¡ZASCA!
Aquí, una experta en ser madre temerosa, recelosa del mundo, quejica a más no poder, se da cuenta de una realidad:
“Estás echando balones fuera”
Y es que, posiblemente muchos ya lo hayáis leído en alguna ocasión pero, la tan manida frase (a la que tantas veces yo recurro)
Pero qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos…
Se mira en el espejo y nos devuelve una reflexión
¿Qué hijos vamos a dejar a este mundo?
“Qué hijos vamos a dejar al mundo” – Leopoldo Abadía
Y a mi que, dos niños que no aún no han cumplido ni 4 años, no tardan 5 minutos en ponerme de los nervios, desde que se levantan, con su continuo tira y afloja, por salirse siempre con la suya…
No hace más que atormentarme la idea de culpabilidad.
De acuerdo que puedo escudarme en que se encuentran en fases de desarrollo complicadas: terribles casi 2, terribles casi 4,…
Claro, con esos “terribles”, imagino que podría estar hasta que se independicen…
Así que me pongo un nuevo objetivo como madre:
Sentirme orgullosa de los hijos que dejaré a este mundo.
Definir los valores en los que creo que se deben formar y trabajar junto a ellos para conseguirlo.
No empecemos la casa por el tejado, mejor intentemos que tenga unos pilares fuertes.
¿Lo habías pensado así alguna vez?
Pues hale, a darle una vuelta. Ya sé que, precisamente, este fin de semana, no es muy propicio para reflexiones profundas pero… Yo ahí lo dejo
Ojo, que esto no quita para que siga pensando que debemos cuidar este mundo que se está volviendo muy loco.
Y que, en estos momentos, las cosas se están haciendo muy mal ¡en todos los sentidos! ¡Dejen de mirarse todos el ombligo!
Ahora sí ¡Feliz Carnaval!
Y recuerda, para protestas, reclamaciones o quejas, o palabras bonitas de esas que tanto me gustan, llama al #555 o, mejor, deja aquí tus comentarios ;)
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