Normalmente, después de nueve meses de embarazo, el parto se produce alrededor de la semana 40, rondando más o menos la fecha en que la mujer embarazada sale de cuentas. Un parto prematuro es el que ocurre más de tres semanas antes de la fecha de parto estimada. En otras palabras, un parto prematuro es el que ocurre antes de la semana 37 de embarazo. Los bebés prematuros, en especial, los que nacieron con mucha anterioridad, suelen tener problemas médicos complicados, por ello se produce el parto prematuro.
Podemos sentir que nuestro parto comienza antes de los previsto cuando se rompe la bolsa de agua o comienzan a sentir contracciones regulares que hacen que tu cuello uterino empiece a dilatar, para prepararse ante la llegada del bebé. La mayoría de los partos prematuros son planeados, ya sea por complicaciones que sufre el bebé, o porque se trate de un embarazo múltiple. Por supuesto, entrañan ciertos riesgos, al ser algo que va en contra de lo que debe producirse, pero ya hay mucho control sobre ellos, por lo que si sufres un parto prematuro no te asustes, todo va a salir bien...
Causas que provocan un parto prematuro
Cada mujer es un mundo y su parto prematuro puede ocurrir por cualquier motivo y en cualquier momento. Sin embargo, existen cierto factores que pueden indicarnos que vamos a sufrir un parto así. La mayor causa suele ser una posible infección en los aparatos genitales, del riñon, los pulmones e incluso urinaria, que son las más frecuentes. Pero también puede provocar el parto una desafortunada apendicitis e incluso una pulmonía que se agrava por el hecho de estar embarazadas.
Otra causa posible puede ser algún problema con la placenta o despredimiento de la misma. Y, por último, por supuesto, cualquier cosa que afecte a nuestro útero. Por ejemplo, podemos sufrir insuficencia cervical, que significa que el útero uterino de menos de 25 milímetros de largo, que se dilata sin contracciones. En embarazos múltiples, lo que ocurre es que el útero es demasiado grande y tiene demasiado líquido amniótico, lo que hace necesario que los bebés tengan que salir del cuerpo de la madre.
Síntomas de un parto prematuro
En los partos prematuros, lo más complicado es detectar los síntomas que nos dicen que va a suceder en cualquier momento, puesto que no es algo que esperemos en ese momento, por lo que podemos pensar que está ocurriendo otra cosa diferente. ¿Cuáles son los síntomas?
Siempre es mejor prevenir que curar, por lo que cuando sientas un aumento de flujo considerable, que además ha cambiado su textura a algo más acuoso e incluso un poco sangriento, debes acudir al médico. Si además de esto, sufres una hemorragia vaginal y sientes un dolor abdominal, parecido al que se suele sentir durante el periodo de menstruación, entonces no hay duda. También podrás sentir un aumento de presión en la zona pélvica, como la sensación de que el bebé se está abriendo paso hacia abajo. Si sientes todo este conjunto de síntomas, acude al hospital inmediantamente, el bebé ya está en camino.
Qué ocurre si tengo síntomas de parto prematuro
Si cumples todos los síntoma anteriores, lo primer que debes hacer es acudir al hospital. Lo primero que harán los médicos es realizarte una revisión exhaustiva, para comprobar si realmente estas sufriendo contracciones. También revisarán la frecuencia cardíaca de tu bebé y si has roto aguas, algo muy importante. Si no has roto aguas, tu médico comprobará cuánto has dilatado. Lo más probable es que te realicen un ultrasonido abdominal para observar la cantidad de líquido amniótico y verificar el crecimiento, la edad gestacional y la posición del bebé. Si todos los análisis dan negativo y tanto tu bebé y tú estáis sanos, lo más probable es que en unas horas te envíen para casa.
Sin embargo, si muestras indicios de parto prematuro, las cosas pueden suceder de diferentes maneras. Si te encuentras antes de la semana 34 de embarazo, las membaranas se muestran intactas, la frecuencia cardíaca del bebé es normal y no presentas signos de infección, lo más probable es que el médico intente retrasar el parto. A partir de la semana 34, dependiendo de la situación, los médicos pueden decidir inducir el parto, esperar e incluso realizar una cesárea, dependiendo de tu estado y de la maduración del bebé. De cualquier manera, estaréis controlados durante todo el tiempo y medicados para no coger ningún tipo de infección.
Después del parto prematuro, bebé prematuro
Tener un parto prematuro no tiene por qué desencadenar problemas importantes. Dependiendo de la semana en que se produzca finalmente tu parto, el bebé será o no prematuro. Cuánto más maduro sea tu bebé en el momento del parto, menos problemas de salud experimentará.
El peligro que tienen los bebés prematuros es que pueden sufrir problemas respiratorios durante sus primeros días de vida. Si nacen demasiado pronto, pueden llegar incluso a sufrir un derrame cerebral, pero no es lo habitual. El gran problema que tienen es su proceso de desarrollo, pero, por suerte, la ciencia ha avanzado tanto que cada vez hay menor riesgo de que a los bebés les ocurra algo por ser prematuros. Además, lo normal es que este tipo de bebés nazcan entre la semana 34 y la 37, momento en el cual probablemente tenga que permanecer durante unos días en cuidados intensivos, pero nada más. Si tienes un bebé prematuro, dale todo el amor posible. Son demasiado frágiles, no han culminado el embarazo dentro del cuerpo de la madre, pero saldrá perfectamente adelante, mímale todo lo que puedas.
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