Desesperación, agonía, miedos y rabia junto con paciencia, empatía, calma y memoria. Si tienes un adolescente en casa sabes mucho de las cuatro primeras palabras que te he nombrado y has puesto en práctica más de 10 veces las últimas cuatro ¿a qué sí?
Pues de eso te quiero hablar hoy, de mi hijo "el adolescente" Adoro a Rober, de hecho siempre he dicho y lo mantengo ¡es mi ojito derecho! Mi talón de Aquiles, mi media naranja ¡mi primer amor! Pero ha entrado en una edad en la que tengo que estar agudizando muchos sentidos, una edad complicada de más, se sienten hombres pero en su interior aun son niños, si regañas mucho eres mala y si cedes en todo pasan de ti.
Personalmente creo que la mejor forma de ayudarlo es comprenderlo y tener memoria para recordarnos de cuando nosotros teníamos esa edad, yo en concreto fui una niña muy tranquila pero una adolescente muy rebelde y recuerdo que hice de las mías ¡ay la santa paciencia que tuvo mi padre!
Con rober de pocas cosas me puedo quejar (pero esas pocas me traen de cabeza, te lo puedo jurar) la verdad es que solo tiene dos grandes males con los que tengo que lidiar, Estudios y Filtros, en ese mismo orden.
Mientras que estuvo en el colegio fue un niño que llevo bastante bien ese tema, sacaba sus asignaturas sin mayor esfuerzo pero empezó el instituto y empezó la hecatombe. No sé si por la edad, tengo dudas también de que tenga algo de TDAH, lo cierto es que lo lleva fatal y lo que más me molesta es que sé que lo puede sacar con un poco de esfuerzo, eso es lo que le falta, ESFUERZO. Me encantaría que le pusiera la mitad del ímpetu que le pone a las cosas que le gustan pero volvemos a lo de antes, ¡yo era igual! Seguiré lidiando con él y sus evasiones todo lo que pueda, vamos a ver si lo logramos o no (deseame suerte que en breve llegan las notas).
Filtros, si filtros, rober necesita aprender a filtrar. Es increíble como un niño que empieza a formarse puede repetir sin parar lo que dicen quienes le rodean, empiezan por los padres y hermanos, luego serán sus amigos y seguramente sus profesores. Eso es un proceso normal, el problema viene cuando ellos no saben quedarse con lo correcto y desechar lo que no lo es tanto y soltar perlitas por la boca, muchas que realmente no piensan de esa manera, filtrar información en su mente y gestionarla, esto también se aprende en la adolescencia ¡no nacemos resabiados en este tema!
Es una etapa dura, me atrevería a decir que la peor que pasamos todas las personas y aquí es donde debemos estar, siempre alerta, sin agobios y sin pretender cambiarlos, solo guiarlos. Cada uno de nosotros viene con un código genético físico y emocional que por mucho que queramos cambiar nos resultará imposible, lo único que lograremos con esto es forzar y presionar a un chico que está aprendiendo a descubrirse y conocerse, siempre digo lo mismo: ayuda, pero no dirijas.
Cuando estés a punto de explotar y escupir todo ese veneno de padres que llevamos dentro, por favor, respira un momento y párate a pensar, ve con tu mente a esa edad y recuerda todo lo que pasaste tú. Procura comprender un poco a tu hijo y saber que está pasando por la etapa más difícil que vivirá a lo largo de su vida, cambios físicos que generalmente odiamos y derivan en complejos o baja autoestima, descubrimiento de ese "Yo" que parece que quiere salir todo de golpe y no sabemos cómo canalizar, unas hormonas puñeteras que se te revolucionan de golpe, verte como un hombre (o mujer) pero sentirte niño (o niña) para tantas otras cosas, definirte como persona ¿quién soy? ¿qué pienso? ¿qué quiero hacer? ¡son tantas cosas! ahh y no nos olvidemos de las pandillas y los amigos que no siempre ayudan.
Llevo días reflexionando sobre esto (tal vez porque las notas están al caer) y siempre llego a la misma conclusión "ojalá que todos los males y preocupaciones que me dé Rober a lo largo de su vida sean estos, ojalá que solo me tenga que llevar las manos a la cabeza porque suspendió un porrón de asignaturas, ojalá que solo tenga que soltar alguna lagrimilla por tener que ver que repite año (yo también repetí)" "no todas las personas tienen o quieren estudiar" "no todos tenemos que hacer una carrera" En este mundo en el que vivimos son tan necesarios los mecanicos, como los ingenieros, los carpinteros como los medicos y todos los trabajos nos dignifican. Adelante... llamadme "MALA MADRE", pero no pienso pasar junto a mi hijo una etapa tan dura como la que vive, peleando, gritando y entre castigos encadenados, principalmente porque sé que no van a servir más que para agobiarle y frustrarle. Obviamente tampoco voy a permitir que mi hijo sea un vago, que no tenga oficio ni beneficio, si no quiere estudiar tendrá que trabajar, él sabe que tiene un margen de tiempo y si todo sigue así tendrá que ponerse a trabajar ¡qué remedio!
Se descubrirá y estoy segura de que encontrará algo que le motive, algo que quiera hacer, cuando eso pase el mismo sabrá que tiene que preparase para ello, el problema es que Rober tiene muy claro lo que quiere ser "DJ o Youtuber" y yo no pienso truncarle un sueño a mi hijo, siempre le explico que eso lo puede hacer, que yo confío en el y sé lo que es capaz de lograr, por supuesto que estoy convencida de que lo hará y además son dos perfiles que se le dan muy bien, lo tiene todo a su favor pero no puedo dejar de recordarle que debe tener una profesión para tener seguridad, si una cosa no va bien podrá tirar de la otra.
Piensa, tus hijos van a crecer, volaran, y tú tendrás que tirar inevitablemente de recuerdos ¿qué piensas recordar? ¿los castigos, las discusiones y los problemas? yo tengo claro que recordaré los juegos, los abrazos, las conversaciones de sus vivencias (divertidísimas desde su punto de vista adolescente), los momentos de consejos, de apoyo y consuelo cuando llora y se siente frustrado, los besos, los millones de besos que nos hemos dado a lo largo de nuestras vidas, eso es lo que quiero recordar y lo que quiero que recuerde él de mí. Él crecerá y se tendrá que enfrentar inevitablemente a la madurez, a la responsabilidad y a la aburrida vida de un adulto, tú acompáñalo y apóyalo en todo lo que puedas, te aseguro que él te lo agradecerá, aunque no te lo diga ¡lo hará! en su interior saben perfectamente todo lo que los queremos y lo que nos preocupamos por ellos.
Los padres solemos quejarnos de todo el trabajo que nos dan los hijos, generalmente cuando son pequeños es cuando más nos quejamos, pero créeme, cuando tu pequeño,dulce, travieso, inquieto e intrépido bebé deje de serlo, allá sobre los 13 años y empiece a sufrir "la mutación" te acordaras de mí y de este día en que leíste este post para decir "cuanta razón tenía Liber" ¡qué difícil es lidiar con un adolescente! Ojalá volviera a mis brazos como cuando era pequeño y mi mayor dolor de cabeza era gritar sin parar "cuidado que te puedes caer" "eso no se toca" "las cosas no se rompen""deja eso" Ainsss (suspiro) cuanto extraño ese momento con Rober.