Decir palabras malsonantes es una falta de respeto hacia las personas con las que nos relacionamos y a algunas personas les puede resultar violento escuchar según que palabras. Además, aunque entre los niños pueda quedar “guay”, la realidad es que queda feo que un niño las pronuncie.
Pero como lo conseguimos?
1. Da ejemplo. Si quieres que tu hijo deje de decir palabrotas lo primero que has de hacer es dar ejemplo. Y bien sabemos que es difícil, no estas acostumbrado a que te pongan límites a tu vocabulario. Te recomendamos que empieces con los límites antes de que el niño nazca, el tiempo pasa muy rápido y antes de que te des cuenta estará empezando a soltar sus primeras “perlas”. No puedes controlar el entorno, así que al menos que no aprenda de ti.
2. Controla la tele. Cuando tu hijo vea la tele observa qué vocabulario sale en el programa que le gusta, a veces no somos conscientes de que lo que ven no es adecuado para su edad.
3. Deja clara tu postura. Háblale claramente sobre lo que se puede o no decir en casa: “Puede que oigas a otros niños diciendo ese palabra, pero no está bien decirla en casa”.
4. Consecuencias. Decir palabras inapropiadas en casa tiene su precio, algunos padres ponen el “bote de las palabrotas”, si dices algo malsonante tendrás que echar dinero en el bote, que luego podremos llevarlo a algún fondo benéfico. Aunque en TUMINIYO nos gusta aprender a todas horas, así que cuando diga alguna palabrota tendrá que ir al diccionario a buscar algún sinónimo más apropiado, para que a partir de ese momento empiece a usarlo.
5. Decide cual va a ser tu postura. No puedes controlarlo todo el rato, así que más temprano que tarde acabarás escuchándolo diciendo palabrotas. Debes tomar una decisión sobre cómo actuarás cuando lo escuches. Por ejemplo: “Si me acerco a donde tu estés y te oigo diciendo palabrotas me doy la vuelta y me voy”, esto no ha de interpretarse como me doy media vuelta y puedes seguir diciendo palabrotas; más bien es, no quiero que me faltes el respeto usando ese lenguaje, así que me voy. Las acciones muchas veces hablan más claras que las palabras, lo interpretarán a la perfección.
6. Por el buen camino. Si van por el buen camino anímale a seguir así. No es necesario que deje de decir palabrotas por completo, pero si observas que mejora su comportamiento apláudeselo.
Y tu tienes algún truco para conseguir que no suelte “joyas”? Háznoslo saber en los comentarios de abajo.
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