Los purés salados no comienzan a darse hasta los seis meses, aunque con las papillas de frutas podéis empezar antes. Las papillas de frutas son muy sencillas de realizar simplemente se cogen diferentes frutas por ejemplo un plátano, una manzana, una pera y una naranja, excepto esta última que se exprime, el resto se pelan, se cortan en trozos, se baten con la batidora y ya están listas. Dependiendo del hambre que tenga vuestro pequeño le echaréis más o menos papilla. Las únicas frutas que no se pueden utilizar hasta el año son el melocotón, la fresa y el kiwi por cuestiones de alergias. Si veis que tiene problemas para comérselos, podéis añadirle, leche de la que estéis utilizando, galletas u otro tipo de dulce, pero intentar que se la coma sólo con la fruta ya que es más sano.
Si tenemos en cuenta los puré salados, lo normal es comenzar con la verdura, con una patata, un calabacín y una zanahoria. Luego se puede introducir el puerro, el tomate, las judías verdes, la lechuga o la cebolla. Lo único que no se deben introducir hasta pasados los 18 meses son la acelga, la espinaca, la remolacha, el nabo y la col.
Se supone que cuando ya acepte el puré de verdura, hay que introducir la carne que se cocerá con la verdura y habrá que empezar con el pollo o el pavo que son los menos fuertes. Mi pequeña no quiso la verdura sola por lo que le tuve que meter la carne, también dicen que es mejor cocerla con la verdura, que freírla, ya que a los purés no se les puede echar ni aceite, ni sal, pero yo la verdad es que se lo hago a la plancha y no pasa nada. La cantidad de carne diaria es de unos 30 o 40 gramos acompañado de varias piezas de verdura. Una vez introducido el pollo, podéis varias con cordero, ternera…
Una vez pasados los diez meses ya se pueden dar trocitos de jamón york, pechuga de pavo e introducir el pescado cocido a la plancha, lo único que hay que hacer es sustituir la pieza de carne por la pescado y continuar con las verduras. El pescado se introduce tres o cuatro veces por semana.
Cuando el bebé tenga el año se introduce el huevo, primero la yema y luego la clara, también puede ir comienzo queso, porciones de pasta o arroz. A los 15 meses comenzaremos con los purés de legumbres y poco a poco ir variando.
A mi pequeña los purés que más le gustan son los de cordero y pollo y los que menos los de pescado y ternera, este último cuesta más pasarlo y suele quedar más espeso. En cuestión de la espesura que debe tener el puré dependerá de vuestro pequeños si le gusta más o menos líquido para ello utilizamos el agua de la cocción de las verduras.
Espero que os haya servido este post sobre los purés de los bebés que si os gustan las cremas y no son grandes comedores vuestros pequeñajos, podéis añadirles un poco de sal y aceite en crudo y coméroslos vosotros.