Una de las afecciones más frecuentes en la población infantil es la enuresis o pérdida de orina nocturna. Esto ocurre en todos los países sin distinción de sexo o raza, y su distribución es a partir de los 5 años de un 16%, así como un 7% sigue manteniéndolo a los 7 años. Este problema puede producir en los niños vergüenza ante los amigos o compañeros de clase si se enteran, sentimientos de inferioridad, inseguridad y otras patologías que pueden retrasar su evolución a la madurez.
La medicina alopática, es decir, la medicina occidental lo considera un problema de difícil solución ya que, al incidir diversos factores, léase miedos infantiles, niños extremadamente sensibles, inseguridades, etc. complica el diagnóstico y la aplicación farmacológica correspondiente.
Doña M.ª Luisa Rodriguez Saladriga, licenciada en Sociología y Master en MTN (Medicina Natural y Tradicional), en un estudio de SEDIBAC (Sociedad para el estudio y la Difusión de la Terapia del Dr. Bach de Cataluña) menciona los beneficios de las Flores de Bach contra la pérdida de orina nocturna de los niños y la rapidez de los resultados mediante esta terapia. Dice:
Estos resultados expresan que la eliminación del síntoma puede lograrse en la mayoría de estos pacientes a los tres meses de tratamiento y no necesariamente a los diez años de edad como reportan los autores occidentales estudiados, por otra parte se consigue un aumento en la autoestima del niño y la confianza en sí mismo se recupera, lo que evidentemente favorece a una mayor motivación en su tratamiento.
Doña M.ª Luisa Rodriguez Saladriga
En su trabajo la investigadora menciona tres terapias que destacan sobre el resto frente a este problema: la acupuntura en primer lugar, la auriculoterapia en segundo lugar y las Flores de Bach en tercer lugar, pero las tres, por encima y muy lejos de las soluciones de la medicina occidental, pues logran resultados en dos o tres meses frente a los tres años que puede tardar una medicación convencional en caso de que todo vaya bien, ya que en tan largo periodo, es frecuente desistir del tratamiento y dejar el problema al albur de lo que suceda, esperando que se solucione por si solo.
En lo que nos atañe veamos qué Flores de Bach son las adecuadas para estos casos:
La principal, Cherry Plum, para los que sienten temor, miedo a la pérdida del control como los tics nerviosos, pérdida de orina nocturna o impulsos incontrolados. Aporta valor y fuerza, equilibrio interno.
Además, otras Flores de Bach pueden ayudar en el tratamiento:
Scleranthus para los indecisos, contra la inestabilidad, personas cambiantes, nos da equilibrio y estabilidad.
Impatien es la flor del impaciente, no controla sus impulsos porque no medita en ellos, les aporta calma, paciencia, les ayuda a relajarse de forma física y emocional.
Chestnut Bud es la flor del error, este tipo de persona repite errores y no aprende de la experiencia, esta esencia floral ayuda a mejorar la atención, madurez y aprendizaje.
Otras flores de Bach pueden ser útiles frente a la pérdida de orina nocturna, determinadas por el profesional que atienda cada caso y en función del patrón que presente cada niño:
Agrimony para personas hipersensibles a influencia de terceros, que esconden sus problemas y no quieren enfrentarlos, aporta paz interior, ayuda a afrontar los problemas.
Aspen para los que sienten temor, ansiedades, presentimientos, esta flor da percepción y confianza.
Larch para personas con abatimiento y desesperación, para personas con baja autoestima, proporciona más confianza en uno mismo y ayuda a afrontar las cosas.
Gorse para la pérdida del espíritu de lucha, en desesperanza, ayuda a dar el primer paso, en la recuperación de la esperanza en la curación.
Honeysuckle para los que sufren falta de interés por la situación actual, ayuda a superar el anclaje al pasado, da alegría.
Walnut ayuda a romper situaciones establecidas, contra emociones y dependencias, da constancia y determinación.
Star of Bethlehem sana traumas pasados y actuales, equilibra, moviliza si el tratamiento se estanca, da claridad mental y vitalidad, aporta resistencia.
Podemos concluir según esta investigadora que los tratamientos de Medicina Tradicional y Natural propuestos, resultan efectivos como los de la Medicina Occidental en las edades infantiles, siendo los primeros los que reducen significativamente el tiempo de eliminación de los síntomas.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.
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