Llegados a este punto, me he querido vestir de Gloria Serra y llegar al fondo de la noticia.
Por una parte, he investigado el origen de esa creencia de los efectos positivos del ámbar. Este material es una resina fosilizada, normalmente de una conífera (un pino), que contiene ácido succínico que ayuda en el proceso de protección y sanación del árbol cuando es cortado. Parecer ser que esas propiedades pueden ser extrapolables a la raza humana solo con poner la piel en contacto con el material. Otro de los argumentos de la eficacia del collar es el efecto beneficioso que produce el electromagnetismo del material sobre el sistema nervioso del niño.
Llegado a este punto he consultado a la Doctora sin Zapatillas sobre el acido succínico y el poder electromagnético y ésto es lo que me ha contado:
El ácido succínico, se utiliza para la elaboración de lacas, plásticos e incluso para la fabricación de medicamentos pero no como principio activo sino como excipiente. Por lo tanto no hay una evidencia científica sobre el poder analgésico de este ácido. En cuanto a las propiedades electromagnéticas del ámbar, no es más que una característica propia del material y sus efectos curativos son los mismos que si frotamos un globo hinchado sobre un jersey de lana.
Pero, ¿y los efectos secundarios? Aparentemente un simple collar no tiene porqué tener contraindicaciones pero la Doctora sin Zapatillas nos advierte de lo nocivo que puede ser el uso del famoso collar.
Está probado, y comprobado el peligro de estrangulamiento y asfixia que supone que los bebés lleven este tipo de abalorios. Cualquier elemento circular alrededor del cuello supone un riesgo de ahogamiento, y más durante la noche que el niño no está vigilado. Por otra parte, una cuenta se puede soltar o romper, y acabar en la vía respiratoria del bebé produciendo la asfixia. En ambos caso si no hay una intervención rápida de un adulto el bebé puede morir.
Y si eres de la opinión de que el collar funciona, te voy a decir una cosa. Para que realmente "funcione" el ámbar debe de ser natural. Por lo que asegúrate de que no es sintético o prensado porque no funciona. Esa autenticidad generalmente viene del Báltico, y te va a costar un buen puñado de euros. Con todo ese dinero te puedes hacer con todo tipo de mordedores que seguro aliviarán más a tu peque y de una forma más segura.
¡¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!