Para empezar, ¿qué es la Beta?
La B- hCG (hormona coriónica humana), comúnmente llamada Beta, es inicialmente secretada por algunas células embrionarias poco tiempo después de la implantación en el útero. El rápido aumento en los niveles de hCG después de la concepción la convierte, por antonomasia, en la primera confirmación del embarazo. También es un parámetro muy utilizado para la monitorización del correcto desarrollo de la gestación. La hCG permite la síntesis de la progesterona, tan necesaria para la aparición de un grueso revestimiento de vasos sanguíneos y capilares que permitirá el correcto desarrollo de un feto.
Los niveles de hCG pueden medirse tanto en sangre como en orina. En cuanto al test de orina, tiene un límite de detección de 20 a 100 mUI/ml dependiendo de la marca del test. Es recomendable hacerlo con la primera orina del día. En cuanto a la determinación de esta hormona en sangre, se pueden detectar niveles más bajos, como por ejemplo de 5 mUI/ml. Por lo tanto, la medición de esta hormona en sangre es más específica que en orina. En los embarazos de más de un feto, los niveles de esta hormona pueden llegar a ser hasta un 50% más elevados que en los embarazos de un solo feto. Aun así, se recomienda confirmar un embarazo múltiple mediante una ecografía.
Pero, ¿cuándo es recomendable realizarse la prueba de la Beta?
En los tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV) se realiza la prueba a los 13-14 días de la recogida de los ovocitos. Si se trata de tratamientos de donación de ovocitos o transferencia de embriones congelados, se determina a los 13-14 días de haber iniciado la administración de la hormona progesterona.
Una vez pasados estos 13-14 días, el valor de beta se considerará de buen pronóstico a partir de 30 mUI/ml. Si es mucho más alto, sugerirá un embarazo múltiple, aunque no se podrá ratificar hasta la primera ecografía. Si la mujer se realiza antes de este periodo la prueba, debe saber que el resultado será negativo independientemente de si está embarazada o no, pues la actividad embrionaria es tan pequeña que no hay suficiente cantidad de beta para poder medirla adecuadamente. En cambio, si la mujer desea realizarse la prueba unos días más tarde, no tendrá ninguna influencia en el resultado. Aun así, se intenta hacer el test en los 14 días (como máximo) debido a la dureza, desde el punto de vista emocional, que supone esa espera de tiempo para la pareja.
¿La Beta es una prueba fiable?
Totalmente, un resultado positivo en un laboratorio especializado significa que se ha producido la implantación con éxito. Evidentemente, lo que no se puede asegurar es que el embarazo evolucione con normalidad. Aun así, según los niveles se pueden establecer determinaciones cuantitativas. De este modo, si el valor de beta en sangre es adecuado, la probabilidad de perder el feto antes de la primera ecografía es muy baja. En este caso se mantiene la medicación y se programa una ecografía 2 o 3 semanas después.
Si el valor es bajo, el pronóstico no es demasiado bueno, aunque esto no significa que no se haya conseguido el embarazo. En este caso, se mantendría la medicación y se repetiría el análisis unos días después. Si en este segundo análisis se produjera una evolución de los niveles de beta, se programaría la ecografía. Por último, si el valor de beta es negativo, significa que no ha habido implantación y se debe suspender la medicación.
A continuación os mostramos una tabla sobre los niveles de beta hCG en cada etapa de la gestación (para gestaciones de un único feto). Estos valores tan solo son orientativos.
Semanas desde la última regla Rango aproximado (mIU/ml)
3 – 4 9 – 130
4 – 5 75 – 2600
5 – 6 850 – 20800
6 – 7 4000 – 100200
7 – 12 11500 – 289000
12- 16 18300 – 137000
16 – 19 (2º trimestre) 1400 – 53000
19 – 41 (3º trimestre) 940 – 60000
Fuente: Dra. Ana Fabregat, farmacéutica del Instituto Bernabeu.
Recordarte que estee artículo es meramente informativo y que, para saber los niveles de beta, es recomendable acudir a un médico especialista para realizar las pruebas que considere oportunas, así como de estudiar a la pareja y asesorarla según sus necesidades y condiciones.
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