Ecografía de la semana 12
Ahora que he pasado ya el primer trimestre y por fin me he atrevido a publicar en Instagram la feliz noticia, quería contar por aquí cómo ha sido el primer trimestre. Con ésto no quiero que ahora el blog de repente pase a ser un blog de maternidad, pero como es lógico, sí que hablaré sobre ciertas cosas relacionadas con el tema, pues a partir de ahora va a ser parte de mi vida y al final el blog, al menos en mi caso, siempre se adapta a mis circunstancias.
Nos enteramos de que estaba embarazada el mismo día que volvimos de Dublín, el 1 de enero. Decidí hacerme la prueba porque durante el viaje tuve una regla un poco "rara" que resultó ser el manchado de implantación; fue muy escasa y me duró sólo tres días, pero no descubrí que fue el manchado de implantación hasta que me hice la prueba, pues ocurrió tres días después del día que me tenía que haber venido la regla y no sospeché nada. Otro pequeño síntoma que después asocié al embarazo fue que el día 1 por la mañana tuve como resaca, pero en fin de año sólo tomé una cerveza y una copa casi sin alcohol (ya sabéis que en Irlanda las sirven con cuentagotas, literal), por lo que era prácticamente imposible que me encontrase mal. Así que nada más llegar a casa me hice la prueba, y no pasó ni un minuto y ahí estaban las dos rayitas ¡no nos lo creíamos!
Hasta el 17 no vi a mi ginecóloga y con una primera ecografía se confirmó el embarazo. Estaba de 7 semanas.
Ecografía en la semana 7
Justo una semana antes empecé con las náuseas. Me acuerdo perfectamente cuándo fue porque había quedado con unas amigas para cenar y tenía la tripa un poco revuelta, pero pensaba que era algún virus del colegio. Pero al día siguiente me levanté igual, y al otro, y al siguiente también...y así fue como llegaron las temibles náuseas. Me duraron casi hasta finales de febrero, aunque hacia la semana 9 parecieron desaparecer, pero después volvieron incluso peores. Nunca llegué a vomitar, pero la sensación era bastante desagradable, pues además de las náuseas también tenía ardor y dolor de estómago (la ginecóloga lo llamó " gastritis del embarazo") y al contrario de lo que pensáis, en lugar de perder el apetito, necesitaba comer cada dos horas, pues tener el estómago vacío me daba más ardor. El problema era que cada vez que comía, además de calmar el ardor, me revolvía más; así que la sensación de malestar era constante, encontrándome peor por las noches que por la mañana.
He de decir que mi dieta las primeras semanas no fue muy buena, ya que sólo me apetecían guarrerías: donuts, tigretones, snacks...aunque poco a poco fui cambiándolos por alimentos más sanos sobre todo plátano y frutos secos, pues me daban menos náuseas y gases. A la hora de comer tampoco me apetecía comer mucha variedad, pero lo que más me apetecía era comer puré de patatas, queso, patatas cocidas... Según fueron pasando las semanas descubrí que los alimentos con mucho azúcar me sentaban realmente mal, así que poco a poco he ido reduciendo el azúcar y ahora mismo, quitando momentos puntuales, no tomo nada de azúcar añadida, y si necesito endulzar algo utilizo stevia. Igualmente en el primer trimestre he engordado 4 kilos, pues además del malestar, tampoco me ha apetecido hacer nada de ejercicio.
Además de la comida, también he tenido cuidado con las cremas que he utilizado en mi rutina diaria, ya que no se pueden utilizar productos que contengan ácido salicílico, cafeína ni retinol. También hay que tener cuidado con los aceites esenciales; más adelante escribiré un post dedicado a mi rutina de belleza durante estos meses. Además, desde un poco antes de la semana 12 estoy utilizando una crema antiestrías.
En cuanto a la ropa, he podido utilizar mis pantalones hasta la semana 12, aunque las dos últimas semanas ya necesitaba una goma para cerrármelos. También he evitado las camisetas y jerseys muy ajustados, pues en el trabajo aun no lo sabían. Aunque no es lo habitual, a partir de las semana 12 ya solo he utilizado pantalones de premamá, pero como tenía tantos gases era con lo que más cómoda me sentía. Todos mis jerseys y vestidos los sigo utilizando sin problema (podéis cotillear los looks de ascensor de enero y febrero, para que veáis qué me puse esas semanas). También he tenido que comprarme una talla más de sujetador.
En cuanto a las pruebas que me he hecho han sido varias ecografías y un primer análisis donde salió baja la vitamina D, aunque la más importante es la de la semana 12, en la que ven el pliegue nucal, donde junto a un análisis de sangre (cribado) descartan posibles problemas cromosómicos (el 21 y el 18); yo tenía un poco de miedo por mi edad (este año cumplo 37), pero me salió un riesgo bastante bajo, por lo que se descartó realizar la anmiocentesis.
Ecografía en la semana 9
¡Ah! en la semana 13, en otra ecografía de control, la doctora nos dijo que ya se sabía el sexo, pero nosotros no queremos saberlo hasta que nazca.
Y creo que no me olvido de nada. La verdad es que el primer trimestre se me ha pasado muy lento, pues sólo quería que pasaran las semanas y saber que estaba todo bien. Además, el malestar tampoco me ayudó nada y sólo quería acostarme y que pasaran los días.
Ahora ya me encuentro mucho mejor, quitando una gastroenteritis que me dejó muy floja la semana pasada y un mioma bastante grande que me esta dando un poco la lata. Pero las nauseas parece que han desaparecido, aunque como os he dicho ahora controlo mucho lo que como y tengo que tener cuidado de no comer salsas, picante o mucho dulce para que no vuelvan, pero ahora ya como casi de todo. Dicen que ahora empieza lo mejor, así que sólo me queda relajarme y disfrutar.