Y acá en NeuroMamá celebramos la importancia de este día enfocándonos en la prevención y el cuidado de la salud mental de las mujeres, específicamente de aquellas que son madres, pues se sabe que la incidencia de los trastornos mentales es mayor en las mujeres que en los hombres y de acuerdo con médicos como el Dr. Luis Sandoval —especializado en psiquiatría y vinculado a Kaiser Permanente Santa Ana – California (entrevistado por el diario La Opinión el 13 de mayo del 2018): “Situaciones estresantes, como el ser madre de niños pequeños, aumentan la probabilidad de que la mujer experimente depresión u otros trastornos. Él señala, que esto se debe, ya sea, por el estrés familiar que se crea cuando llega al mundo un nuevo integrante de la familia o el ideal imposible de la “madre perfecta””.
Y no sólo eso, la OMS señala que aproximadamente entre el 10 y el 15% de las mujeres en el mundo sufren de depresión tras el nacimiento de un bebé (posparto) y según la Global Alliance for Maternal Mental Health el 80% de madres han experimentado sentimientos de confusión o tristeza luego del nacimiento de un hijo. Pero, esto no solo ocurre en el período posparto, y no solo se trata de depresión si no que las mujeres tienen depresión y ansiedad, así como otros problemas de salud mental, durante el embarazo y después del parto. El problema es que cuando las enfermedades mentales no se tratan, pueden volverse crónicas afectando no solo la salud mental de las madres, sino también su salud física. Además, afecta a hijos, pareja, familiares y amigos con los que comparten el día a día.
Sin embargo, y aunque las cifras indiquen lo contrario, aún hoy las enfermedades mentales son un tema tabú en nuestra sociedad. Muchas veces, el sólo hecho de comentar una visita al psiquiatra nos lleva a ser tildadas de “locas” o exageradas. Más aún, debido a la idealización de la maternidad, las enfermedades mentales de las madres conllevan el estigma de “mala madre” lo que impide que muchas de las mujeres que se sienten abrumadas, tristes, ansiosas o desconfiadas lo comenten con su familia o médico.
Queda claro que todavía falta mucha información y concientización acerca de lo qué es en realidad la salud mental y su importancia para las madres pues, a pesar de ser un aspecto importantísimo de la maternidad muchas veces es invisibilizado y desestimado por la sociedad, cuando no escondido por las propias madres, dominadas por la creencia que la maternidad solo puede traer consigo sentimientos de felicidad.
Es necesario quitar el estigma existente alrededor de la salud mental de las madres y dar visibilidad a enfermedades que afectan a cualquier mujer, independientemente de su cultura, raza, edad y nivel socioeconómico. Debemos reconocer que la salud mental importa tanto como la salud física. Como madres debemos hacer de nuestra salud emocional una prioridad y tomar medidas sencillas para vivir una mejor vida y disfrutar más de ella (cómo estás de acá: Tips para mantener tu salud mental de madre). Además, ser madre no solo significa cuidar de los demás, sino también de una misma.
Finalmente, debemos reconocer que la salud mental es prioritaria y que, contrario a la creencia general, la maternidad no sólo trae sentimientos de alegría y felicidad. Si tú o alguien que conoces está atravesando por una crisis en la que sus pensamientos o comportamiento interrumpen su ciclo normal de vida. Habla, habla y habla al respecto con personas de confianza y no tengas miedo de buscar ayuda profesional porque como siempre lo digo: mamá feliz = hijos felices, familia feliz.