A continuación se muestran los estilos educativos existentes:
Estilo Autoritario
Los padres no suelen expresar su afecto a los hijos, no le dan importancia a los intereses que los hijos puedan tener y a las necesidades del momento.
Se encuentran bajo un ambiente donde las normas están impuestas muchas veces sin explicación (no vamos al parque porque lo digo yo), se ejercen castigos severos y sin razonamiento.
Consecuencias:
Va a facilitar que el niño tenga dificultades para el desarrollo de la empatía, esto ocasionará mayores conflictos tanto a nivel interno como con los iguales, puede llevar a que ejerza la violencia en muchos casos y por ende a que sea rechazado.
Va a presentar infelicidad y baja autoestima.
Son niños que se caracterizan por ser retraídos y temerosos.
Estilo Democrático
Este estilo se caracteriza por el afecto que muestran los padres hacia los hijos, de una manera constante, la relación es cálida, existe comunicación para expresar deseos y desacuerdos sin miedo, pero al mismo tiempo se establecen limites y normas firmes, con sus derivadas consecuencias tras la conducta.
Sería un padre flexible que favorece la autonomía de su hijo.
Consecuencias:
El menor desarrollará durante su infancia elevada autoestima, estabilidad emocional, afecto y un conocimiento del yo, así como, estará dentro de los márgenes de un estado alegre.
Logrará empatizar con los iguales, tener mayor adaptación a las situaciones difíciles y menor malestar interno.
Estilo Permisivo
El menor es el que maneja al adulto.
Los padres anteponen los intereses y deseos del niño, pese a que no sea lo más adecuado en ese momento (regalar un balón que el niño desea aunque se haya comportado mal).
No se establecen normas, no se exige al menor el cumplimiento de determinadas responsabilidades y obligaciones (estudiar).
Se sobreprotege al niño.
Consecuencias:
El menor no va a desarrollar motivación para trabajar por lo que quiere conseguir, puesto que los padres se lo proporcionan sin esfuerzo y, si lo intenta, se va a rendir mucho antes.
Va a tener dificultades para el manejo de la frustración y el control de impulsos.
Son niños inmaduros y egoístas que exigen el obtener las cosas.
Estilo Negligente
La implicación de los padres en las tareas de crianza, educación, y relación es escasa o nula, existe una frialdad y aislamiento.
No existen normas, afecto ni comunicación. En algunos casos no son atendidas las necesidades básicas de alimentación, higiene, cuidados.
Consecuencias:
Estos niños van a presentar dificultades para desarrollar su autoconcepto, empatizar, desarrollar emociones y presentar una elevada autoestima.
Van a tener dificultades para seguir normas y límites, lo que va a favorecer que se presenten con mayor probabilidad conflictos con los iguales y la sociedad.
PRÁCTICA:
¿Sabrías situarte en el estilo educativo que ejerces? ¿Conocías las consecuencias?