Llevo días dándole vueltas a todo este tema en mi cabeza y es que la vida a veces es muy puñetera y te manda tramos jodidos por los que tienes que pasar, ya sabemos que si te caes te levantas pero a veces, solo a veces, cuesta mucho incorporarse, bien sea porque estás cansada, o porque te cuestionas si vale la pena hacerlo, otras simplemente porque te hiciste daño y por mucho que quieres no eres capaz.
Todos tenemos el umbral del dolor muy distinto y esto mismo se aplica a las emociones. Tal vez lo que para mí sea un drama para ti pueda ser una chorrada. Pero quien está viviendo el drama no se va a consolar por mucho que tú le expliques tu percepción de las cosas.
Particularmente y entrando en el asunto en cuestión, cuando decidí tener mi segundo hijo (que al final fueron dos del tirón) me paso algo parecido.
Después de tener a Rober no me planteaba tener más hijos. Muchos factores hicieron que eso fuera así, yo pensaba que probablemente lo intentaría más adelante, es raro porque desde pequeña me imagine con una familia numerosa, siempre quise muchos hijos pero como el destino a veces te lleva por otros caminos aparqué esa idea y la dejé en algún lado de mi cabeza escondida.
Lo cierto es que con el pasar de los años yo me fui olvidando del tema y cada vez me daba más pereza, me daba mucho apuro pensar en comenzar todo otra vez después de tanto tiempo, hasta que una falsa alarma volvió a activar dentro de mí el instinto materno.
En ese momento, cuando me di cuenta de que no estaba embarazada como creía, fue cuando comprobé que quería volver a ser madre y no fue de una forma pasiva, no. Ese sentimiento me invadió como un huracán sacudiéndolo todo por dentro. Lamentablemente tardo mucho en llegar, tanto que me llegaron casi a plantear que por algún motivo desconocido podría tener algún tipo de infertilidad.
Exactamente dos años buscando un segundo embarazo. Dos años en los que me obsesione, hice todo cuanto me decían o leía. Tomarme la temperatura basal a diario, modificar los alimentos que comía, llegue a tomar suplementos que ayudaban a mejorar la fertilidad, mi pobre chico se llegó a convertir en un "instrumento", pero nada, ese embarazo no llegaba.
Mi doctora me aconsejo hacerme varias pruebas, hasta que un buen día me canse, me harté de tanta historia, tanta búsqueda y tanto sufrimiento. Decidí ponerle punto final a esa historia y confirmarme que Rober sería mi único príncipe, decidí sobretodo dejar de sufrir.
Empecé una dieta para perder peso, me centre en el deporte y cambie el chip, acepte la situación y me relaje ¡Bendito día! Porque después de dos meses con mi nuevo chip ¡quedé embarazada!
Recuerdo empezar a sentir unos ardores terribles y muy frecuentes y decirle a mi chico que tendría que ir al médico porque probablemente tendría una ulcera en el estómago, pero no me decidia a ir, no sé explicaros porque y de pronto vino a mi cabeza, después de tanto tiempo sin pensar en ello ¿estaré embarazada? Yo no me quería hacer ilusiones, así que no dije nada y dos días más tarde me fui al centro medico y pedí hacerme una prueba de orina, es muy importante que te diga que aún no tenía falta alguna, pero un impulso me llevo a hacerme esa prueba, y por supuesto dio negativísima, aún no tenía retaso. Me fui a casa con un palo más encima, y ese tal vez fue el que más dolió, porque ya había pasado mucho tiempo, supuestamente ya lo había superado, después de varios días nos llamaron para hacernos unas pruebas y yo, que seguía dándole vueltas a la idea en mi cabeza preferí repetirme la prueba, esta vez fue con mi matrona y recuerdo que nos dijo "chicos, a seguir buscando" y así nos fuimos al hospital, a hacernos toda clase de pruebas ¿podéis creer que allí no se dieron cuenta de mi embarazo? ¡pero lo estaba! yo haciéndome pruebas para descartar una supuesta infertilidad y estaba embarazadísima.
Hasta que solo cinco días después llego la fecha, el día en que nuestra querida amiga la roja tendría que hacer el honor de su visita, pero no llego, todo el día esperándola y nada. El día siguiente fui a por mi tercer test y cuando estaba esperando una respuesta (completamente incrédula) se acerca el doctor y me dice ¿que te dije la última vez? a lo que le contesto "negativo" y el muy cabroncete asiente con la cabeza y me da el cacharrito, yo obviamente asumí que era mi tercer negativo y no lo vi, me quede con el en la mano, me levante y me fui y cuando estoy llegando a la puerta lo levanto y lo miro, probablemente para reafirmarme la noticia y miro con incredulidad DOS PEDAZO DE RAYAS ROSAS ENORMES ¿¿Qué?? pero si me acaba de decir... él, que sabía de mi lucha me quiso gastar la última broma... HAN SIDO LAS DOS RAYAS MAS HERMOSAS DE MI VIDA.
Shok, shok total en mi ser, me sente en las escaleras del centro medico y lo primero que hice aunque os suene fatal (mis nervios no eran normales) fue encenderme un cigarro y nada más, no llame al padre de las criaturas, no grite, no llore, ¡no hice nada! mi cuerpo y mi mente se paralizaron por completo, tanto que la noticia se la dio otro por mí, que ironía, yo dos años pensando en formas superchulas de darle la noticia y termina dándosela otro jajaja no todo en la vida sale como te lo esperas.
Luego empezaron mis altibajos y mis momentos de locura en este embarazo, ¡¡y aún no sabía que venían dos!! pero eso ya si tal, lo dejamos para otro post...
Con todo esto ¿qué pretendo hacer? pues simplemente darle ánimos a muchas parejas que están pasando por este calvario, que desean con todas sus fuerzas tener un hijo y no pueden, que se enfrentan a pruebas de infertilidad muy duras que nos hacen sentir muy mal, quienes se cuestionan día sí y día también ¿que nos pasa? ¿por qué a nosotros? ¿seremos capaces? PUES SI, seréis capaces, lo lograréis, la espera es dura, pero lo lograréis, os comprendo perfectamente y si algún día tenéis una duda de lo que sea no dudéis en escribirme (mimundoconellostres@gmail.com) todo lo que os pueda aportar para ayudaros lo tendréis más que seguro...
Y tú ¿cómo fue tu historia? ¿te ha costado mucho quedarte embarazada? ¿estás pasando por esta dificultad? Cuéntamelo todo por aquí abajo, me encantará conocer tu historia.
Síguenos también en Facebook, Twitter e Instagram