Una de las premisas más importantes que siempre he dado a los padres que me consultan (ya sea en el trabajo o en el blog) es que cada día, pase lo que pase, dediquen un tiempo de presencia real a sus hijos.
Muchas veces se habla de ofrecerles “tiempo de calidad”, para mí este concepto es demasiado abstracto y genérico. Yo prefiero hablar de presencia, es decir, estar con ellos de verdad, sin hacer nada más que nos aleje de su mundo. Sin mirar el móvil o la tele, sin hacer la colada o sin hacer tantas otras cosas que hacemos cada día y que nos impiden estar 100% disponibles, dedicándoles nuestro aquí y ahora consciente.
¿Cuánto tiempo deberíamos hacerlo?
Lo que puedas. ¿15 minutos al menos?
Esto que anuncio a viva voz no es fácil, es muy difícil. Lo sé por experiencia propia, créeme. Pero debemos proponernos hacer un esfuerzo, que te aseguro valdrá la pena; Por una parte porque al entrar en el mundo de nuestros hijos y conectar con ellos, les vamos a nutrir emocionalmente, ofreciéndoles nuestra atención plena (que es lo que más necesitan de nosotros para sentirse seguros, queridos, escuchados, mirados y poder crecer y desarrollarse en todo su potencial), y por otra parte, vamos a entrar en contacto también con nuestro niño/a interior y en cierta manera, sanarlo (lee más información de cómo sanar a tu niño/a interior).
Y bueno, una manera fácil de entrar en su mundo es jugar con ellos.
Pero, para saber si lo hacemos bien, debe haber disfrute por las dos partes. Así que no se trata de jugar sin ganas y obligados, no, esto no sirve más que para frustrarnos todos. En esos casos es mejor decirles “Cariño, hoy no tengo ganas de jugar contigo pero sí que tengo ganas de verte jugar” y dedicarles al menos nuestra mirada.
Pero cuando sí que podamos hacerlo, te propongo que pruebes los juegos de movimiento, que son una excelente opción.
¿Por qué? Pues porque nos activan el cuerpo, y también las emociones. Nuestra esfera emocional está conectada directamente con nuestra parte corporal, nuestras emociones no son mentales. Así que jugar en movimiento nos va a facilitar que generemos vínculo con nuestros hijos con mayor intensidad.
Algunas propuestas sencillas: ¡los juegos clásicos! El escondite, el pilla-pilla, jugar con la pelota, la rayuela, rodar por la hierba o el patito inglés… ¡Son tantas las opciones!
Y si queremos y podemos ir más allá, entonces te propongo juegos como el que te traigo hoy de regalo, que además de ser fantástico para jugar en familia tiene un montón de beneficios para tus peques, que ya te adelanté en el post de nuestros elementos de juego exterior.
Este regalo, viene de la mano de Baby Caprichos, nueva familia colaboradora del blog, que además de ser Mallorca J, me han conquistado por su forma de entender los juguetes y su mirada respetuosa hacia la infancia.
Déjame que te los presente en un momentito:
Somos una familia de 3 miembros, papá oso (Francesco), mamá osa (Elena) y un precioso osito niño llamado Fabio, de 3 años que nos da muchas alegrías y muucho trabajo.
Pero la que está realmente detrás de todo el meollo soy yo, Elena. Por circunstancias de la vida, decidimos lanzar hace dos años este proyecto, entre otras cosas porque se podía compatibilizar con el cuidado del niño. Te cuento por qué...
Cuando tuve a Fabio, bueno ya durante el embarazo, empiezas a mirar juguetes y te vas a los grandes centros comerciales, y ahí es donde me di cuenta de la carencia de juguetes de materiales naturales, los de toda la vida. El plástico nos ha invadido literalmente y me quedo alucinada en las jugueterías de todo lo que hay. Pero todo sin encanto. Fabricación a gran escala, ahorrando costes y vendiendo mucho. Se venden los juguetes del momento, las licencias comerciales, el plástico muchas veces barato y de mala calidad. Para mí un desastre.
Empecé a buscar y a buscar, y no encontraba los juguetes de toda la vida, los tradicionales, clásicos, de los que perduran en el tiempo y se recuerdan.
Y así empezó la historia de Baby Caprichos, de una necesidad de ofrecer juguetes de calidad a mi hijo, nació esta tienda on line especializada en juguetes tradicionales, de madera, juguetes vintage, muñecas de trapo... en definitiva, juguetes con alma.
No puedo estar más de acuerdo con ellos y su concepto. Y para que conozcáis de cerca sus productos, Elena nos ha regalado este minigolf de madera que vamos a sortear y del que ya te hablé aquí ¡es genial!
¿Cómo conseguir el minigolf infantil de madera?
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¡Mucha suerte!
<<El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día. – León Battista Alberti>>
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