Por suerte, al repetir embarazo tampoco se repiten temores absurdos como éstos de los que hablé aquí. Pero el segundo tampoco es un camino de rosas, y como a las mujeres nos encanta comernos la cabeza, aparecen otros miedos terribles. En mi caso, son éstos:
– Si podré querer al segundo hijo tanto como al primero. Se que ocurre, me lo han confirmado todas las madres con las que me he cruzado, y soy consciente de que se les quiere muchísimo aunque de diferente manera. Pero mi mente es incapaz de comprenderlo. ¿Es físicamente posible querer a otra personita como al primer hijo? Estoy deseando que el tiempo me dé la razón.
– El miedo a cómo se tomará el hijo mayor ser destronado. Esto me hace temer más por el mayor que por cualquier cosa. Y aquí incluyo el miedo a sus futuras rabietas, a los celos, a que no se lleve bien con su hermanito, a que no sea capaz de dividirme para atender a los dos, a cómo llevará el parto cuando esté ingresada… En nuestro caso, además, coincidirá con la retirada del pañal y la adaptación del cole… Todo una aventura que me hace sudar la gota gorda de antemano.
– ¿Podremos con todo? El salto de cero a uno es brutal, sí, y nadie te prepara para ello, pero el paso de un hijo a dos tiene que serlo igualmente, y eso me dice todo el mundo. No dejo de preguntarme cómo me organizaré y si podré con todo o me dejaré la salud mental en el camino. El momento del baño y la cena, que en casa me toca hacerlo todas las tardes sola y sin ayuda, se me viene encima inevitablemente… Durante la escasa baja maternal tendré que hacer malabarismos, pero una vez vuelva al trabajo tendré que recurrir literalmente a trucos de magia.
– ¿No la habremos cagado? La familia funcionaba y las cosas marchaban siendo tres, tanto en sentido práctico (horarios, organización…) como económico. Pero una vez que seamos cuatro, ¿habremos distorsionado la línea espacio temporal y todo se irá al garete? Espero que esta preocupación pase de largo pronto, porque es terrible.
– El segundo parto. Normalmente en este punto las madres por segunda vez se preocupan de si, con eso de que el segundo parto es en teoría más rápido, les va a dar tiempo a llegar al hospital, a ponerse la epidural… Saber de qué va esto de parir hace que vaya con mucho más respeto y temor al hospital que la primera vez. Recuerdo que en aquel momento me sentía con ganas y fuerza para dar a luz, con un punto de inconsciencia de primeriza. Ahora las sensaciones son muy diferentes. En mi caso, y después de una mala experiencia en el anterior embarazo y parto (que conté aquí), mis miedos se centran en la marcha de este embarazo, en vigilar mi tensión y mi peso para que nada se vuelva a repetir (preeclampsia, bebé con bajo peso y prematuridad, ingresos…) No creo estar psicológicamente preparada a volver a vivir la experiencia, aunque instintivamente me voy haciendo a la idea de que algo se puede torcer para crearme una coraza y poder con ello. Todavía veo muy lejano mi parto, pero el tema me angustia.
¿Cuáles fueron vuestros temores en el segundo embarazo?
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