¿Alguna vez has extrañado a tu menstruación? Te cuento que hace unos años una mamá lactante me confeso que después de casi dos años sin menstruar, ya la extrañaba muchísimo.
La menstruación al ser un ciclo nos permite fluir “cómo el agua” entre cada uno de los momentos que la componen; la acción hormonal que desencadena cada etapa provoca en nosotras condiciones que dan pie a procesos creativos, y no solo hablo de la posibilidad de gestar a un bebé, sino de condiciones que nos permiten estar más sensibles a nuestro entorno y por lo tanto tener la capacidad de percibir mejor los detalles y así tomar mejores decisiones, algunas le llamarán sexto sentido, pero si le ponemos atención yo le diría etapa premenstrual.
¡Y si!, ¿quién no disfruta por ejemplo de la etapa pre-ovulatoria en la que tenemos energía de sobra y nuestro cuerpo es ligero?, si, es el momento ideal para iniciar proyectos o realizar mucho ejercicio.
Pues bueno así es, las mujeres en periodos de lactancia sin darse cuenta algo extrañamos, y es justo la inyección que los cocteles de hormonas menstruales le ponen a la vida.
Pero, ¿cómo es el regreso a la menstruación en una lactancia a demanda? ¿Cuál es la duración normal? ¿Cómo detectamos el retorno de la fertilidad? ¿Qué hacer cuando la menstruación se tarda en regresar?
Nuestro cuerpo de forma natural, y a partir de la prolactina -principal hormona que actúa durante la lactancia- evita una nueva ovulación, por lo que normalmente durante la lactancia nos encontramos cruzando por periodos infértiles. El tiempo del retorno a la fertilidad es variable, y mucho tiene que ver con el éxito en el establecimiento de la lactancia y de una succión efectiva, para que estas condiciones estén presentes es de suma importancia que a nuestro bebé no le ofrezcamos más que leche materna y las primeras succiones ocurran en la primera hora después del nacimiento. He acompañado mujeres a quienes su menstruación regresa en un periodo de 6 meses o menos y otras a las que tarda alrededor de un año en regresar y adquirir de nuevo un ritmo.
Utilizar este fenómeno fisiológico como método para la administración de la fertilidad se le conoce como el método de la amenorrea de la lactancia (LAM), que supone que si una mujer está lactando a su bebé y no ha experimentado ningún sangrado, la tasa de embarazos es próxima al 2% durante los primeros 6 meses. Sin embargo, para una observación más precisa, es indispensable que las mujeres sepamos reconocer el moco fértil o infértil para predecir el regreso a la fertilidad y la fecha de una próxima menstruación. Reconocer los cambios del patrón mucoso a nivel vulvar y realizar anotaciones y gráficas puede aumentar la efectividad, siguiendo las reglas del método Billings, por ejemplo, se han registrado efectividades superiores al 99%.
De acuerdo con el método Billings, una mujer lactando puede notar flujo alternado con días secos y siempre con las mismas características, esto podría indicar baja actividad ovárica y por lo tanto infertilidad. Mientras que la presencia de un flujo diferente, elástico y transparente indica la posibilidad del retorno de la fertilidad, que los ovarios comienzan a funcionar y activan el cérvix a través de los estrógenos.
El retorno de la fertilidad no influirá con la lactancia, por lo que las mujeres pueden seguir amamantando con normalidad (incluso estando embarazada es posible seguir con la lactancia, pero ese ya es otro tema).
Hay algunas circunstancias que podrían ayudarnos a determinar también el retorno a la fertilidad, especialmente durante los 6 meses después del parto:
- Alguna enfermedad de la mamá o mal nutrición.
- Qué se opte por no continuar con la lactancia.
- El regreso al trabajo y la disminución de tomas o la succión con saca leche.
- Que el bebé no succione correctamente o esté enfermo.
Estos ajustes también podrían dar pie a una menstruación irregular a la que solo hay que seguir de cerca, para ver si nos da evidencia de fertilidad.
Y bien, ya hablamos de cómo detectar el regreso de la fertilidad, pero, ¿qué hacemos durante esos 6 meses si extrañamos mucho a nuestra menstruación?
- Miremos los ciclos lunares, que cada etapa se parece mucho a nuestro ciclo y motivémonos a gestar nuevos proyectos o ideas a la luz de la luna llena y a descansar y reflexionar con la oscuridad de la luna nueva.
- Mantengamos una alimentación saludable y aprovechemos el momento para permitirle a nuestro cuerpo recuperarse con la estabilidad hormonal que nos provee la lactancia.
- Disfrutemos de la etapa que como mujeres también nos aporta la lactancia, lejos del estrés y que nos permite proyectarnos hacia la crianza y al amor.
La lactancia materna es sin duda un acontecimiento para el disfrute, tanto para las mamás como para los pequeños, es el regalo que la mujer da a sus crías para toda vida, es quizá, por eso que la sabiduría de la naturaleza designa un mecanismo para que mamá y bebé tengan su momento y se dediquen ese periodo único en la vida, fugaz y valioso, generador de raíces pero también de alas.
Leily Díazmacip Salazar
Licenciada en Ciencias de la Familia (Universidad Anáhuac), Certificada en Método Billings (ISEF), Diplomada en Salud Primal (Universidad de Concepción, Doula (Casa AuroraMadre ).
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