Hay algunas premisas que como padres y madres deberíamos tener en cuenta a la hora de elegir los juguetes para nuestros hijos.
Para empezar, cada vez que ponemos un juguete en manos de los niños deberíamos hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué vivencia el niño en este juguete, qué sentido estimula y cómo? Y también: ¿Le permite desarrollar su imaginación y su fantasía?
La función de los juguetes
A diferencia de lo que nos quieren hacer creer las grandes fábricas de juguetes y sus impresionantes presupuestos en marketing y publicidad, la función de los juguetes no es tener a los niños entretenidos.
La función del juguete es ayudar al niño/a a descubrir el mundo y estimular su actividad sensorial.
Porque un niño cuando viene al mundo lo que quiere es vivenciar el mundo, quiere aprender a vivir en él y en este momento de su vida, en el que todo su cuerpo es un gran órgano sensorial, la herramienta más potente de la que dispone para hacer esto es el juego(te hablé de esto aquí y aquí).
Y para acompañarle en este proceso, lo que deberíamos facilitarle son elementos de juego verdaderos.
¿Qué es un juguete verdadero?
Yo llamo un juguete verdadero aquel elemento de juego que cumple una serie de características que ayudan al niño/a precisamente a descubrir el mundo a través de los sentidos, alimentando sus fuerzas de fantasía y permitiéndole entrenar habilidades y capacidades que más tarde se traducirán en aprendizajes más intelectuales.
Las he clasificado en 5. Se trata de aquellos juguetes que son:
(1) Naturales
Hechos con materias que podemos encontrar en la naturaleza, como la madera, seda, lana y algodón, es decir, no artificiales.
No sólo porque son juguetes buenos para el medio ambiente, sino por el gran repertorio de experiencias que aportan.
Hoy en día el niño (y todos nosotros) estamos acostumbrados a una vida artificial, que en realidad es demasiado pobre de estímulos para la vivencia de un niño, tan hambriento de experiencias genuinas.
Por ejemplo… Imagina la experiencia sensorial de un niño que abraza una muñeca de plástico duro y rígido y, a continuación, abrazando una muñeca tipo Waldorf, rellena de lana, cubierta de algodón suave. ¿No es lo mismo verdad? Es que solo por su suavidad y calidez ya tiene un efecto calmante y relajante inigualable.
(2) Bellos:
Me parece que los juguetes deben ser estéticamente bellos, hermosos a la vista.
Si rodeamos a los niños de belleza, no sólo estamos contribuyendo a su sentido del bienestar (o "sentido de la vida", como Rudolf Steiner se refirió a ella), sino también el desarrollo de su conciencia estética y apreciación.
(3) Artesanales:
Considero que la mejor opción sería que todos los padres pudiésemos fabricar los juguetes de nuestros hijos, impregnando con todo nuestro amor esos materiales, pero como no siempre es algo posible, entonces busquemos juguetes que estén hechos con materiales naturales, con colores ricos y bellos, y que estén cuidadosamente hechos a mano. ¿Por qué? Porque esto contribuye a darle al niño un “sentido de la vida”.
(4) Arquetípicos:
Que sean sencillos, simples, sin mucho detalle. Incluso formas inacabadas e indefinidas con el fin de estimular su imaginación de más de una manera.
Deberían ser juguetes que pudieran ser cualquier cosa, dándoles la opción de ampliar las funciones de los elementos y de vivir en abundancia su vida imaginativa.
(5) Que permitan la imitación:
Los niños de forma natural quieren imitar a los adultos y sus actividades diarias. Por eso los juguetes deberían permitir a los niños a participar plenamente en su imitación imaginativa de la vida diaria, y desarrollar habilidades de la vida real también.
¿Dónde podemos encontrar juguetes verdaderos?
En el bosque, en la playa, en nuestro propio hogar,… podemos encontrar ya muchas opciones. Lee este artículo sobre 5 elementos de juego de la pedagogía Waldorfy te harás una idea.
Y si queremos algo más, entonces tenemos que buscar marcas de juguetes que tengan esta mirada, como la marca alemana Grimms que es un referente ya en todo el mundo. ¿Quién no conoce su arcoíris?
Pero precisamente hace muy poquito, gracias a Jugar i Jugar, acabo de descubrir una marca española que tengo que presentarte, porque es que toparme con sus materiales ha sido como encontrar un tesoro en alta mar.
Juguetes verdaderos hechos en España ¡por fin!
Los materiales de Grapat cumplen todos los requisitos que acabo de explicarte.
Son naturales, de inspiración Waldorf, con procesos tradicionales (a la antigua), de maderas procedentes de bosques controlados, con tintes vegetales con los 6 colores del arcoíris, invitando al acercamiento a la naturaleza y al universo…
Y además ¡están fabricados en España!... de la mano de una pareja de emprendedores de Cataluña.
Son muy sencillos, sin instrucciones, la única premisa es dejar hacer. ¡Nos han encantado!
Todos sus materiales se pueden ir combinando, nosotros tenemos 6 enanitos con aros, monedas y también unos bols con bellotas y unas pinzas.
A Sunflower le han fascinado sobre todo los aros y los nanets, desde el primer momento que los descubrió (que fue cuando hicimos estas fotos), los utilizó para construir torres, en los que de forma natural ya buscó una serie de colores que repetía todo el tiempo (para que veas que no hacen falta fichas de gomets y enseñarles a hacer seriaciones,que las hacen solos).
Después de forma espontánea quiso contar un cuento y nos invitó a escucharlo.
El cuento era la historia de una niña llamada Lila que se va a pasear por un campo de estrellas, entonces empieza a llover y debe construirse una casa para no mojarse.
Cuando sale el sol sale de la casa y se encuentra con un niño, que se llama Amarillo, del que se hace muy amiga. Amarillo quiere una casa como la de Lila, y ésta le ayuda a construirse una…
Y seguimos... Y así cada día…
Y los bols y bellotas, ¡ya están en su cocina! Ni que decir que el movimiento de pinza es genial como preparación a la lectoescritura (te hablé de esto aquí).
Son unos materiales que valen la pena, me han gustado muchísimo, de una excelente calidad y me encanta que sean españoles.
Echa un vistazo a Jugar i Jugar donde han empezado a distribuirlos hace muy poquito.
Y en cualquier caso espero que con este artículo te haya podido traer una nueva conciencia a la hora de seleccionar los juguetes de tus peques. No te olvides de estas preguntas:
¿Es bello?
¿Trasmite sensaciones naturales?
¿Deja espacio para la imaginación?
¿Va a inspirar el juego imitativo? Si el juguete seleccionado responde afirmativamente a todas estas preguntas, entonces es un juguete verdadero.
<<El juego es el único camino para que la máxima inteligencia de la humanidad pueda desarrollarse.- Joseph Chilton Pearce>>
Suscríbete para seguirnos y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu correo electrónico.