Autor: gosphotodesign
Mereces un día en que digas hoy no tengo sueño, pero me quedaré en la cama, retozando como aquellos días en que la maternidad ni siquiera se cruzaba por tu mente.
Mereces un dia, en los que darte un baño sea opcional, que puedas pasearte con tu ropa de cama sin necesidad de estar enferma, solo permitirte un día relajado, sin reglas.
Mereces un día, en que puedas pasear de sofá en sofá, sentarte, tumbarte, decidir si quieres cotillear las redes sociales, leer una revista o mirar películas cursis en la tele.
Mereces poder decir hoy encárgate tu cariño, quiero dormir, quiero descansar o sencillamente, no quiero hacer nada.
Mereces poder decirle a tu peque, hoy no cariño, hoy vas al parque con papá, y tumbarte en el sofá a comer chocolate mientras ves la tele sin pensar en la crisis, la economía, el paro, los refugiados, ni en que vais a cenar.
Mereces ese día, en que no te importa ser tratada como una reina, sólo quieres un día de descanso. Un día sola, sin preocupaciones, sin atender el teléfono, desconectar del mundo 2.0.
Necesitas y te debes ese día, en que no tienes que dar explicaciones, en que te atrincheras con tu recién nacido en las piernas y pasas el día acurrucandole y mimandole, olvidándote de que el mundo existe, porque has delegado al 100% tu jornada habitual a tu amante pareja.
Necesitas y mereces ese día de ocio absoluto, que no es una pérdida de tiempo, más bien es reponer fuerzas, re descubrir intereses, dormir, descansar...
Mereces por un día , no tener que ser tu quien se ocupe de meriendas, desayunos, comidas y cenas, mereces el relax de un día ocioso e improductivo ante la vista del mundo, mereces recargar energía, mereces un día de no pensar, sólo relax.
Mereces un dia de no hacer nada, mereces un día para ti.
Fuente: este post proviene de La Vera Donna, donde puedes consultar el contenido original.
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