– Aunque seas una mujer grande siempre vas a ser mi bebé.
Yo a mi hija le digo bebé.
– Mamá yo ya soy una nena grande de 4 años
Y yo le digo que aunque sea grande siempre va a ser mi bebé.
Algunas madres, me incluyo, a veces somos DE-MA-SIA-DO mamá gallina y queremos “cubrir” o proteger de todo a nuestros hijos, y te das con la realidad de que de todo no podes salvarlos, incluso en muchas situaciones es hasta contraproducente.
Porque de los errores se aprende dice el refrán, y no hay mal que por bien no venga y lo que no te mata te fortalece.
Parece obvio, OK lo racionalizo, lo hablo en terapia pero…pero…viene de la calle diciéndome que “fulanit@” la trata mal, que no la deja jugar, que le dijo “tontita” o que le tiró del pelo y a mi se me va la psicopedagogía al mismísimo demonio.
Todas las mamis queremos que nuestros hijos sean queridos y queribles.
Apá, pará, ¿Y si mi hija se comporta igual con otros y yo no lo sé?. Nunca lo había pensado desde esa perspectiva.
Porque no todo es culpa de los padres y la educación, el 95,5% puede ser, pero que va, a veces los chicos son terribles igual por mucha comida orgánica, apego, colecho, yoga o lo que sea que hagas para darle a tu hijo un clima y vida de paz y amor.
La pregunta del millón, ¡¿Qué hago?!
Veamos, bullying no es. Bullying es una palabra mayor, complicada y que no aplica a chicos de 4 y 5.
Se lo dejamos a los profesionales mejor. (Si tenés hijos mayores te recomiendo que visites Basta de Bullying)
¿Sociabilización? ¿Parte natural del proceso del limite, del hacerse respetar…? ¡Que se yo!
Yo quiero que mi hija no sufra, que los novios de juventud no la dejen , que los jefes no la molesten de gusto, que no se enferme, que…ES IMPOSIBLE.
¿Y entonces?, entonces te paso lo que hablé con distintos profesionales que saben del tema (Seños, psicóloga y psicopedagoga, gracias totales)
Aceptalo, no se puede protegerlo de todo y lo mejor que podés hacer es darle las herramientas para que pueda plantarse en la vida, con respeto pero con firmeza.
No te corras de tu papel de mamá, si ya se te saca de eje. Pero el otro, el que hace el daño (queriéndolo o no) es un niño y está en los adultos ayudarlo a crecer, si no estamos sonados si nos ponemos a la par. Enojo con enojo da cero.
Hablar con los papás del nene en cuestión podés hacerlo pero desde la cooperación y colaboración, dedo acusador y los pelos alborotados como loca, increpar delante de otras mamás en la puerta del establecimiento escolar…no hace falta que te diga que no se soluciona nada de nada, lo empeora. Y si el hecho en cuestión va más allá de la travesura, aún así tenés instrumentos a tu alcance, como las maestras o autoridades del cole, para que intercedan.
No minimices ni exageres, monitoreá la situación desde tu lugar de mamá para que no pase a mayores, ahora o más adelante. Está atenta.
Es fundamental para su desarrollo emocional y sociabilización que pueda relacionarse con sus pares. Sí, hay mamás que prefieren que no se junten con otros niños o que se junten lo menos posible. No chiquis.
La comunicación, ahora y siempre, evita conflictos mayores.
Si quieren compartir sus experiencias son bienvenidas, en mi caso todo termino bien, fulanit@ y mi niña están creciendo (Oh dios!), las seños están trabajando en su relación porque son niñ@s que necesitan aprender a expresar de otra manera sus enojos .
¡Buena semana para todas!
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