Una de las cosas que más me gustaba de hacer deporte era la sensación de alivio que produce el respirar y sentir como se conectan nuevamente cuerpo y alma. Hace mucho que no respiro de esa forma. Vivo acelerada cada día, haciendo y deshaciendo, cumpliendo, avanzando, por mí y por lo míos; una forma muy eficaz por cierto de enfocar el estrés hacia algo positivo, pero que a la larga si no se maneja adecuadamente puede conllevar a cuadros de ansiedad y depresión, en los que ya me he encontrado en varias oportunidades en mi vida y por lo que me he propuesto hace tiempo evaluar constantemente mis prioridades a fin de no volver a encontrarme en una situación similar, en especial por mi pequeñito.
Me encanta ser blogger. Mis amigos y familia notan lo feliz que me hace y me encanta también el ritmo que se vive en el mundo 2.0, tan acelerado, cambiante y competitivo, pero a la vez tan ameno y motivador que me da pena tener que alejarme pero sé que es para bien. No, no me voy, no del todo, solo me tomaré un momento para respirar, para recargar energías y volver pero sabiendo qué hacer, no con el montón de cosas que tengo en la cabeza que me bloqueo de tan solo pensar por dónde empezar.
Quiero reencontrarme conmigo, tengo unas ganas locas de hacer deporte, necesito más tiempo para mí, para engreírme… tengo una mascarilla para el cabello que compré hace tres meses y hasta ahora está sellada.
Quiero reconectarme con mi hijo, porque me he quedado asimilando sus "terribles dos" y los hemos pasado creo yo con éxito, pero ya llegaron los tres años ¡TRES AÑOS!, y ya no me da la paciencia para toooodo lo que me pregunta, sus pataletas, engreimientos, gritos y su desesperante “Sí-por qué”, porque la palabra “sí” desapareció de su vocabulario y no acepta nada si no se le explica el porqué, y claro, la respuesta que le den merece un “¿y por qué?” una y otra vez. Te adoro hijo, con todas las fuerzas de mi ser, pero a veces me vuelves loca... ¡y tu lo disfrutas pillo!
Quiero tomar las riendas de mi hogar, ¡está hecho un caos!, no entraré en detalles que me da vergüenza.
Debo tomar decisiones muy importantes, una de ellas: si me mudo o no… aunque si me mudo ¿resolvería el punto anterior no?
Quiero sentir el placer… el placer de leer a mis compañer@s bloggers, de cuyas increíbles experiencias, lecciones, aportes, ideas y arte me he privado las últimas semanas.
Quiero dormir, pues porque sí, y a ver si me ayuda un poco al metabolismo y a controlar esta pancita bloguera.
Por último, querido lector, querida compañera y compañero blogger, quisiera que sepas que eres una parte muy importante de mi vida y que tu compañía me ha transformado. Regreso en un mes, para seguir compartiendo nuestras experiencias, aprendiendo juntos, con novedades y varias cositas hechas como siempre con mucho cariño. Le doy una pausa al blog, pero Mamá&nené seguiremos en Facebook, Google Plus, Pinterest, Twitter, aunque a un ritmo mucho más relajado.
Te envío un abrazo virtual enoooorme. Hasta dentro de un mes.