Educar a un hijo es una tarea difícil y a veces muy cansada. Una tarea que esta marcada por nuestras creencias, por nuestra herencia, por lo que vamos aprendiendo por el camino de la vida. Hace unos días me llego un comentario en el que me preguntaban que hacer cuando un padre establece unos limites y el otro no. Cuando uno exige y el otro le quita importancia incluso contradice lo que el otro padre dice. Es decir padres en desacuerdo sobre la educación de los hijos Complicado ¿verdad?
El problema es que esto es más común de lo que parece. ¿Cuantas veces tu has dicho no a algo y tu pareja ha dicho si?, piensa en la vez en que tu le dijiste hoy no hay parque y el otro se lo ha llevado al parque. Afortunadamente la mayoría de veces es por algún fallo en la comunicación, todos recordamos cuantas veces le hemos dicho a nuestros padres, "pues mamá/papá si me deja, poneros de acuerdo".
Cada uno tiene una visión del educación y de los valores que pretendemos inculcarles a nuestros hijos, pero no siempre nos sentamos a hablar de ello con el otro. El que cada uno tire para un lado es un problema, una brecha en el frente común que debemos presentar, una brecha que nuestros hijos aprovecharan para conseguir lo que quieran.
Os repito es una tarea complicada y sobretodo cuando recae la mayoría de las decisiones en una persona es extremadamente agotador.
Cuando esto ocurre nos puede llevar a una situación en el que uno de los padres pierde los nervios y acaba diciendo que algo que no deseaba. Frases que no diría si no hubiera perdido la calma.
Cuando uno de los padres siente que lo esta dando todo por la educación de su hijo y siente que no tiene el apoyo del otro o incluso muestra su reprobación sobre sus actuaciones, esto acaba provocando tanto malestar en la pareja como consecuencia en los hijos.
Si se identifica un problema, aunque uno de los padre vea más problema que el otro, es importante que se sienten a dialogar y presenten un frente común. Establezcan un plan común de actuación.
Pero para conseguirlo deben sentarse a dialogar, establecer que problema pretenden arreglar. Escuchar las sugerencias del uno y el otro y establecer ese plan. Es importante que los dos estén involucrados y los dos presenten un frente común. Si no es así, probablemente volverán al punto de partida. Con todas las consecuencias tanto para ellos como para sus hijos.
No nos sonora extraño la idea que cuanto más de acuerdo estén los padre en lo referente a la educación de sus hijos, más coherencia percibirán estos. Pero reconozcasmolo esto no siempre es fácil. A veces estamos demasiado cansado, o irritados.
¿Que produce esta situación en los niños?
- No desarrollan hábitos y maneras de actuar coherentes.
- Que su comportamiento acaba muchas veces en discusiones entre los padres
- Que puedan hacer lo que desean. Si cada padre dice una cosa, ellos aprovechan esa brecha.
- El niño ve como un padre le quita autoridad al otro
- Aprende que siempre uno de los padres gana.
- Aprenden a cuestionar la autoridad de los padres.
¿Que produce en la pareja?
- Uno de los dos siempre se siente cuestionado.
- Malestar y discusiones entre los padres.
- A veces las discusiones ocurren delante de los padres.
- Si no se gestiona bien acaba provocando más malestar y más problemas.
¿Que podemos hacer para resolverlo?
- Llegar a acuerdos es lo más recomendable. Sentarse a dialogar, desde el respeto y buscando la colaboración.
- Intentar no mostrar las desavenencias delante de los niños. Hablar cuando esteis a solas, demostrar en lo que no esteis de acuerdo, siempre procurando llegar a acuerdos para el futuro. Eso si en el momento que esta ocurriendo la interacción con el niño, el otro progenitor, aunque no este de acuerdo, no debe meterse y quitarle autoridad al otro.
- Evitar menospreciar al niño o al otro progenitor. Evita los enfados desmesurados, los gritos y castigos exagerados.
- El rencor solo genera malestar. Hay que resolver en el momento y seguir adelante. Teniendo siempre en cuanta que el cambio de hábitos lleva su tiempo y a veces se vuelve a los viejos. Mientras se corrija ese viejo habito, no pasa nada. Un simple error.
A veces no se puede conseguir solos y es recomendable pedir ayuda a un profesional que nos oriente y asesore para conseguir unos mejores resultados.