Hoy os traigo una receta, que es para chuparse los dedos, es uno de los platos que más buenos y más sabrosos me salen. Tiene un poquito de trabajo, pero merece la pena al 100% y os lo recomiendo. Esta receta es totalmente inventada por mí, llevo años haciéndola y modificándola, hasta que he dado con los ingredientes que mejor combinan entre ellos.
Me gusta mucho la comida asiática, me gusta ver programas de cocina, y sobre todo aquellos que son grabados en los países asiáticos, gracias a ellos he aprendido que la base de cualquier plato asiático es el ajo, jengibre y el chile; he aprendido que es una comida donde se trabaja con el ying y el yang, que si uso algo picante, luego tengo que equilibrarlo con algo dulce; por eso os digo que la receta es inventada por mí, he ido cogiendo todo aquello que me gusta e intentado crear un plato sabroso, nutritivo y delicioso.
El tiempo de preparación suele ser una hora, entre preparar los ingredientes y hacerlo todo. Con estas cantidades tendréis para unos 3 o 4 platos (normalmente hago un wok y congelo los otros dos platos).
¡Vamos al lío!
Fideos Asiáticos de Huevo (son más sabrosos que los de arroz)
Agua
2 Pimientos verdes grandes (acepta también rojo y amarillo)
1/2 Calabacin grande
1 Cebolla
Cerdo troceado/pollo/ternera (lo que prefiráis)
2 huevos
2 cucharadas de azúcar
3 Ajos picaitos
jengibre en polvo
un poco de chile
Aceite de girasol
(Ahora empiezo con ingredientes más específicos y raros en la cocina)
Un tapón de vino de arroz
Salsa de Soja Clara
Salsa de Soja Oscura
Salsa de Ostras
1º. Lavar, pelar y picar en trozos pequeños las verduras. Reservar.
2º. Cocer los fideos de huevo según indique el fabricante.
3º. Poner el wok al fuego vivo, y poner un poco de aceite de girasol. Mientras en un cuenquecito, poner: el ajo picaito, el jengibre en polvo y el chile (yo compro una pasta de chile que es muy cómoda para cocinar y se guarda en la nevera, es un bote que parece una pasta de dientes, por lo que controlo muchísimo las cantidades), mezclar con una cuchara, cuando veamos el aceite que ya humea, echar esta mezcla, con mucho cuidado que no se queme!! si es necesario, retiraremos el wok del fuego y lo haremos aparte, pero cuidado con el ajo no se queme.
4º. Echar los pimientos al wok y hacer en un fuego medio, aquí echaremos solo un poco de sal (la sal nos ayuda a que el pimiento se haga antes porque se deshidrata a mayor velocidad y en verdad nosotros salaremos con la salsa de soja), cuando veamos que los pimientos están un poco pochados, echar la cebolla y el calabacin. Remover bien y dejar hacer unos 5 minutos.
5º. Llegados este momento, los fideos tienen que estar ya hechos o casi, así que le quitaremos el agua y los reservamos.
6º. Añadir al wok la carne troceada, y dejar que se haga a fuego vivo. Verter el tapón del vino de arroz en el wok y un poco de salsa de soja clara (para sazonar). Removemos bastante para que los ingredientes no se peguen en el wok.
7º. Echamos las dos cucharadas de azúcar y medio vasito de agua (fuego medio), ayudaremos así a que el azúcar se disuelva y se ligue antes con los otros ingredientes. Luego, echar un par de cucharadas de salsa de ostras, y ligar todo bien.
8º. Batir los dos huevos, hacer un hueco en el centro del wok, y con la vitro puesta en el 7 u 8, verter los huevos batidos. La idea es hacer como unos huevos revueltos, así que dejaremos que el huevo cuaje, lo mezclaremos un poco, dejaremos de nuevo cuajar más, y así, hasta que veamos que está hecho (tiene que terminar como una tortilla francesa destrozada). Si veis que a lo mejor haciendo los dos a la vez os va a resultar difícil, podéis hacer primero un huevo y a continuación el otro.
9º. Añadir los fideos de huevo al wok, mezclar todo bien, echar un par de cucharadas de salsa de soja oscura, volver a mezclar, retirar del fuego y servir.
Por último deciros que este plato es muy agradecido, y admite las variaciones que queráis con las verduras, carnes, añadir langostinos... ¡Lo que queráis!
¡Qué lo disfrutéis!