Dormir la siesta no sólo es una señal que identifica a nuestra cultura, fuertemente influenciada por las costumbres mediterráneas. Hoy existen estudios que reflejan los beneficios de esta singular forma de pasar el tiempo. La siesta es beneficiosa para niños,adultos y ancianos, pero existen algunas limitaciones o recomendaciones a tener en cuenta.Para los niños pequeños, por ejemplo,constituye una parte más de su horario pero, ¿Cómo saben los padres hasta cuándo es recomendable que sus hijos duerman la siesta?
Pautas aproximativas
La psicóloga y antropóloga Rosa Jové, autora de varios libros sobre crianza y niños, afirma que a pesar de que no existe una edad máxima o mínima para la siesta, existen hábitos que los padres tienen que evitar, en beneficio de los niños.-El más importante, es impedir que los pequeños hagan siestas demasiado largas, pues esto va a influir claramente en su horario de sueño nocturno.
-Tampoco es conveniente que el niño relacione el sueño de la siesta con la cama y el pijama, Aunque a priori parezcan detalles sin importancia, esta asociación le hará confundir los conceptos de sueño nocturno (consta de varias horas, organizado,imprescindible) con el de siesta (no obligatorio,breve).
-Exagerar o caer en la paranoia, A el niño le viene muy bien dormir la siesta, pero esto no implica que sea un ritual a cumplir religiosamente. No exageres, por ello, el cuidado en la ambientación. El término medio es lo aconsejable.
-No cuidar la temperatura, debes vigilarla, sobre todo en verano, porque es vital para que el pequeño no sufra un golpe de calor. En este sentido sí que hay que cuidar el ambiente.
-La siesta es para cuando el niño la solicite, no para cuando padres o profesores del niño deseen. Si tu hijo se niega un día a dormir, será porque su cuerpo no se lo está pidiendo. No pasa nada si prescinde de la siesta, mientras su sueño nocturno sea normal.
No hay edad, sólo estimaciones
Realmente no existe una edad determinada para dormir más o menos tiempo de siesta, sí que hay parámetros. Por ejemplo, los bebés que se encuentran entre los 0 y 2 meses de edad, duermen el mismo tiempo durante el día, que de noche. Es lógico ya que tienen necesidades muy básicas y han de cumplirse.Cuando el bebé se encuentra entre el primer y el segundo año de edad, debería hacer una siesta al día, aunque ésta se prolongue a dos horas. A partir de los 3 años de edad muchos niños dejan de necesitar siesta, pero cuidado, esto no es síntoma de un mejor desarrollo, simplemente algunos si lo necesitan y otros no.
Es a partir de los 5, cuando la siesta deja de ser algo habitual para convertirse en algo fisiológico puntual, como nos ocurre a los adultos ante la falta de sueño o el exceso de esfuerzo físico y por ello, cansancio. Todos estos datos son orientativos. La experta insiste que lo mejor es confiar en el criterio de los padres, que conocen mejor que nadie las necesidades de sus hijos.
¿Vosotros cómo gestionáis la siesta con vuestros peques y bebés?