Si eres influencer y tu público objetivo son los niños, este mensaje es para ti: Los Reyes Magos no son las marcas. ¡Hala, ya lo he dicho! Llevo años mordiéndome la lengua pero este año ya no podía más. Y mira que solo estamos a 4 de enero y que me había hecho el firme propósito de que no iba a entrar en el club de los ofendiditos. Pero este tema me supera.
Ya es bastante complicado explicar a los niños por qué los Reyes Magos no pueden llegar a todos los hogares con el mismo número de regalos, como para hacerlos entender que a casa de los influencers no solo llegan regalos todo el año sino que los Reyes Magos, o en su defecto Papa Noel, son especialmente espléndidos con ellos. ¿Por qué? ¿Por qué ellos tanto y el resto tan poco? No sé si estos influencers (que por cierto qué poco me gusta esa palabra) son conscientes del daño que pueden hacer a otros niños.
Para mi un buen prescriptor de producto es aquel que nunca miente. Si yo descubro que ha recibido un producto de una marca y me quiere hacer entender que lo ha adquirido por iniciativa propia, ¿que garantías me da esa persona de que lo que cuenta es verdad? Pues lo mismo con los niños. No por ser niños nos podemos aprovechar de su inocencia.
Y después de escribir toda esta reflexión ¿sabes a la conclusión a la que he llegado? Que la culpa de todo la tenemos los padres que permitimos a nuestros hijos ver este tipo de canales en época de Navidad. Uno de mis propósito de este año es que la Princesa no los vea mientras esto no cambie. Porque señores, no todo vale para ganar seguidores.
Y dicho todo esto, solo me queda desearte que los Reyes Magos te traigan lo que has pedido.
¡Feliz Año!