Mediterráneo. Altea
Ya hemos pasado unos días al sol de Levante, dejándonos acunar por el sonido de ese maravilloso mar que es el Mediterráneo, que a ver, que no haya mal entendidos que mi mar siempre será el Cantábrico, ese olor a mar, esas olas, pero... el Cantábrico está frío, en ocasiones congelado y una que es pelín friolera y ya va teniendo una edad, pues no hay como el Mediterráneo para bañarse, nadar y disfrutar del mar durante horas, que una cosa es nacer en el Cantábrico y adorarlo, pero los años de saltar olas y salir del agua con los labios morados ya pasaron hace mucho. Además, que para que nos vamos a engañar, yo aquí sí voy a la playa y la disfruto pero no paso yo esos calores en los que o te metes al agua o te dan los siete males, será la edad....
Cantábrico. Gijón
Este año las vacaciones han sido como siempre y a la vez diferentes. Como ya conté en mi entrada anterior, decir verano en Asturias es sinónimo de fiestas de prau y mis hijos, ahora sólo ellas, son fiesteros por naturaleza, así que la unión de ambos significa que no tienen tiempo de nada que no sea ir de fiesta en fiesta y entremedias recuperarse. El año en el que no pueden perderse ninguna de esas fiestas, como si les fuera la vida en ello, es el año de los 18, lo viven como si fuera el último de sus vidas, quizás por esa consciencia de que algo va a cambiar en sus vidas una vez que empiecen la universidad, nuevas amistades, muchos se van fuera y la duda de lo que ocurrirá con ellos cuando en septiembre ya no vuelvan a la seguridad del colegio y sus amigos de toda la vida. Así que el verano de los 18 es el verano fiestero al cien por cien. De echo, Primogénito nos pidió como regalo de cumple por los 18 no bajar a Altea con nosotros ese verano y quedarse de Rodriguez en casa.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, y tras una negociación con ellas, este año, ellas bajaban una semana con nosotros. Pero, una semana para nosotros es poco, nos encanta estar allí, la tranquilidad, la desconexión total, es coger fuerzas y energía para afrontar el año, y con una semana pues se nos queda un poco corto. Así que el 1 de agosto nos marchamos nosotros para allí. Durante una semana estuvimos solos, de novios, Y el lunes siguiente, después del Xirin y antes de los fuegos, las niñas viajaron en tren hasta Alicante donde sus papis aguardaban y pasamos otra semana en familia, echando de menos a Primogénito que a pesar de que no nos acompañó, sí nos dió la alegría de decirnos que intentaría venir un fin de semana o bien en agosto o para el día de Asturias. Y sí, mañana jueves día 8, viene de fin de semana.
El domingo dejaremos a Peque ya en la residencia, pues el lunes comienzan las clases en la Universidad, LaMediana comienza el martes y ese mismo día Primogénito regresa a UK. Será un día duro, pues si el domingo me va a costar un horror dejar a Peque allí solina, el martes cuando vea la casa tan vacía ufff no quiero ni pensarlo.
Y poco a poco también, intentaré ponerme al día por aquí, aunque visto lo visto anteriormente no prometo nada.