Has estado buscando el embarazo, ha sido algo planeado, meditado, has hecho el test y te ha dado positivo, pero de pronto te asalta esa especie de fobia, un profundo terror que no sabes si podrás superar, te miras al espejo y piensas “tengo miedo a ser madre”. A veces se trata de una simple inquietud, en otros casos lo que se siente es verdadero pánico.
¿Qué dice la psicología sobre el miedo a tener hijos?
El miedo a la maternidad o la paternidad es un miedo psicológico, esto quiere decir que no se trata de un miedo a una amenaza real, sino a una situación que nos imaginamos.
Aunque no lo parezca tiene una utilidad: preocuparnos para ser los mejores padres que podamos para nuestros hijos.
Causas del miedo a la maternidad
Puede haber varias causas que influyan en este miedo. La principal y más habitual es el miedo a los cambios. Tener un bebé supone un cambio drástico en todo lo que estás acostumbrado: tus hábitos, tus rutinas, tus horarios… A partir de ahora tu vida va a cambiar y es muy normal sentirte así.
Por otro lado la inmadurez también puede jugar un papel importante. Vivimos en una sociedad infantilizada y tener que ser un adulto en todos los sentidos a veces puede provocar terror.
Perder la figura o pasar por un embarazo y/o parto complicado es un factor a tener en cuenta, ya que tanto las hormonas como los cambios físicos del embarazo pueden crear temor.
El miedo a ser madre primeriza
Ser madre es un reto que siempre supone cierta ansiedad, sin embargo el primer embarazo es el más inquietante, ya que no existe una idea completa de cómo va a ser la maternidad. Tanto el embarazo como el parto se pueden ver como un proceso aterrador que cada día despierta nuevos temores.
El miedo a ser padre
Puede que un padre no sufra los cambios físicos que suponen gestar un hijo, sin embargo sí que sufre un cambio drástico en su vida. Que surjan miedos es muy natural, e indicativo de que existe una preocupación sobre si se estará a la altura en esta nueva situación. Para el padre es más complicado descubrir cuál es su rol y que es exactamente lo que se espera de él. Hablar mucho con tu pareja y leer libros como éste puede resultar de gran ayuda.
El miedo a ser madre a los 40
A veces el miedo viene por la edad en la que se consigue la gestación. Pasados los cuarenta existe una inseguridad basada en el hecho de no tener la misma energía que una persona de 20 o 30 años. También existe el miedo a envejecer e incluso a morir cuando el hijo aún no es adulto. Hay que tener en cuenta que los 40 de ahora no son los de antes. Podemos mantenernos con una salud y una energía envidiables hasta tener una edad avanzada y, sí, actualmente nuestra esperanza de vida es lo suficientemente elevada como para ver crecer a nuestros descendientes.
El miedo a ser mala madre
Todos tenemos una idea preconcebida de cómo queremos ser como padres. Podemos tener preferencia por un método de crianza u otro, podemos tener experiencias como hijos que no queremos repetir con los nuestros, pero de pronto se nos presenta la duda: ¿Seré buena madre? ¿Seré capaz de no perder la paciencia? ¿Podré anteponer las necesidades de mi hijo o hija a las mías propias? ¿Podré hacer todo lo necesario y seguir con una sonrisa? En mayor o menor medida estos pensamientos pueden minar nuestra confianza, sin embargo es posible recuperarla poco a poco.
El miedo al embarazo y al parto o tocofobia
Existe una fobia específica que sufren ciertas mujeres llamada tocofobia. Consiste en un miedo irracional a gestar y parir. Existen distintos tipos, a veces la tocofobia se sufre desde siempre, sin haber tenido ninguna experiencia con un embarazo o parto, sin embargo a veces aparece después de un embarazo o parto complicado.
A veces se descarta directamente la maternidad ya que resulta tan angustiante pensar en ello que se prefiere obviarlo por completo.
En otras ocasiones se elige la adopción o la gestación subrogada. En todo caso si se presenta este problema es conveniente consultar con un profesional de la salud y, si se desea, seguir una terapia.
Como superar el miedo a ser madre o padre
Lo más recomendable es hablarlo. Una charla con tu pareja puede ser vital para darte cuenta de que los dos estáis en la misma situación y que superaréis cada obstáculo juntos. Hablar con la familia o los amigos también es aconsejable, ya que de esta manera te puedes dar cuenta de que no eres la única persona que ha pasado por eso y que seguramente tus propios padres estaban muertos de miedo antes de tenerte.
El miedo también se puede combatir con una buena planificación. Pensar en las distintas maneras de resolver las situaciones que se pueden ir presentando puede ser una buena manera de sentir seguridad. Informarse sobre distintas corrientes y técnicas nos servirá para encontrar las soluciones que nos parezcan más adecuadas a nuestras circunstancias. Vivimos en la era de la información y si no te resulta cómodo investigar a través de la web, siempre puedes leer algún libro que te haga salir de dudas sobre lo que va a ocurrir en tu vida.
Si tras probar estos consejos no consigues deshacerte de este temor es recomendable hablar con tu médico, es posible que sufras ansiedad o alguna otra patología. Si es así, ponerse en sus manos e iniciar el tratamiento necesario puede ofrecerte el alivio que tanto deseas.
Pero la verdad es que, independientemente de cómo os sintáis ahora, vais a ser los mejores padres para vuestros hijos.
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