“¡Pío! ¡Pío! ¡Que yo no he sido!“ es un cuento que habla sobre el impacto que tiene nuestro nombre nuestra vida, sobre nuestro comportamiento y sobre las relaciones que establecemos con los demás. Habla de los complejos pero “¡Pío! ¡Pío! ¡Que yo no he sido!” es también una lección, para aquellos niños y no tan niños, sobre cómo las cosas son buenas o malas dependiendo de cómo las enfoquemos.
La influencia de nuestro nombre y ¡Pío! ¡Pío! ¡Que yo no he sido!
¿Recuerdas cómo elegiste el nombre de tu hijo o hija? ¿Fue algo muy pensado o tal vez te dejaste llevar por las modas del momento? ¿Intervinieron otros familiares en esa difícil decisión o por el contrario no dejaste que nadie te ofreciera su opinión?
¿Pensaste cómo influiría en su vida el nombre que habíais decidido? ¿Tuviste en cuenta que no fuera un nombre con el que hacer chistes fáciles o rimas burlonas?
Sí, elegir el nombre de un bebé no es fácil y por eso siempre es recomendable que los padres nos tomemos un tiempo para meditar y escoger el nombre que mejor encaje a esa persona que está a punto de llegar. Porque ese nombre le va a acompañar de por vida, le definirá para bien o para mal y será , indiscutiblemente, una de sus principales señas de identidad. Y, no hay nada peor que llevar un nombre que le avergüence o le disguste, tal y como le ocurre a nuestro protagonista Pío.
Para evitar problemas futuros, ya que el nombre es algo muy personal que al final eligen otros a pesar de ser algo esencial de nuestra identidad, es preciso que no nos tomemos a la ligera esta decisión y tengamos en cuenta cómo influirá ese nombre en la vida de nuestro hijo.
¡Pío! ¡Pío! ¡Que yo no he sido! La historia de un niño con un curioso nombre
Pío es un niño como cualquier otro, pero con un nombre especial. Un nombre corto, de tres sencillas letras y de fácil recuerdo. Un nombre que han llevado reyes, papas y escritores famosos. Un nombre que sin embargo produce pánico pronunciar a nuestro protagonista por el efecto que genera en los demás.
Pío, ¿quién se llama pío? ¿Alguien se llama guau o miau? No, no hay ningún otro niño que tenga por nombre una onomatopeya de ningún animal.
A Pío le horroriza su nombre y no entiende cómo sus padres pudieron ponérselo, seguro que no se pararon a pensar los efectos que produciría en los demás ni en las burlas de las que sería objeto. La vida en la escuela para Pío no es fácil con un nombre como el suyo a pesar de toda la ayuda que recibe de su tutora, quien hace todo lo posible para que Pío ame su nombre.
Pío, por mucho que le digan, no acaba de ver los puntos positivos que todo el mundo le enumera sobre el hecho de tener un nombre corto y poco frecuente. Solo ve la parte negativa hasta que … un día la llegada de una nueva alumna lo cambia todo. Ella también lleva por nombre un nombre especial y es con ella con quien aprende que las cosas son buenas o malas dependendiendo de nuestro punto de vista y de la actitud con la que las enfrentemos.
¡Pío! ¡Pío! ¡Que yo no he sido! es un cuento de María del Mar López Delgado ilustrado por Francesca Assirelli y editado por la Editorial Pintar. Un bonito y divertido cuento con el que hablar de los complejos, pero también para educar en valores como el respeto y la tolerancia. Es también un buen recurso para introducir un tema tan delicado como es el acoso escolar que bien puede empezar un algo tan simple como por tener un nombre distinto, peculiar o de rima fácil.
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