Lactancia desde la experiencia de una madre primeriza
Una vez salí embarazada supe que iba amamantar a mi pequeñin, escuché a mi corazón.
¡Escucha tu corazón!
Tu corazón es el único que puede ver aquello que tus ojos no ven. Fue lo que hice para decidir quedar embarazada, para decidir ser madre lactante, como para una infinidades de decisiones importantes en mi vida que han resultado ser geniales con todo lo que ello conlleva (parte positiva y no tan positiva también).
Elimina de tu mente todos aquellos prejuicios concebidos.
No es fácil pero con esfuerzo constante se logra. Con prejuicios concebidos me refiero a todas aquellas ideas especiales o mitos acerca de un tema, aquellas cosas que hemos aprendido desde pequeños en el seno de nuestras familias, son ideas que se han venido enseñando de generación en generación que al final lo que hacen es mantenernos cautivos en mitos que en la mayoría de los casos son ideas erróneas, pero que corresponde a nosotros desligarnos de ellas para ser libres de tomar cualquier decisión.
En mi experiencia como madre lactante pude evidenciar dos corrientes acerca del tema, una corriente en la que se cree que no se puede dar pecho por X o por Y (cada quien por sus motivos), y la otra corriente en la que se quiere obligar prácticamente a las madres a dar el pecho, claro hay un montón de personas que nos encontramos en medio, pero es importante identificar los extremos para tomar las mejores decisiones. Yo considero estar en medio de las dos porque es necesario un equilibrio y por eso digo escucha tu corazón ya sea porque decidas dar pecho o por que no, al final eso es una decisión tuya y los demás la deben respetar. Cuando digo los demás hablo de padres, tíos, amigos, enfermeras, matronas etc. Porque al final como en el embarazo la conexión entre madre e hijo(a) es inmensa y todo lo que sientas lo vas a estar proyectando hacia él o ella, por esa razón sopesa muy bien la decisión, mira pro y contras, sé consciente y reflexiva y sobretodo piensa en los beneficios para tu chiquitín. Es verdad que cada situación es diferente hay madres que se quedan en casa a cuidar de sus niños y otras que deben salir a trabajar al poco tiempo del parto, son situaciones distintas y no por eso una madre es mejor que otra, sencillamente sus realidades son distintas y sus decisiones deben ser respetadas.
Después de escuchar a el corazón, en mi caso lo siguiente fue eliminar prejuicios concebidos, por alguna razón siempre me rodearon madres que decían no poder amamantar, en ciertas ocasiones escuché algo así como: “En esta familia a las mujeres no amamantan porque no les sube la leche”. Yo había decidido dar pecho pero al mismo tiempo me rodeaba un pensamiento molesto que me repetía que posiblemente no podría amamantar, aquellos prejuicios de las madres cercanas a mi en algún momento calaron bastante en mi subconsciente, por eso digo hay que borrar prejuicios concebidos para ser libres de tomar cualquier decisión. Finalmente he de decir que estas creencias son erróneas y lo certifico en mi propia experiencia y se los voy contando a continuación.
Producción de leche materna.
Toda madre de manera natural tiene la capacidad de amamantar, lo que hay que destacar es que cada madre es distinta, por lo general las madres primerizas tardan un poco para que se de la producción de leche como tal, pero no es una regla porque hay madres primerizas y conozco a una muy buena amiga que desde pocos meses de embarazo ya evidenciaba calostro en sus pechos, y cuando nació su bebita no le costó nada dar pecho, ya estaba preparada con la leche a punto, y todo el proceso de la lactancia fue como la seda para ella. En otros casos hay madres que tardan un poco más y el proceso es un poco más durillo como fue mi caso que más adelante relataré, y es en este proceso en el que muchas madres según lo duro que pueda llegar a ser, suelen dejar la idea de amamantar, y de ahí decir que algunas madres no pueden amamantar y esto no es del todo cierto, por lo menos no desde el punto de vista fisiológico.
Es importante entender que la producción de la leche materna es un proceso fisiológico que se lleva a cabo una vez sale la placenta, y tanto para madres con parto vaginal, como parto por cesárea es igual, de entre 30 y 72 horas después del parto, las diferencias vienen dadas en que el organismo de cada madre es distinto. Después del nacimiento del bebé y la salida de la placenta descienden los niveles de progesterona y aumentan los niveles de prolactina, hormona encargada de la producción de leche materna. La madre ya produce calostro en sus pechos y poco a poco irá subiendo la leche, la succión del bebé estimulará la producción de leche y paulatinamente, desde el nacimiento del bebé, la producción de leche se irá regulando en función de las necesidades de éste, por esta razón si dejamos de amamantar la producción disminuye, es importante que entendamos esto si el bebé no succiona no habrá producción de leche, no es que la madre no tenga leche, es que es un proceso en conjunto entre el orgánismo de la madre, la madre y la succión del bebe.
La lactancia en la práctica, mi experiencia.
Mi directora de tesis de doctorado me dijo algo que me pareció muy lógico, algo así como que: ” Nosotras las mujeres en todo nuestro ciclo de vida estamos sujetas a una montaña rusa de hormonas en nuestro organismo, primero cuando nos desarrollamos, después cada mes, al salir embarazas, en el post-parto y en la menopausia”. Hormonas, hormonas y hormonas jejeje. Como en todo el embarazo cada madre es distinta así mismo en el post-parto, algunas están como si nada, otras están un poco tristes, nostálgica, otras irritables y otras que en esto hay que tener mucho cuidado, caen en fuerte depresión esto en casos extremos (si os sentís con mucha mucha tristeza y con pensamientos raros pedid ayuda), esto es producto de nuestras hormonas que después de su gran función en el embarazo por las cuales también experimentamos muchos cambios de humor y demás, ahora deben volver a su normalidad, lo que implica también otro cambio que hace que nuestros sentimientos y percepciones de las cosas estén algo alterados nuevamente.
En este punto hay que sacar la madre guerrera, luchadora, y capaz que tenemos dentro, esa que por puro amor dejándose de egoísmos y de pensar en si misma a decidido dejarse la piel en dar vida a un ser maravilloso y especial, a una nueva personita que queremos con locura como si toda la vida lo hubiésemos conocido y que ahora ya está con nosotros bajo nuestra responsabilidad (semejante responsabilidad).
La hora de la verdad, el momento de amamantar ha llegado. Sabes toda la teoría pero ahora viene la práctica, aquí llega mi contacto directo con aquella 2da corriente que hablé al principio que quiere prácticamente obligar a las madres a dar el pecho. Luego que nació mi bebé pasamos 2 días en el hospital, con todos lo nervios y los sentimientos a flor de piel, comencé a darle tomas de pecho a mi niño pero aunque el mamaba y lo hacía bien no le salía nada de calostro que es el primero que hay que esperar, poco a poco fue saliendo pero no era suficiente y el primer día no se estaba alimentando bien.
Mi esposo y yo decidimos pedir biberón ya que entendíamos que nuestro peque no se estaba alimentando y empezaba a estar irritado, aquí surgió una situación un tanto incomoda debido a que el personal del hospital con la filosofía de sólo amamantar, estaba renuente a cedernos el biberón, e intentando obligar de malas maneras a mi peque a mamar, sin querer entender aún con explicaciones que no era porque no quería sino porque no salía el suficiente alimento, esta situación nos llenó de mucho estrés a mi, a mi peque y a mi esposo. Entiendo que lo primordial sea dar el pecho, de hecho para mi también lo era, pero hay casos de casos y eso lo debemos comprender para no frustrar a las madres que ya tienen bastante con el parto y el post-parto, ni a los bebés.
Mi esposo y yo exigimos que nos trajeran un biberón y claramente nuestro peque se lo tomó todo y se tranquilizó. Lo que intento decir es que ni un extremo ni el otro, siempre debe haber un equilibrio, yo claramente quería ser madre lactante pero en vista de la situación en principio hubo que darle biberón, y primero está el bienestar de nuestro chiquito(a). No pasa nada si te ocurre lo que a mi, ya que con paciencia y constancia se logra estabilizar la lactancia.
El día del alta la pediatra muy amablemente me explicó lo que tenia que hacer para regular la leche materna en casa y me tranquilizó bastante. Todo consiste en dar primero el pecho al bebé y si al terminar queda con hambre preparamos un biberón de complemento que para empezar será de 30 ml, eso depende de lo que cada bebé requiera, en mi caso fueron 60 ml. Si al principio la producción de leche es poca, se puede complementar con biberón sin ningún miedo, poco a poco se va estabilizando hasta el momento de dar sólo pecho, y yo lo certifico.
En la tranquilidad del hogar
Después que me dieron el alta y estuve en la tranquilidad de mi casa en el sofá intenté dar pecho, mi nene lo tomó muy bien y bastante tranquilo. Los bebés perciben todo el estrés, intranquilidad e incomodidad que tu sientes y reaccionan también a ellos, yo estaba tranquila y relajada en casa, él también lo estaba y fue ahí donde comenzó verdaderamente mi etapa de estabilizar la lactancia.
Al cabo de 5 días del parto me empezó a salir la leche como tal, fueron días duros porque los tienes que sobrellevar con el post-parto, y al principio es un poco confuso el intercalar el pecho con el biberón, pero poco a poco le vas tomando el ritmo. A pesar que el peque se prendía bien al pecho, los pezones se me agrietaron y claro me dolía mucho, mucho y confieso que en momentos pensé que tal ves lo tendría que dejar, sin embargo siempre seguí adelante.
Escuché a alguien días antes de dar a luz, decir: ” Para amamantar hay que ser muy constantes y pacientes, al principio si te duelen los pechos, se te agrietan y todas estas cosas que hacen difícil amamantar siempre persevera por encima del dolor y lo que se presente un poco más, un poco más, siempre un poco más y verás como llegas a superarlo”. No fue fácil para mi, pero recordaba estas palabras en mi cabeza, calladita y quejándome poco, seguí, seguí, seguí por encima de los obstáculos y aproximadamente al mes ya estaba amamantando completamente y no me dí cuenta cuando ocurrió el cambio, fui poco a poco aumentando las tomas del pecho y reduciendo el biberón y un buen día no le dí más biberón y lo logré, fue maravilloso! Una experiencia dura pero enriquecedora sobre todo cuando te das cuenta que tu constancia, perseverancia y paciencia han prevalecido y lo has logrado!
Después de estabilizar la lactancia, el dolor en los pezones fue disminuyendo poco a poco y se fue por completo a los dos meses aproximadamente. En un par de ocasiones me dio infección mamaria leve que es un poco incomodo porque te dan corrientazos en los pechos, lo controlé con mi matrona y lo solucioné bien, esto también es importante que al sentir dolorcito en los pechos como especie de corrientazos ir de una vez al medico, dependiendo en que nivel estés te enviará un tratamiento adecuado, pero todo siempre se supera, siempre seguid adelante.
Etapa superada
Después de superar la primera etapa no me asustaba nada y todo lo fui superando poco a poco, sin dolor y sin nada que obstaculizara, la lactancia se convirtió en una experiencia totalmente maravillosa, la conexión que hay entre tu bebé y tú es mágica y extraordinaria no lo puedes explicar con palabras debes vivirlo para entenderlo. Soy creyente y le doy gracias a Dios por haberme permitido vivir semejante experiencia, es de las mejores que he vivido y por encima del amor a mi misma y del esfuerzo que significa amamantar porque no es fácil, no lo cambio por nada, ademas de todas las ventajas a nivel de salud que proporciona al bebé.
Recomiendo dar el pecho el 100×100
Recomiendo dar el pecho el 100×100 es una experiencia la verdad increíble, pero debes quererlo hacer de corazón para sobrepasar todos los obstáculos que se presente con amor y dedicación para disfrutarlo al máximo.
Las madres somos luchadoras de manera natural y los obstáculos que se presentan por encima de las personas, de las hormonas, del postparto etc si luchamos un poquito más cada vez, al final la satisfacción y recompensa que te da es inmensa. Así que no me queda nada más que decirte que escuches tu corazón, borres los prejuicios preconcebidos y luches con todo tu ser por lo que quieres hasta alcanzarlo y después disfruta de la satisfacción.
FELICIDADES POR TU EMBARAZO O TU BEBITO(A) SEGÚN SEA EL CASO, Y DISFRUTA DE TODO DE TODO LO QUE CONLLEVA TENER UN BEBE DESDE EL MISMO MOMENTO QUE LO DECIDES, PORQUE LOS MOMENTOS PASAN MUY RÁPIDO LOS BUENOS Y LOS NO TAN BUENOS TAMBIÉN, TODO PASA!!!! LO QUE TENEMOS LO TENEMOS HOY, VALÓRALO Y DISFRÚTALO AL MÁXIMO QUE NO SE DIGA QUE NO LO VIVISTE.
A continuación te dejo algunas razones por las cuales amamantar a tu bebé.
1. Aumenta el vínculo afectivo entre la madre y el hijo.
2. Es el alimento perfecto para el bebé, el cuerpo la prepara de manera natural para proporcionar las cantidades necesarias de nutrientes.
3. La leche materna proporciona gran cantidad de anticuerpos los cuales ayudan al bebé a mantener su sistema inmunológico (de defensa) en perfecto estado y así evitar posibles enfermedades e infecciones.
4. El cuerpo del bebé está preparado para alimentarse idealmente con leche materna, ya que se digiere más fácilmente.
5. La leche materna no tiene costo, esta siempre disponible y tiene la temperatura adecuada para alimentar al bebé en cualquier momento.
6. La alimentación con leche materna evita problemas digestivos como cólicos, diarrea o estreñimiento en el bebé.
7. Los bebés alimentados al seno materno tienen menos posibilidades de desarrollar enfermedades respiratorias, enfermedades autoinmunes y obesidad.
8. Los bebés alimentados con leche materna tienen menos posibilidades de presentar el Síndrome de muerte súbita del lactante.
9. Dar pecho al bebé ayuda a que el útero recupere su tamaño y estado natural más rápido. Además acelera la pérdida de peso que aumentó la mamá durante el embarazo.
10. Dar pecho ayuda a reducir las posibilidades de padecer cáncer de mama. (Fuente: Nosotros2)
UN BESO GRANDE Y GRACIAS POR LEERME.
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