Por Facebook publiqué lo siguiente:
Así como cuando el alma no encuentra consuelo, y nada de lo que te digan hace que el dolor disminuya, así me siento hoy. Mi querida Juana que estuvo tantos momentos con nosotras, con mi mamá y conmigo, que tanto servicio y amor nos brindó, que nunca tuvo un “no” por respuesta, que hubiera o no hubiera para pagarle siempre estuvo ahí, desinteresada, alegre, genuina, siempre defendiendo nuestro lugar, siempre procurando nuestro bienestar. Me recibió mis hijos como si fueran suyos, fue parte importante de todas nuestras alegrías y penas. Hoy el dolor nos embarga, limpiar y cocinar lo hace cualquiera pero amarnos como nos amó y como se entregó por nosotras pocas o quizá ninguna persona lo ha hecho además de ella. Papá Dios debe estar alegre porque la tendrá en un lugar importante y desde dónde quiera que la tenga ella le llevará alegría y risas. Gracias Dios por prestármela por casi 20 años. Nos la mandaste cuando más la necesitamos y te la llevas en un momento donde su misión de amarnos sin condiciones se cumplió. Gracias porque mis hijos la vieron y la disfrutaron y nosotras también la tuvimos mucho tiempo. Te la llevas muy joven pero entiendo que necesitabas un ángel alegre en el cielo. Te concedo el permiso de disfrutarla, porque yo así lo hice. Me quedaré con su mejor consejo: “Beba, busque su mejoría, usted y su mamá son muy luchadoras, busque su mejoría, siempre pa’ lante, tire pa’ lante!” Gracias mi Juanica, como yo te decía, gracias por estar con nosotras siempre. No es un adiós, pues no podré olvidarte nunca. Me duele que te vayas, pero no puedo hacer nada diferente. Sólo Recordarte con alegría.
Ha pasado una semana después que escribí esto y es el primer día en que puedo leerlo sin llanto en mis ojos. Dicen que a todo nos acostumbramos, a lo bueno y a lo malo.
Sin embargo, hoy tuvimos una nueva noticia: un familiar muy directo de mi futuro esposo falleció luego de sufrir un accidente cerebro vascular severo, que la dejó muerta a nivel cerebral.
Hemos tenido una semana difícil emocional y económicamente, sin embargo, debemos agradecer que seguimos vivos.
¿Cuántas veces perdemos tiempo en crearnos necesidades irreales por vanidad? ¿En cuántas ocasiones hemos perdido horas, días, meses y hasta años por no hacer las paces con familiares y amigos? Sostener estas emociones negativas también pueden ir dañando órganos y partes importantes de nuestro cuerpo. No digo que el evento del familiar de mi pareja haya tenido estas causas. Pero su deceso me deja muchos aprendizajes de golpe.
Ambas muertes me dejaron lecciones para todo el año. Si la idea es convertirme en mi mejor versión estas dos personas son las maestras del 2017.
Son dos mujeres con historias totalmente contrarias: una no tenía, como dicen en mi país, “en qué caerse muerta” y a la otra le sobraba dinero. Lo común de las dos es que fueron mujeres muy trabajadoras y muy responsables. Ambas dieron el todo por el todo para salir adelante y esa es la principal lección que me dejaron.
Gracias a ambas que me dejan analizando en qué pierdo el tiempo y en qué debo invertirlo. Qué es lo que permanece y lo que solo está de pasada en este mundo.
“La muerte solo puede causar pavor a quién no sabe llenar el tiempo que le es dado a vivir” Victor Frankl
Hasta la próxima.