Es muy común en las familias ese sentimiento, de que los niños están llenos de juguetes, juguetes con los que juegan un ratito y después no los tocan. ¿Para qué más juguetes?, se preguntan muchos padres. Desde ese momento decidí investigar más antes de comprar y ahora les comparto cómo escojo los juguetes que compro.
“El juego es el trabajo de la niñez” –Fred Rogers
Esta frase es cierta, siempre digo que la forma de aprendizaje de los niños debe venir del juego, entonces lo que aprenden siempre va a estar colindado con los juguetes que les damos.
Los juguetes importan.
Los juguetes son herramientas de aprendizaje y los padres controlamos que herramientas les damos a nuestros hijos. Si les damos buenas herramientas (buenos juguetes), el aprendizaje va a ser mucho mejor. Si vemos los juguetes con esta perspectiva, cambia totalmente nuestras decisiones al momento de comprar juguetes. No pensamos en ¿qué le va a gustar más a mi hijo?, sino en ¿qué juguete va a servir con el mayor potencial para su aprendizaje?
Hay juguetes que son desechables y hay juguetes que son abiertos. Estos juguetes abiertos son los que necesitamos comprar, son los que llevan al juego independiente y a horas de imaginación y creatividad.
Juguetes desechables
Estos son los juguetes que generalmente vienen con pilas, que tienen luces música y hacen preguntas “académicas” a nuestros hijos y hablan con ellos. Generalmente tienen una sola opción o posibilidad de juego. Son diseñados para entretener a nuestros hijos, no para que nuestros hijos se entretengan solos. Hacen el trabajo por ellos, le dicen que hacer, hacen el ruido para ellos no lo tengan que hacer, y le dicen al niño cómo jugar. Generalmente tienen además una durabilidad corta; no duran muchos años ni crecen con la edad.
Juguetes abiertos
Estos son los juguetes que son grandes herramientas para nuestros hijos. Son juguetes con los que nuestros hijos crecen, crecen con nuestros hijos y mientras crecen ellos los van usando de manera diferente. Funcionan con la imaginación, creatividad y la personalidad de cada niño. Incentivan el juego independiente. Cuando juegan con estos juguetes nuestros hijos, ahí es cuando comienza su verdadero aprendizaje. De esta manera aprenden habilidades sociales, resuelven problemas, pensamiento crítico, manejan riesgos, causa y efecto y muchas habilidades de vida.
Un juguete con una pantalla simplemente no puede dar a nuestros hijos las mismas habilidades ni ese nivel de juego.
Para comprar juguetes entonces, ¿cómo se si es un juguete abierto o no?
MÁS JUEGO INDEPENDIENTE
¿Este juguete inspira juego, inspira a que quieran jugar más?
MÁS AÑOS DE JUEGO
¿Este juguete es abierto a cientos de posibilidades de juego, creciendo con mi hijo o solo tiene una o dos posibilidades de juego y dura solo una corta edad?
MEJOR JUEGO
¿Este juguete inspira a que jueguen más creativamente, inspira a que trabajen la imaginación?
Si las respuestas son sí, este juguete es una herramienta que vale la pena tener en nuestro hogar, es una inversión porque las herramientas son inversiones. Un ejemplo de un juguete abierto; bloques. Le podemos dar bloques a un bebé, va a mirarlos y a probarlos. Le podemos dar bloques a un toddler, va a apilarlos y a botarlos. Le podemos dar bloques a un niño de cinco años, va a armar edificios y ciudades. Es un juguete que crece con nuestro hijo, que incentiva el juego, más juego, juego creativo.
Un juguete desechable por ejemplo; una de esas computadoras para niños. Isabela tiene una que fue un regalo. La ha usado 3 contadas veces. La computadora supuestamente enseña a sumar, nunca aprendió de ahí. Mas bien cogió sus bloques, los contó de toddler y ahora de niña los suma. Los juguetes desechables no son buenas herramientas.
Les dejo unos ejemplo de juguetes de bebés, toddler y niños que son desechables y otros que son “juguetes abiertos”. Hay miles de posibilidades de juguetes abiertos, estos son tan solo unos pequeños ejemplos.
Mi inspiración para este artículo, un blog que me encanta.