo o de forma libre, dejando volar su imaginación.
JUEGO 12. ¡CON LOS OJOS VENDADOS! Colocamos en la nevera o en la pizarra magnética varias caritas. Le decimos a nuestro peque una en concreto, por ejemplo: ¡Busca la cara sonriente o feliz! Los peques con los ojos vendados o tapados por un compañero, deben encontrar la carita utilizando el sentido del tacto. Como las bocas y los ojos están hundidos en las piezas, pueden ir arrastrando su dedito para identificarlas. ¡Se lo pasan genial!
¡Podéis ver todos los juegos realizados por los peques en el vídeo de abajo!
¡No tiene despercidio!
NUESTRA EXPERIENCIA DE USO
Los peques con los que he utilizado EMOYING tienen entre 3 y 5 años aproximadamente, algunos se están iniciando en el reconocimiento de las emociones y otros ya son capaces de identificar y expresar algunas de ellas.
Algunos, en un primer momento, se han limitado a jugar de forma libre, juntando las mitades a su antojo, pero poca a poco, han ido siendo capaces de identificar expresiones faciales correctas a diferentes emociones, combinándolos correctamente entre sí para expresarlas.
Con los más pequeños, hemos jugado a identificar algunas emociones básicas como la alegría o la tristeza. Y otras como sorpresa, enfado, miedo, etc.
Lo que más les ha gustado, es que las piezas de madera se pueden mezclar y combinar entre sí, en diferentes superficies: en la mesa, en la alfombra y hasta en la puerta de los frigoríficos que tenemos en el aula.
¡SI, también se pueden usar en superficies metálicas!
¡Si es que, ya lo decía yo, son geniales!
Sinceramente, me ha parecido una magnífica herramienta de aprendizaje, un juguete ideado para una de las necesidades vitales de la primera infancia y un excelente material que nos anima, a peques y mayores, a utilizar una nueva y divertida forma de expresarnos.
En definitiva, Emoying ofrece infinitas posibilidades.
¿HAY DIFERENTES TAMAÑOS?
La respuesta es... ¡si! Desde Woodibow recomiendan cualquiera de las versiones para pequesa partir de 2 años.
Emoying es la versión XL del juguete. Sus piezas son más grandes y resultan perfectas para que las unan y combinen las pequeñas manitas de nuestros peques.
Los Emoying son grandes. Puedes adquirir 10 piezas para crear hasta 25 expresiones faciales o 20 piezas para crear hasta 100. Vienen en cajas cilíndricas de 13 cm de diámetro. La caja de 10 piezas tiene 17 cm de alto y pesa 1 kg. La caja de 20 piezas mide 27 cm de altura y pesa 2 kg. Cada cara tiene un diámetro de 12 cm y un grosor de 2 cm.
Los Nanoemo son pequeños y es mucho más fácil llevarlos a todas partes. Comparten los mismos estados de humor y expresiones faciales que sus hermanos mayores. Miden 6 cm de diámetro y tienen un grosor de 1 cm. Vienen en una caja cilíndrica de 8 cm de diámetro y 15,5 cm de altura que pesa 0,35 kg. Seguro que entre estas 100 caras encuentras una combinación que se adecua a tu estado de ánimo de hoy.
Tanto los Emoying (piezas más grandes y emociones principales) como los Nanoemo (piezas pequeñas y más cantidad de emociones) vienen en unas cajas cilíndricas de madera que nos permiten llevárnoslas de vacaciones o a casa los amigos o familiares.
¿QUÉ SÉ REFUERZA CON EMOYING?
Además del reconocimiento de las emociones, también reforzamos la coordinación óculo-manual, el agarre y la precisión, también mejoramos la atención y dejamos volar nuestra imaginación.
La coordinación óculo-manual, también denominada como coordinación óculo-motora, óculo manual, o visomotriz, se puede definir como la habilidad que nos permite realizar actividades en las que utilizamos simultáneamente los ojos y las manos. Actividades en las que integramos simultáneamente la información que nos facilitan nuestros ojos (percepción visual del espacio) para guiar el movimiento de nuestras manos.
Con este juguete, los peques emplean las manos para ejecutar una tarea: unir las piezas de madera para formar una emoción. Lo hacen de manera simultánea y coordinada, en base a la información visual que reciben.
Tal y como podéis comprobar es un juguete muy polivalente, como todos los que hemos probado anteriormente de esa marca. Un juguete que ofrece muchísimas posibilidades de juego con los peques y que podemos adaptar a todas las edades. Además da para un buen rato de juego.
¡Nos lo pasamos genial!
Os dejo un vídeo donde podéis ver cómo nos hemos divertido con EMOYING:
¡No os lo perdáis!
JUGUETES RESPETUOSOS CON EL MEDIO AMBIENTE
Todos los productos de esta marca son productos 100% naturales, no llevan cosas raras que contaminen ni perjudiquen al planeta, al hombre y a los animales. Y han sido elaborados con muchísimo cariño, están llenitos de amor por todos lados.
El equipo de wodibow no puede ser más profesional, ni trasmitir más ilusión y cariño en todo lo que hace. Aúnan diseño y naturaleza con emoción, ilusión y cariño. Y esta combinación hace que sus productos sean de excelente calidad.
Éste no es el primer juguete de Wodibow que pasa por nuestras manos. Anteriormente, ya habíamos probado Chalking art y Chalking Sumouse con excelentes resultados (de hecho, son unos de los juguetes favoritos de los peques). Personalmente, me encanta el diseño tan original y la funcionalidad de los productos de esta marca de juguetes educativos.
Desde Wodibow prestan atención a los pequeños detalles y miman al milímetro los diseños de sus juguetes. Sus juguetes ofrecen calidad en los materiales y durabilidad en su uso. Cualquiera de sus juguetes nos parece un regalo perfecto.
¡Sigo fascinada! y los peques más.
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