Personalmente, la maternidad me hizo entender que lo que mis hijas necesitaban no era aprender nada de memoria, ni ir a la guardería, sino que necesitaban explorar su mundo y conocerlo. Aprender investigando y conectando con el entorno.
PERO… ¿QUÉ ES EL APRENDIZAJE EXPERIENCIAL?
El concepto de Aprendizaje experiencial se centra en el aprendizaje o adquisición de habilidades, conocimientos, etc a través de las propias experiencias. ¿Cómo aprende un niño a gatear?¿y a caminar?
Nuestras experiencias son la fuente natural más enriquecedora, las que nos aportan los mayores y mejores conocimientos y vivencias. ¿Recuerdas aquella excursión que hiciste de pequeño? ¿qué aprendiste? Todos guardamos recuerdos increíbles e inolvidables de muchos de nuestros viajes, ya fueran familiares o con compañeros de colegio, trabajo, etc Y es que cuando entras en contacto con el entorno que te rodea es cuando mejor asimilas la información y la integras.
Creo que es fundamental aportar a nuestros pequeños multitud de situaciones en las que se fomente el aprendizaje. En nuestro día a día, cualquier tarea cotidiana, puede ser una fuente de aprendizaje esencial. Aprender los colores, los números, adquirir más vocabulario o la propia adquisición del lenguaje… son algunas de las cosas que cualquier niño es capaz de aprender únicamente interactuando con su entorno y con las personas que le rodean, es decir, a través de las propias experiencias.
¿POR QUÉ CONSIDERO TAN IMPORTANTE EL APRENDIZAJE DESDE LA EXPERIENCIA?
Porque facilita que cada persona aprenda desde su individualidad, desde sus experiencias y vivencias anteriores, con sus propios recursos, a través del contacto e interacción con el entorno, la comunicación, la relación con los demás, etc Si cada persona es única, su manera de aprender también. Hay que dejar que los niños/as observen, toquen, prueben, intenten, descubran, etc en definitiva, hay que dejarlos HACER, para que puedan aprender.
Cuando HACEMOS… observamos, manipulamos, sentimos, vivimos, reflexionamos, sacamos nuestras propias conclusiones, valoramos las consecuencias de lo ocurrido y de algún modo todo ello nos lleva a pensar e incluso cambiar nuestras ideas previas o la manera de comportarnos ante determinadas situaciones.
¿Te imaginas cuanto puede aprender un niño en su día a día? Y aún más a medida que crecen, cuando son capaces de generalizar y llevar lo aprendido a distintas situaciones.
Por tanto, para que se produzca el aprendizaje es imprescindible involucrarse, sentir lo que ocurre en tu propia piel, vivir las situaciones como principal protagonista.
¿QUÉ APORTAN LAS EXPERIENCIAS Y EL APRENDIZAJE VIVENCIAL A NUESTROS PEQUES?
Si creamos y favorecemos situaciones de aprendizaje, en nuestra propia casa, etc facilitamos:
-Que nuestros pequeños se conviertan en grandes OBSERVADORES Y DESCUBRIDORES.
-Que la motivación e interés les lleve a buscar el aprendizaje en aquello que realmente les atrae.
-Que sean RESOLUTIVOS, fomentando en ellos la toma de decisiones, la resolución de conflictos, etc
-Que se comuniquen e interactúen de manera activa con todo lo que los rodea.
-Trabajarán la ATENCIÓN, PERCEPCIÓN, RAZONAMIENTO, MEMORIA, etc
-Que se sientan valorados e IMPORTANTES, al saber que son capaces de aprender por sí mismos.
-Que sean niños/as seguros de sí mismos, ya que dejamos en sus manos la capacidad de aprender.
-Que su autoestima sea alta, al confiar en sí mismos, al sentir que hacen lo que les gusta y que encima aprenden de todo ello.
-Que el juego sea la mayor fuente de aprendizaje.
-Que aprendan desde la libertad.
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