El pan integral es más compacto que el blanco, pero en esta ocasión apenas se percibe la diferencia en cuanto a textura. La miga es tierna y esponjosa, por lo que resulta ideal para preparar bocadillos saludables para peques. Yo suelo usarlos para desayunar y para la merienda de los niños, pero también son perfectos para aportar una porción de cereales a comidas y cenas.
Admiten perfectamente la congelación, por lo que aconsejo que se congelen nada más enfriarse aquellos panecillos que no vayan a consumirse en el mismo día; es muy práctico tenerlos listos para cuando se vayan a comer en futuras ocasiones.
Le irá bien cualquier tipo de harina integral; yo suelo usar harina de espelta porque me encanta su sabor. Aunque en esta receta no pongo nada más, pueden añadirse semillas y frutos secos al gusto (evitar trozos de estos últimos si los panecillos integrales van a consumirlos niños menores de 6 años).
Ingredientes para unos 8-10 panecillos integrales
400 g de harina integral de espelta
250 ml de agua templada
15 g de levadura fresca (sustituibles por 5 g de levadura seca de panadero)
10 g de aceite de oliva virgen extra
7 g de sal
Elaboración paso a paso
Disuelve la levadura en el agua templada y reserva.
Tamiza la harina en un bol grande; al final, incorpora también todo el salvado y germen de la harina que quedaron atrapados en el colador.
Añade la sal, el aceite y el agua con la levadura.
Comienza a remover ayudándote con las manos y ve amasando hasta conseguir una masa firme.
Lleva la masa a una superficie limpia, ligeramente enharinada, y amasa durante unos 8-10 minutos.
Haz una bola con la masa y déjala reposar tapada en un molde ligeramente engrasado con aceite de oliva virgen extra, durante una hora.
Transcurrido el tiempo de reposo, saca el aire de la masa, divídela en pequeñas porciones de tamaño similar y comienza a darles forma ligeramente ovalada.
Deja reposar los panecillos, tapados, durante aproximadamente 15-20 minutos.
Ahora dales unos cortes por la superficie, enharina ligeramente y pincela con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Lleva al horno previamente calentado a 200º C y hornea con calor arriba y abajo, durante 10 minutos.
Deja enfriar a temperatura ambiente antes de cortar. Comer inmediatamente o congelar para futuras ocasiones.
Atrévete con estos panecillos integrales y seguro que repites receta en más de una ocasión. Yo suelo hacerla a menudo para tener pan integral siempre a mano en el congelador. Como te comentaba más arriba, es buena idea añadir semillas y frutos secos, ¡le van de maravilla!
Puedes ver el post Panecillos Integrales ¡Ideal para Desayunos y Meriendas! en la web de BABYCOCINA.
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